Capitulo 8

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Víctor no había recuperado sus recuerdos, pero había empezado una nueva estrategia, empezar como amigos cercanos, ir a citas, salir juntos, platicar juntos, a veces tomando un poco sus manos, a veces tratando de darse besos que solo terminaban siendo caricias sutiles en la mejilla.

Aun no regresaban a vivir juntos, todavía no estaban cómodos con eso, ahora mismo se hallaban en una cita habitual en una cafetería, comían tranquilos conversando de cosas triviales, habían pasado apenas dos horas, aún era temprano, pero despidieron pronto, ambos tenían cosas pendientes por hacer, habían retomado sus proyectos, Víctor con la futura escuela de patinaje y el entrenamiento de Yuuri y Otabek con los programas para las futuras competencias.

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Habían pasado casi 3 meses, y Víctor no podía recordar aun varias cosas. Caminaba hacia una cita de terapia con acupuntura, y después de eso iría a una sesión de hipnotismo, había empezado a probar cosas nuevas para recordar, Otabek le había dicho que empezaran de cero y que no se preocupara por el pasado.

Todo sucedió después de haber explotado, fue la primera vez que había visto llorar a Otabek, le había sorprendido demasiado, que mientras veían una película como normalmente lo hacían, de repente las emociones del pelinegro se desbordaran, no había sabido que hacer por un momento, pero después lo consoló lo mejor que había podido, por eso habían empezado a ser un poco mas que amigos, por que no soporto ver así al pelinegro.

El hecho era que había notado que Otabek en serio era un buen chico, era amable, y a veces audaz y podía ser divertido, y de pronto se había visto a si mismo empezado a notar cada acción que hacía, cada movimiento, su cuerpo sentía deseo, y se avergonzaba por pensar así, por que a pesar de que al parecer su cuerpo recordaba, su mente se negaba a aceptarlo del todo.

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Era medianoche, y Víctor había despertado de un sueño, al parecer era parte de sus memorias, se sonrojo violentamente al recordar, últimamente solo pensaba en cosas pervertidas, debía hacer algo antes de enloquecer.

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-hola, Otabek pasa- dijo Víctor abriendo la puerta, había citado al pelinegro en su casa

- ¿paso algo? - le pregunto el kazajo mirándolo- es raro que me pidas venir tan tarde

-veras- dijo nervioso- hay algo que quiero hacer, pero no sé si te ofenderá que te lo diga

-jamás me ofendería nada que venga de tu boca- le dijo con una sonrisa tierna

-he recordado algunas cosas, y...- dijo mirando la expresión esperanzadora del pelinegro- no es mucho, pero, últimamente mi cuerpo quiere tocarte y mis sueños se vuelven mas y mas lujuriosos, en todos ellos estas, yo quería... - dijo sonrojándose sin saber cómo pedirlo

Otabek sonrió, tal vez no era lo que esperaba, pero era un avance, se acerco sujetando la cintura del peli plata, para acercar sus labios a los contrarios dándole un suave beso

-lo podemos intentar, y si me pides que pare lo hare

-Otabek- gimió enrojeciendo al instante sintiendo como su trasero era apretado

Víctor lo tomo de la mano para ir al cuarto, ambos quedaron desnudos, mientras Víctor tapaba un poco su cuerpo con pudor, él lo había sugerido, pero se sentía cohibido, miro a Otabek, que le daba besos, y acariciaba su cuerpo con maestría, conocía todos sus puntos débiles, sintió la preparación, sintiéndose extraño, deteniendo las manos de Otabek por un momento.

