Equivocación

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Nunca le daba por dormir, no lo necesitaba, se iba a maldecir por hacerlo ese día, pero no lo entendía, la demonio tenía sueño, ella al poseer el cuerpo por tanto tiempo podía decirse que lo hizo suyo, por ende no envejecía ni sufría estragos del tiempo.

Sus ojos se cerraron y case cae en un profundo sueño pero una voz la interrumpe.

—Nayeon. Lo siento por todo.

Y pese a que se paró de golpe, si tardo segundos importantes como para confirmar si de verdad Mina se metió a su habitación a decirle aquello, porque la voz era de esta, estaba segura de ello, lo que no concebía era semejante disculpa y el tono neutro empleado.

La posibilidad de que lo alucinara igual existía o que lo escuchara por ser algo que necesitaba, mientras buscaba la respuesta ignoro el hecho de que alguien se metiera de golpe a su habitación y la atacará lanzándole agua.

—¿QUIEN? ¿QUÉ SUCEDE? —Protesta Nayeon.

—QUÉMATE. QUÉMATE. ES AGUA BENDITA, MALDITO DEMONIO. ES MI TURNO DE MATARTE.

—Joderrfnofcdfvr. —Una especie de moneda fue metida de golpe en su boca haciéndola atragantar, eso y el peso de la menor sobre ella la imposibilitaron.

Se trata de Chaeyoung en un intento de exorcismo para eliminar a la demonio, ya que llegó a la conclusión de que Mina la termino por culpa de esta, porque la demonio está detrás de ello, así que está tomando venganza.

—POR TU CULPA ME HA DEJADO, POR TI. —Colocó una cruz en su frente.

Nayeon continua ahogándose y en aquel momento Jihyo entró a la habitación prendiendo la luz.

—¿Ahora qué está pasando?

—MINA ME BOTO POR SU CULPA. —Ya tenía sus manos en el cuello del demonio— LA VOY A —Chaeyoung dejó de tener control de su cuerpo.

—Nayeon guarda la calma. —Jihyo comprendió que se había apoderado de la menor.

—Solo me voy a resucitar. —Tomó su propio cuerpo inconsciente e introdujo las manos de Chaeyoung en la boca.

—¿Las enemigas se liaron? —Jeong se colocó en el marco de la puerta.

—Nayeon. —Momo se acercó preocupada pero se quedó al lado de Jeongyeon.

—¡¿Qué mierda es esto?! —Logro sacar la moneda del cuerpo inconsciente y se la lanzó a Jihyo.

—Una medalla de un santo. —Dijo rodando los ojos.

—Te intentó exorcizarte. —Jeong no pudo detener su risa hasta se agarraba el estómago de lo fuerte que era su burla.

Momo miraba confusa la escena, incapaz de entender lo que sucedía.

—Agárrala o le hago daño de verdad. —Se colocó a espaldas de Jihyo para que atrapara el cuerpo de la sirena antes de volver a su cuerpo.

—LA MATARE. —Dijo recobrándose y jalándose.

—TRANQUILÍZATE. —A Jihyo le costaba sostenerla.

—MALDITA LOCA, TU PUTA AGUA BENDITA, CRUCES O LO QUE SEA RELIGIOSO NO FUNCIONA CONTRA MÍ, DEJA DE VER PELÍCULAS Y COSAS DE HUMANOS.

—Te mataré de alguna manera. —Amenazó Chaeyoung— Te haré pagar lo que me debes.

—¿Por qué? —Preguntó Momo poniéndose en medio.

—Mina me dejo y está claro quién tiene la culpa. —Lo dijo casi sollozando.

—¡No tengo que ver en eso, ahora salgan de mi habitación todas! —Pese a la furia que la invadía se esforzaba por no atacar.

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