Llego a casa y miro a mi alrededor, al no ver a mi madre decido entrar en la cocina, no sin antes dejar mi mochila tirada al lado de la puerta.
Abro la nevera y de ella saco lo necesario para hacerme un sandwich, me siento en un taburete y comienzo a comer mientras miro Instagram en mi teléfono.
Cuando termino vuelvo a coger mi mochila y subo hasta mi habitación para dejarla allí, después comienzo a hacer los ejercicios que han mandado.
Ali✨: Nena, ¿quedas esta tarde? Me apetece un rico y sabroso croissant de la cafetería.
Sonrío al leer el mensaje de mi mejor amiga.
Yo: Por supuesto, ahora también me han dado ganas a mi.
Le doy a enviar y me dispongo a terminar o que había empezado hace unos minutos.
Una vez llega la hora bajo por las escaleras, cojo dineros y mis llaves y salgo de casa.
En la lejanía puedo visualizar a Alisa quien me espera junto a la cafetería apoyada en la pared.
-Aquí tienes-me dice entregándome uno de los dos dulces que sostenía en sus manos.
Lo cojo y le extiendo el dinero correspondiente a su precio.
-¿Le has dicho ya a tu madre del concurso?-pregunta dando un bocado al croissant.
-Aun no, cuando he llegado no estaba en casa, me imagino que está todavía en el trabajo-respondo para luego señalarle un lado del labio, ella rápidamente entiende y pasa la lengua por ese lugar para quitarse el chocolate que había quedado allí.
Seguimos hablando mientras que caminamos por las calles, en la distancia visualizo a alguien que conozco muy bien.
Alix, el cual esta saliendo de un gimnasio con su bolsa de deporte en la mano, pero lo que me sorprende es que se trata de uno de los gimnasios de mi hermano.
-¿Valery?-me llama interrogante Alisa.
-Si, ¿que decías?-pregunto volviendo a la realidad y dedicándole nuevamente mi atención a mi amiga.
-Digo que si te parece puedo acompañarte hasta el trabajo de tu madre-me informa con el ceño fruncido.
-Ah, claro, me parece genial, además así podemos llevarte en coche hasta casa-le respondo con una enorme sonrisa y ella deja de fruncir el ceño para devolverla.
Luego de eso ambas caminamos hasta el edificio en el que trabaja mamá.
Saco el teléfono de mi bolsillo para marcar su número.
-Hola cariño-responde luego de unos segundos.
-Hola mamá, Ali y yo estamos frente al edificio en el que trabajas-le informo.
-¿Si? Esperarme, acabo de terminar mi turno-responde para seguidamente colgar.
Alisa y yo nos mantenemos sentadas en un pequeño muro al lado del edificio mientras conversamos sobre cualquier tontería, minutos después mi madre aparece por la puerta y una vez sale al exterior mira a su alrededor en nuestra busca.
Ali y yo nos levantamos y caminamos hacia ella, se gira y nos muestra una sonrisa al vernos.
-Hola chicas-nos saluda mientras nos da un beso en la mejilla a cada una.
Para mamá Alisa y Andre son como sus hijos, ellos siempre han estado a mi lado y han pasado casi mas tiempo en mi casa que en la suya propia, es más cuando Andre le contó a sus padres sobre su orientación sexual y su padre le rechazó él vino hasta mi casa, mi madre le preparó un chocolate caliente y los tres nos sentamos en el sofá mientras que mi madre y yo intentábamos consolar y distraer a Andre.
Las tres nos subimos al coche y mi madre lleva a Alisa hasta su casa.
-Hablamos luego-me dice Alisa bajando del coche, yo respondo con un asentimiento de cabeza.
-¿Hoy has hecho un turno más largo no?-pregunto a mi madre una vez arranca el vehículo.
-Si, hoy a habido más trabajo del habitual, ¿que has comido?-pregunta interesada.
-Me he hecho un sandwich-respondo encogiéndome de hombros.
-¿Solo?-me interroga mamá alzando una ceja desconforme.
-No tenía hambre, había comido mucho en la cafetería-digo restándole importancia y logrando que deje el tema.
Unos minutos después llegamos a casa y subo rápidamente las escaleras para dejar mi teléfono cargando, se me había quedado sin batería después de llamar a mama.
Luego subo hasta el ático y miro todos los cuadros colgados por las paredes y realizados por mi.
Mi profesora tenía razón, los cuadros que mejor me salían y disfrutaba eran los retratos y viendo mi pared quedaba más que claro, en muchas ocasiones eran de rostros conocidos, miembros de mi familia o amigos pero algunos de ellos eran de personas que pude ver en algún parque o de mi propia imaginación.
Algo que nunca he hecho es el dibujarme a mi misma, tengo retratos de mucha gente pero ninguno mío, aun así no lo veía adecuado para el concurso.
Me decido por observar los demás cuadros que tengo, en los que hay algún paisaje o escenas de personas paseando, niños jugando en el parque...
Bajo nuevamente las escaleras hasta el primer piso y busco a mamá quien está sentada en el sofá viendo un programa de reformas de casas en la televisión.
-Mamá-exclamo llamando su atención-lee esto-le indico mientras extiendo en mi mano el folleto del concurso.
Mi madre agarra el papel de entre mis manos y comienza a leerlo, las emociones son claras en su rostro, confusión, sorpresa y por último felicidad.
-¿Vas a presentarte no?-pregunta esperanzada y yo asiento en respuesta.
-Si a ti te parece bien, si-le respondo.
-Pues claro que me parece bien cariño, esto es una gran oportunidad para ti, sabes que estoy muy orgullosa de ti y que deseo que hagas lo que mas ames, si esto es lo que quieres hazlo, no vayas nunca a arrepentirte de no haber hecho algo si podías hacerlo-me responde mientras se levanta y me rodea con sus brazos.
Mi cabeza queda en su pecho y aprieto mi agarre a ella.
-¿Te he dicho ya que eres la mejor del mundo entero?-pregunto en un susurro pero es aludible para ella.
-No me cansare de escucharlo-admite dejando un beso en mi frente-el domingo le cuentas la noticia a tu hermano y Jane, les va a encantar la idea.
Luego de esto cenamos y yo finalmente me despido de ella para subir hasta mi habitación.
Abro el armario y de lo alto de este saco una caja con un cartel pegado en la tapa.
"Caja de los recuerdos"
La abro y sonrío al ver algunas fotos en ella, cojo una de ellas en la cual aparecen mi madre conmigo en sus brazos y mi hermano a su lado mientras que sonríen a la cámara.
Siempre he mirado y me ha gustado esta foto pero hasta ahora no me había dado cuenta de la ceja de mi hermano, en la que se puede apreciar una raja de la que sé ahora tiene una cicatriz.
Lo que más me sorprende es que en la foto mi hermano tendría unos diez años aproximadamente.
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Holaa!!¿Que os ha parecido el capítulo?
Espero que os haya gustado ♥️.
Nos leemos muuuchos besooss 😘.
Instagram 💙 palabrassinfin1
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El arte en sus colores (MEYAB#3)
Teen FictionElla amante del arte, enamorada de sus pinceles y sus lápices, Valery ha crecido y ahora su único pensamiento se encuentra en su pintura, pero aun así añora un amor como el de su hermano. Él alguien indescifrable, encerrado en su propia burbuja dond...