- ¿debo parar? -pregunto sin detener las caricias y los besos que dejaba por su cuerpo

-no pares- gimió- solo...solo siento tanto placer que... no puedo

-entonces te hare el amor, tal como antes lo hacía- dijo para retirar sus dedos entrando en ese cuerpo con cuidado, para después dar embestidas suaves

Ambos se movían al compás, al principio Víctor no participaba, pero pronto fue perdiendo la timidez, para moverse y tocar el cuerpo del kazajo sin ninguna inhibición, parecía que él también conocía cada lugar especial de Otabek, los movimientos duraron un poco más, acelerándose, Otabek se acerco a sus labios, poseyéndolos con rudeza mientras los movimientos se volvían mas necesitados, pronto ambos acabarían.

-Otabek, Otabek- gimió con pequeñas lagrimas

-te amo Víctor, te amo- dijo para volver a darle un beso, mientras ambos llegaban al orgasmo

Después de un rato mientras ambos estaban recostados, Víctor miro el rostro durmiente de Otabek, había sido maravilloso, lloro, Otabek le había demostrado tanto amor mientras lo hacían, pero para el solo fue algo para saciar su cuerpo, se sentía como lo peor utilizando al pelinegro sabiendo que no le negaría nada por amor.

Se quedo dormido después de sollozar un rato, no podía seguir haciendo eso....

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Habían pasado solo dos días desde que habían intimado, y Víctor ahora se hallaba frente al medico esperando que le diera los resultados de sus últimas pruebas, lo veía leer, estaba demasiado nervioso, esta vez había ido solo a su consulta.

-felicidades señor Nikiforov, el tumor ha cesado por completo y no hay signo de que resurja, podemos decir que esta completamente curado, ahora solo tendrá revisiones cada seis meses, para después ser anuales, ¿tiene alguna pregunta?

-doctor, todavía no recuerdo muchas cosas, ¿Cuándo podre recordar todo de nuevo? Ha pasado mucho tiempo y yo...- dijo cabizbajo

-escuche señor Nikiforov- dijo con un poco de pena- tal vez no pueda recuperar esos recuerdos, debería enfocarse en avanzar, si se queda buscando el pasado le hará mal

-pero...- dijo conteniendo las lágrimas- tengo un esposo, y no puedo recordar casi nada, solo recuerdo una relación física, creí, creí- dijo con una mueca de dolor- creí que avanzar seria lo mejor, empezamos de nuevo, pero no siento el amor que se necesita para unir a dos personas

-siendo sincero- dijo el doctor levantándose de su escritorio para acercarse al peli plata- le dije al señor Altin que había una posibilidad de que el amor que sintieran pudiera ser solo a causa del tumor

-pero en ese tiempo estaba sano- dijo confuso

-puede que la masa hubiera empezado a crecer, aunque sea pequeña una masa extraña en el cerebro puede afectar bastante, podría haberlo vuelto agresivo, paranoico, o en otros casos, amar a alguien completamente fuera de los estándares de gustos personales

-entonces, ¿Qué hare ahora? - preguntó de pronto algo alterado- ¿cómo le diré, que le diré? Dígame que hacer

-calma señor Nikiforov- dijo el doctor- piénselo bien, no soy nadie para decidir por usted, pero en mi opinión personal, no debería atarse a una persona si no siente afecto, solo los lastimara a ambos, no digo que se divorcien- dijo rápido- pero podría servirles un tiempo lejos, definir sus sentimientos

-gracias doctor- dijo calmándose- nos veremos entonces en seis meses

Víctor se despidió del doctor, caminando un poco confundido, el doctor tenia un punto, era algo que ya había estado pensando, pero no había querido platicar con nadie, pues temía que sus amigos lo juzgaran, que le dijeran que era egoísta por dejar a un buen hombre, por utilizarlo solo para dejarlo de todas formas.

Vio a lo lejos a Otabek saludarle con una pequeña sonrisa, como siempre, esperándolo en esa cafetería para su cita del día, quiso saludarle también alzando su mano, pero no pudo, ni siquiera podía poner una sonrisa falsa, miro con ojos dolidos a Otabek, que corrió a su encuentro, Víctor solo lo abrazo, sujetando con fuerza la chaqueta del pelinegro, tenia su respuesta....


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