Capítulo 21

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Rompemos el abrazo justo cuando mi teléfono comienza a sonar, cojo mi mochila y saco este del bolsillo pequeño de fuera.

-¿Si?-pregunto sin mirar el nombre que aparece en la pantalla.

-Cariño, ¿dónde estás?-escucho preguntar a mi madre con voz preocupada.

-Estoy en casa de Alix haciendo el trabajo de arte, se me olvido decírtelo esta mañana, lo siento-respondo recibiendo un suspiro de alivio del otro lado.

-Vale, ¿a que hora llegaras?-pregunta ahora más tranquila.

-Pues no sé, no llegare tarde tranquila-le informo.

Miro por el rabillo del ojo a Alix que se encuentra escribiendo cosas en su cuaderno, después me despido de mi madre y vuelvo a guardar el teléfono.

-Oye, en cuanto a lo que acaba de pasar te pido que no cuentes nada a nadie-le pido a Alix y él alza una ceja mientras me mira.

-No iba a hacerlo-me responde y yo asiento-Valery, lo siento

-¿Por qué?-pregunto confundida.

-Por haberte presionado, siento haberte provocado un ataque-explica sonando con total sinceridad.

-Alix, no ha sido culpa tuya, los ataques son algo que no puedo controlar, no me gusta que me presionen pero tu no lo has hecho, solo has dicho la verdad, no soy esa chica tan alegre que la gente cree que no tiene problemas-le trato de explicar mientras cojo una de sus manos de forma tranquilizadora.

-¿Desde cuándo los tienes?-pregunta evitando continuar la conversación.

-Desde pequeña, no sé muy bien cuando comenzó, cuando era pequeña no sabía porque me pasaba y era Adam quien debía tomar las riendas de la situación, mi madre estaba muy preocupada y no sabía que hacer y aunque mi hermano tampoco de alguna forma inexplicable era el único que lograba calmarme-comienzo a explicarle y cuando lo miro y nuestros ojos chocan sé que me esta prestando toda la atención-Quizá esa es una buena explicación de por qué siempre ha sido tan protector conmigo, tiene miedo, soy su hermana pequeña.

Alix aprieta mi mano en forma de apoyo y le dedico una sonrisa.

-Con el paso del tiempo nos dimos cuenta que una de las formas para controlarlo era el boxeo, por eso comencé a entrenar con Alix en su gimnasio, tenía alrededor de 12 años cuando empecé a boxear con él-le explico mientras mientras miro nuestras manos agarradas.

-¿Cuál era la otra forma?-pregunta interesado.

-Pintar-respondo con una sonrisa-siempre que estaba dibujando me olvidaba de todo, solo existíamos el lienzo y yo, eso me ayudo muchísimo, cuando algún pensamiento negativo o algo agobiante invadía mi cabeza subía a mi ático y me ponía a pintar, termine teniendo más cuadros que años para pintarlos, cada indicio de ataque era un cuadro, pero, luego me dí cuenta de que no solo lo hacía para distraerme y evitar pensar cosas negativas, lo hacía porque lo amaba, porque pasó de ser una distracción a ser mi vida, Andre y Ali suelen decir que no vivo para pintar sino que pintar me hace sentir viva-las lágrimas comienza a caer por mis mejillas-y tenían razón.

Claro que tenían razón, desde que he dejado de pintar he dejado de sentirme viva, es cómo si hubiera perdido parte de mi, para mí pintar es como para mi cuerpo el corazón, esencial.

-¿Por qué lo dices en pasado? Valery tú pintas, tú vives-dice Alix y yo niego mientras lloro.

-Ya no, ese jodido concurso me ha destrozado la vida Alix, no sé que me pasa pero no soy capaz de hacer un cuadro, por eso llevo toda la semana evitando este trabajo, no sé que me pasa pero lo que sí sé es que ahora los ataques han vuelto y en parte yo tengo la culpa, mi arte tiene la culpa-respondo con voz rota.

Alix me coge de la barbilla y me levanta la cabeza para que nuestros ojos se miren, los míos probablemente tristes, los suyos preocupados pero seguros.

-Yo te ayudaré, no permitiré que pierdas esto Valery, que te pierdas a ti misma, nunca me lo perdonaría créeme-dice con voz firme y segura.

Y le creo, lo hago porque mi corazón comenzó a latir a gran velocidad cuando lo escuché, porque algo se iluminó dentro de mi, porque él había conseguido que tuviera esperanza.

El trabajo quedo así aquel día, él escribiendo cosas en su cuaderno y yo llevando de vuelta a casa un papel vacío pero sintiéndome un poco más llena.

-Ya estoy aquí-exclamo cerrando la puerta de casa detrás de mí.

Subo hasta mi habitación y dejo allí mi bolsa de deporte y mi mochila, las cosas para pintar las había dejado en casa de Alix.

-Hola cariño-me saluda mamá cuando me acerco a ella para dejar un beso sobre su mejilla.

-Hola mamá, ¿que ves?-le pregunto sentándome junto a ella en el sofá.

-Construcciones y decoraciones de casas-me responde y yo miro el televisor interesada.

A mi madre y a mí siempre nos han gustado ese tipo de programas, soñar con lo que haríamos en la nuestra pero que luego no ocurriría.

-¡Pero que papel más feo!-exclamo viendo un papel de pared que habían elegido para el salón.

-¿Verdad? Cuando lo eligieron supe que sería un gran error, es horroroso-apoya mi madre mi comentario.

-Es un insulto a la decoración-termino por añadir haciendo que mi madre ría y por ende termine haciendo lo mismo.

-¿Como os ha ido el trabajo?-pregunta mi madre cambiando de tema.

-Bien-miento encogiendo mis hombros.

No había ido mal pero obviamente tampoco bien, pero conocía a mi madre, si decía que ni bien ni mal ella preguntaría y yo tendría que contarle del ataque y no quería que se preocupara más de lo que ya estaba.

Después de cenar subo a mi habitación y saco un papel y un bolígrafo para comenzar a escribir en él la lista de Alix para su cuadro.

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Holaa!!

¿Que os ha parecido el capítulo?

Espero que os haya gustado ❤️.

Por cierto, FELIZ NAVIDAD!

Nos leemos muuchos besooos 😘.

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El arte en sus colores (MEYAB#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora