Capítulo 7

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Salió de la casa de Lit, con el sabor amargo en sus papilas gustativas. Había recibido una respuesta que no esperaba.

"Yo... Lo siento, Mati. Es mejor que te vayas, ¿Si? Necesito pensarlo bien"

Siendo sincero, Matías creía que iba recibir un beso, un abrazo y un rotundo si. No era por agrandarse demasiado, pero realmente creía que en ese tiempo habían logrado acercarse, e incluso recordaba que Valentín en un momento lo alentó, diciéndole que Lit no podía esperar a ser su novio, entonces... ¿Por qué lo había rechazado? ¿Acaso de repente había dejado de gustarle? ¿Había hecho algo mal?

No podía dejar de pensar, recordando cada momento que había vivido junto al menor en esas semanas, buscando el error que podría haber llegado a cometer.

Ahora, buscaba algo que explicara la razón del no, pero cuando llegara a su casa, la botella de vodka en su alacena quedaría completamente vacía.

[...]

Ya lo hice, así que por favor no lo publiques...
visto 23:46

Bien, entonces ahora estás de nuevo conmigo, ¿Entendiste?
23:46

Publica una foto en Instagram conmigo, diciendo cuanto me amas.
23:46

Y pásame los datos de tu tarjeta de crédito.
23:47

Mas te vale no decírselo a Matías, sino te juro que voy a publicar todo.
23:48

Está bien...
visto 23:48

Sollozó y mordió su labio inferior, derramando lagrimas mientras publicaba una vieja foto con Mari, poniendo como descripción un "Te amo, bebé ".

Se sentía una mierda, claro que sí. Matías seguramente lo odiaría, como probablemente él lo haría estando en su lugar, de igual manera que seguramente había perdido varias amistades al publicar esa imagen.

Se llenó de mensajes en Instagram, mensajes que ignoró por su propio bien.

Revoleó el celular a su lado en el sillón, cubriéndose con una manta hasta ser prácticamente una oruga; una oruga que se hundía en la miseria lentamente.

Estaba sumido en si mismo, en sus pensamientos, llorando hasta quedarse seco, cuando un sonido lo alertó; era el tono especial que había puesto para Nadia, una de sus mejores amigas.

Inhaló y exhaló. No podía ignorarla a ella.

Tomó el celular y contestó la llamada, pero maldijo al segundo de hacerlo, porque era una videollamada, y ya no había vuelta atrás, la contraria había visto el pésimo estado en el que estaba.

—Muy bien. Ahora que sé que estás hecho mierda y que no querías publicar esa foto, me vas a explicar que mierda está pasando. —habló la rubia, con ese tono firme y demandante que usaba, cuando estaba dispuesta a sacarle hasta la ultima gota de jugo a un tema.

Y Lit sabía que no podía mentirle.

Bueno, si lo pensaba bien, María solo dijo que no podía decirle a Ignacio, ¿No?



Querido amigo [Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora