Entro por la puerta del gimnasio y me sorprendo al ver la recepción vacía.
Después de deja mis cosas entro en la sala y algunos se giran a verme curiosos aunque después vuelven a lo que estaban haciendo.
-¿Has visto a mi hermano?-le pregunto a uno de los chicos.
-Creo que hoy no ha venido-responde y yo le agradezco para seguidamente alejarme.
Cojo mi teléfono y marco el número de Adam.
-Dime enana-responde al tercer tono.
-¿Donde estas?-le pregunto y él maldice al otro lado de la línea.
-Se me olvido avisarte de que hoy no podía ir al gimnasio, ¿puedes entrenar sola hoy?-pregunta.
-Si, claro, no te preocupes, tampoco es tan difícil-le respondo y él suspira aliviado.
-Genial, nos vemos mañana entonces, te quiero enana-se despide para después colgar sin dejarme responder.
-Fantástico-murmuro dejando el teléfono sobre uno de los bancos .
Cojo los guantes y las vendas y me siento para comenzar a vendarme las manos.
-¿Hoy entrenas sola?-levanto la cabeza al escuchar la pregunta y mis ojos chocan con los de alguien que conozco muy bien.
-Eso parece, mi hermano no viene hoy-le respondo bajando de nuevo la mirada para ver mis manos.
-Te ayudo-dice agachándose y tomando mi mano entre las suyas junto a la venda.
-¿No entrenas?-le pregunto y el sonríe levemente.
-¿Quieres que entrenemos juntos?-pregunta con una ceja alzada.
-No te he dicho eso-le respondo veloz y él ríe.
-Lo sé, te estoy preguntando yo-explica cambiando a la otra mano para comenzar a vendarla.
-¿Estas seguro?-le pregunto y el levanta la cabeza para mirarme.
-Nunca he estado más seguro-responde y yo sonrío aunque rápidamente intento disimularlo.
Una vez venda mis manos y yo me pongo los guantes los dos nos ponemos de pie y caminamos hasta la parte donde suelo entrenar con mi hermano.
-Golpea-dice poniendo delante de él las dos almohadas color rojo.
Comienzo a golpear y él a veces me ataca para que sea yo quien deba esquivar.
Pasamos una hora entrenando hasta que mi reloj en la muñeca comienza a sonar.
-Parece que hemos terminado-le digo quitándome los guantes.
-¿Tienes algo que hacer?-pregunta quitándose él también los suyos.
-Ir a casa, cenar y dormir-le respondo dejando los guantes a un lado para quitarme las vendas.
-¿Quieres cenar conmigo?-pregunta con precaución.
Le miro sorprendida y él me dedica una sonrisa.
-Tendría que llamar a mi madre y hará muchas preguntas-comienzo a decir.
-Entiendo, ¿no quieres?-me interrumpe, levanto la mirada para chocar con la suya.
Quiero, claro que quiero, pero no se si debo.
-¿Dónde iríamos?-pregunta alzando la ceja derecha.
-Puedes decidir, aunque recuerdo que a la pequeña Brooks le encantaba la pizza-responde haciendo que sonría en su dirección.
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El arte en sus colores (MEYAB#3)
Novela JuvenilElla amante del arte, enamorada de sus pinceles y sus lápices, Valery ha crecido y ahora su único pensamiento se encuentra en su pintura, pero aun así añora un amor como el de su hermano. Él alguien indescifrable, encerrado en su propia burbuja dond...