Capítulo 8

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Se mordió la mejilla interna, preguntándose si realmente era buena idea lo que estaba por hacer. Si Mari lo descubría, sin duda iba a publicar el maldito video.

Sacó su celular y le envió un mensaje a Nadia.



¿Estás segura de que tiene el video solo en la laptop?
Visto 15:49

Ya te dije que sí.
15:50 hs

Cuando Tomi hackeo su celular por la llamada que tuviste con ella,
borró esas fotos y el video de su celular.
15:50 hs

Además de encontrar esa foto...
15:51 hs

Cualquier cosa, si te publica el video le publicamos esa foto y fue :P
15:51 hs

¿Entonces solo tengo que dejar el pen drive 3 minutos?
Visto 15:51 hs


Que si, mierda, ya te lo dijimos 30 veces.
15:52 hs

Le cagas la compu con el virus y podes ir corriendo a cogerte a Matías.
15:52 hs.


Lit solo soltó una pequeña risita, algo nerviosa, y borró los mensajes relacionados al tema, así si la loca de María revisaba su celular, no encontraba nada.

Inhaló y exhaló, pagando el uber al llegar y bajando justo frente a la casa de su "novia".

Se acercó hasta la puerta y tocó el timbre, deseando que no le abriera. Pero lo hizo.

[...]

—No sé, Nacho, es muy raro... —Valen hizo una mueca, pero era como si Matías no lo escuchara.

—Es más que claro, ¡Solo me la quiso devolver por rechazarlo antes! —arrastró las palabras, bebiendo de una lata de cerveza, sentado en el sofá con la mirada algo ida— Quien en su sano juicio va a seguir gustando de mí después del horrible trato que le di. Me lo merezco. —apenas terminó de hablar, se empinó la botella.

—Te juro que Lit estaba super emocionado de estar con vos, ¿Pa' que me va a mentir? —nuevamente el mayor hizo una mueca, aspirando suavemente el porro, pensativo— Para mi que la Mari tiene algo que ver, eh. —habló, soltando el humo.

—Estás viendo muchas novelas vos me parece. —Dejó la lata a un lado al notar que estaba vacía, y se echó hacia atrás, mirando el techo.

—Te digo que no, no estoy viendo novelas encima, que flashas. —le dio otra calada al porro. —Te apuesto lo que quieras a que esa mina tiene algo que ver.

—El culo de Ribba apostemos entonces. —bromeó.

—Si te escucha te caga a palos. —de repente soltó una risita— Poderoso el chiquitín.

Y Matías se rio como si fuera la mejor broma del mundo.

[...]

Monzón tenía los nervios a flor de piel. Más de una vez había intentado conectar el pen drive, pero parecía una misión imposible. María estaba pegada a él como garrapata y no lo había logrado.

Más de una vez se le insinuó para hacer algo, pero Lit la mando a la mierda. Se notaba que ella se contenía de putearlo, pero poco le importaba al platinado. Estaba ahí solo porque la chica lo sobornó nuevamente con los videos.

Más allá de no poder estar con Matías, se sentía horriblemente manipulado, lo cual realmente detestaba.

—Dale, Mau, hagámoslo. —le insistió la contraria.

"Chupame la pija", le iba a decir, pero claramente en el contexto que estaban sería tomado de forma literal.

—No quiero, María, entende de una vez. Además, no traje forros. —se excusó.

—Hay una farmacia a la vuelta.

—Que bien, ¿Querés que te de un premio? —ella gruñó.

—No, que vayas a comprar así me dejas de poner excusas.

—Anda a comprar vos, vos sos la que quiere coger.

María de nuevo gruñó, virando los ojos.

—A lo mejor mis papás tienen. —Y la vio levantarse e irse.

Bien, no podía creer que fuera a buscar forros a la pieza de los padres, pero eso le dio el momento perfecto. Observó la laptop, que estaba pasando música.

Se acercó y buscó el lugar para colocar el pen drive. Lo conectó, mientras escuchaba a Mari revolver cajones.

Se mordió el labio inferior, mientras observaba un programa ejecutarse solo y mostrar una barra de progreso. Esperó pacientemente, mirando la puerta de reojo con ansiedad.

Por suerte, terminó antes de que Mari volviera, y apenas el programa terminó de hacer lo suyo, la pantalla de la laptop se apagó, y Lit comprobó que no podía prenderla, además de que había un ligero olor a quemado, por lo que supuso que la memoria de la laptop ya no podría rescatarse.

Desconectó el pen drive, se lo guardó en el bolsillo y tomó sus cosas para salir de la habitación, esperando que la chica no tuviera ninguna copia más del video.

Y si la tenía, pues lucharía contra las consecuencias, no soportaba un segundo más siendo manipulado.

—Ya encontré. —la escuchó salir de la pieza. La miró con aburrimiento. —¿Qué haces?

—Me voy a ir a ver a Matías. —respondió con simpleza. Adoró verla molesta.

—Mira, trate de ser buena, pero parece que no entendes que...

—Cerra el orto, pelotuda. —inevitablemente, Lit se sintió genial al decirlo— Me importa un huevo que publiques eso, si queres hacelo. Prefiero a eso a coger con vos.

La dejó con la palabra en la boca.

Se fue de esa casa a buscar a Matías y explicarle todo lo que había pasado.

Con suerte, lo recuperaría.

Querido amigo [Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora