Capitulo 3

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Cuando despertó se hallaba en el hospital, a su lado Otabek sostenía su mano, mirándolo preocupado.

- ¿Qué paso? - pregunto confundido con un leve dolor de cabeza

-te desmayaste- dijo Otabek- te trajeron porque no recuperabas el conocimiento

-solo debo dormir más, perdón por preocuparlos

El sonido de la puerta se escuchó, era un doctor que entraba en compañía de otros dos más, y algunas enfermeras

-buenas tardes, señor Nikiforov- dijo acercando un banquillo para sentarse frente al ruso-

-buenas tardes doctor, ¿todo esta bien? ¿es solo fatiga? - pregunto Otabek

-me temo que no les tengo buenas noticias- dijo empezando su explicación, al terminar salió de ahí, dejando a la pareja sola, se empezaría a llevar a cabo un tratamiento con medicamentos, y una vez estable se decidiría una fecha para la cirugía.

-Otabek- lloro el peli plata abrazándolo- perdóname, debí venir antes, debí haberte hecho caso

- ¿por qué pides perdón? tu no tienes culpa de nada

-pero la boda, y los invitados que viajaron, Otabek no quiero morir sin haberme casado contigo

-nadie dijo que morirías, no lo digas- dijo tomando el rostro entre sus manos, secando las lagrimas con sus pulgares- todo estará bien, el doctor lo dijo, todo saldrá bien- dijo abrazándolo fuertemente mientras el ruso lloraba.

******

Habían pasado dos días Víctor veía con tristeza el libro de su boda, un libro lleno de todos los detalles que se verían, y algunas pequeñas anotaciones de las anécdotas durante la preparación, algunas tristes algunas alegres y cómicas, y contenía también todos los detalles de lo que faltaba aun, el día siguiente se suponía que seria su boda, la boda con la que siempre había soñado, sacudió esos pensamientos, no quería volver a llorar, Otabek le había dicho que en cuanto estuviera mejor la retomarían.

Tomo su bandeja al sentir vomito, el medicamento le hacia sentir mareo y vomito, pero según era necesario, le había pedido a Otabek que no dejara sus entrenamientos, que el estaría bien, y aunque se arrepentía un poco por verlo menos tiempo, contaba con las constantes visitas de Yuuri y yurio, y eso le alegraba un poco, aun mantenían en secreto su situación de todos los demás, pero sabia que pronto se enterarían cuando la boda fuera anunciada como cancelada.

Decidió mejor descansar ya era de noche, de nada servía seguir pensándolo, la situación no cambiaría.

Despertó al escuchar mucho ruido en la habitación, susurros que resultaban molestos.

-anciano levántate- le sacudió yurio

- ¿qué pasa? - dijo adormilado, negándose a levantarse

-como que ¿qué pasa? llegaremos tarde a la boda, o a menos que quieras plantar a Otabek en el altar, si quieres eso, siempre puedo ir en tu lugar

Al escuchar eso se levanto de un salto, quitándose las sabanas de encima, el acto lo hizo marearse y por fortuna lo sostuvieron.

- ¿estás bien? - pregunto yurio preocupado- Perdóname, no pensé que reaccionarias así

- oh sí, debí suponerlo, una broma

--por supuesto que fue broma- dijo Yuuri- no plantarias a Otabek ¿o sí? - dijo sonriéndole cuando Víctor alzo la mirada

-no es divertido- dijo llorando- saben que la boda se cancelo

-la boda no se canceló- le dijo Yuuri secando sus lágrimas- Otabek ha seguido tu libro la boda es tal como querías, y se nos hará tarde si no empezamos a prepararte, conseguimos un permiso especial para salir

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