Capitulo 11

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Había tratado de comunicarse con el kazajo y con el rubio, pero Yuri seguía sin contestarle y empezaba a creer o quería creer que tal vez le estaba jugando una broma, una muy pesada y cruel broma.

Ahora estaba en su departamento, viendo su caja de recuerdos, mientras ojeaba su libro de boda, con toda la planeación, miro su celular con la actualización del estado de Otabek que mostraba la foto de una iglesia, y a su "amiga" de la vez pasada, cerro sus ojos pensativo, había tomado una decisión, reservo un vuelo, mientras revolvía entre las cosas en busca de una dirección, iría a la enfrentarlo directamente, y si en realidad se estaba casando con alguien más entonces le daría su libertad, lo entendía ahora, no podía seguir reteniéndolo solo con los sentimientos de amor de parte de uno de los dos.

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Estaba cansado no había logrado dormir nada en el vuelo, repasaba y repasaba las palabras que diría, las cosas con las que finalizaría su relación pasada.

Al llegar marco de nuevo a Otabek, esta vez recibiendo una contestación

- ¿Víctor, pasa algo?

-te he estado marcando y no respondes mis llamadas

-ah, seguro hay mala recepción, estoy en Kazajistán,

-lo sé, yo también estoy aquí

- ¿que? ¿Por qué?

- ¿Dónde estás?

-no es buen momento, te daré la dirección de mi casa, puedes esperarme ahí

- ¿dónde estas ahora? ¿es cierto que te vas a casar?

- ¿que? Escucha- se escucho un suspiro- te diré donde estoy, solo que sepas que no es lo que crees, no se dé donde sacaste eso

-yura me lo dijo

-seguro te jugo una broma- dijo Otabek guardando silencio, pero Víctor alcanzo a escuchar la voz de una mujer que le decía que era hora- te mando la ubicación, puedes venir espérame afuera y no te desvíes, no conoces el país

Víctor recibió un mensaje con la dirección de una iglesia, y la de la casa, iría a esa iglesia primero, no se creía nada, y si estaba con una mujer ya vería.

Tomo un taxi, y bajo presuroso al ver la iglesia, abrió un poco la puerta del lugar, viendo de reojo, observando al pelinegro parado en el altar con un elegante traje, se sorprendió, escuchando al típica frase de si alguien se oponía, se sintió molesto, Otabek le había mentido, le haría un escándalo, pensó decidido.

-yo me opongo!!- grito abriendo las puertas de par en par- nosotros estamos casados, no puede casarse

Toda la gente lo volteo a ver, y Otabek se acercó corriendo, pidiendo disculpas, diciendo que continuaran la ceremonia, mientras trataba de sacar al peli plata de la iglesia

-déjame! - grito Víctor- no puedes casarte, no estamos divorciados

-¡¡Víctor basta, estas arruinando la boda de mi hermana!!- le grito Otabek viendo que no podía detener los gritos

-mentiroso- lloro Víctor- solo quieres echarme

-disculpa- dijo la chica acercándose en su vestido blanco- pero en serio somos hermanos, solo nos vimos una vez antes tal vez por eso no me recuerdas, y mi prometido esta halla- dijo señalando a un hombre que lo saludo de lejos- por eso, hermanito salte y déjame seguir mi boda- dijo sonriendo, pero claramente molesta por la escena

Al final ambos fueron sacados y ahora estaban sentados fuera de la iglesia, bajo la sombra de un árbol, ambos sin decir nada, aunque Otabek se veía molesto al ser echado de esa forma en un evento tan especial, ya se estaba imaginando lo que diría su hermana después y sus familiares, seguro le recordarían ese incidente en cada oportunidad que tuvieran.

-perdóname, creo que sobre reaccione, pero yura dijo que te estabas casando y que era maduro de mi parte aceptar que fueras feliz

-te dije que te hizo una broma, no entiendo por que lo hizo, tal vez era un plan ridículo para activar tus recuerdos o algo así, si no te dije nada fue porque regresaría pronto, además seguimos pensando sobre esto

-si lo hizo para hacerme reaccionar lo logró- dijo Víctor- creo que solo cuando pensé que podía perderte aclare mis pensamientos

-sabes que lo que me importa son tus sentimientos- dijo Otabek serio

- no entiendo mis sentimientos, solo sé que no puedo vivir sin ti

-no es suficiente, no podemos seguir una relación solo con eso, ¿lo entiendes cierto?

-lo entiendo- dijo Víctor mirando la cara algo triste del pelinegro- por eso, vengo a pedirte que seas mi novio, me gustas Otabek- dijo mirando la incredulidad del rostro contrario- no recuerdo al Otabek del pasado- dijo con dolor- pero el Otabek que me has mostrado me gusta, por eso dame una oportunidad de amarte

-si estas jugando...- dijo sintiendo escocer sus ojos

-jamás jugaría contigo, en este tiempo solo, a pesar de que me acostumbre a tu compañía, no era algo que me impidiera seguir mis actividades, sin embargo, seguí buscándote, buscándote en los lugares que frecuentábamos, viendo sombras del pasado donde estuvimos juntos, anhelando solo verte, aunque fuera un momento, si eso no significa que me gustas entonces no sé qué es

-espero que no sea obsesión

-solo dime si me aceptas- dijo Víctor abochornado por sus palabras, y haber confesado sus pensamientos sintiendo que era más vergonzoso que cuando sugirió tener sexo con el pelinegro- ¿quieres ser mi novio? ¿quieres ser el novio de este Víctor del presente? ¿serias capaz de darme una oportunidad?

Otabek lo pensó un momento, miro al peli plata avergonzado frente a él, nunca creyó escuchar una confesión tan romántica de la boca de Víctor, usualmente era más audaz con acciones que con palabras, detuvo sus pensamientos un momento, sintiéndose molesto consigo mismo, seguía comparando a Víctor del pasado con Víctor del ahora, era cierto que eran la misma persona, pero tal vez él también había hecho mal, al presionar a Víctor para que recordara como actuaba antes, empezó a rememorar todo lo que habían vivido desde su recuperación, las citas cortas que tenían, cada palabra, cada acto, sonrió, no había duda de alguna forma se había vuelto a enamorar de la misma persona aunque su personalidad fuera algo distinta.

-sí, me gustaría ser tu novio- dijo Otabek sonriéndole, para después acercarse tomando el ostro de Víctor suavemente y darse un corto beso, apenas por unos segundos

Ambos se miraron para volver a acercarse, reconociéndose, se habían extrañado muchísimo, y pensaron a la par que tal vez Yuri había mentido, pero le darían después un regalo por darles esa nueva oportunidad.


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