Capitulo 26

129 10 0
                                    

Salgo del aula y en lugar de ir a mi próxima clase decido caminar hacia el aparcamiento y subo a mi coche.

Agarro mi teléfono y busco rápidamente entre mis contactos, una vez encuentro el nombre pulso sobre el.

-¿Diga?-preguntan al otro lado de la línea.

-He dejado de pintar, mamá lo sabe pero decidimos no contar nada, hace meses que no toco un pincel-confieso con las lágrimas rodando por mis mejillas.

-¿Por qué no me lo contaste?-pregunta intrigada la persona al otro lado.

-Porque tengo miedo, me estoy perdiendo y no quiero haceros daño a ninguno, menos aún a ti-le respondo con voz entrecortada-no sé ni quien soy, me siento vacía y lo único que sé es que los ataques son cada vez más fuertes, no quiero que me ganen, necesito ayuda, vuestra ayuda-le pido notando como me comienza a faltar el aire.

-¿Donde estas?-pregunta con preocupación probablemente al notar mi falta de aire.

-En el aparcamiento del instituto-respondo llevándome una mano al pecho.

-Estoy yendo para allá, no estoy lejos, no me cuelgues ¿vale?-me suplica con voz asustada.

-Estaré bien-le digo para intentar calmarlo aunque la voz ya apenas sale de mi.

-No hables, intenta controlar tu respiración por favor enana-dice rompiendo su voz en la última palabra.

-No puedo, no puedo controlarlo-le respondo asustada-tengo miedo Adam, mucho miedo-le admito.

-No lo tengas estoy llegando, estoy al lado Val-me informa hablando a gran velocidad.

Cierro los ojos en busca de aire, pero siento todo lo contrario y el coche comienza a parecerme demasiado pequeño, intento abrir la puerta pero no puedo y me desespero, siento el techo bajando y las puertas acercándose hacia mi, encerrándome.

Me desespero y es cuando comienzo a dar golpes por todos lados, le pego al volante y me llevo las manos a la cabeza mientras respiro por aire, he dejado de escuchar la voz de mi hermano a través del teléfono, lo único que escucho es mi lucha por aire.

No dejo de golpear por todos lados intentando salir de ahí, y cuando siento que me ahogo dejo de hacerlo y me agarro de las piernas escondiendo mi cabeza entre ellas mientras que no dejo de llorar.

De repente noto unos brazos rodeándome, me elevan y sacan del coche para seguidamente sentarme en el suelo sobre sus piernas.

-Estoy aquí enana, no estas sola, respira Val-me pide Adam susurrándome en el oído.

Suelto un sollozo y él intensifica su abrazo.

-Shhh, todo terminará hermanita, no permitiré que te pase nada, lo prometo-dice mientras se balancea levemente.

Rodeo su cuello con mis brazos y escondo mi cara en su cuello.

-No te vayas, por favor-le pido y él besa mi frente.

-Nunca enana, no pienso ir a ningún lado-responde y nos mantenemos así.

Ambos nos quedamos abrazados el uno al otro, él siendo aquel soporte que me mantiene en pie y que con su abrazo une cada pedazo de mi mantiendome en control. Yo, siendo para él lo más importante de su vida y que con mi abrazo se asegura de que aún sigo aquí, junto a él.

Nos mantenemos abrazados para recordarnos que siempre estaremos ahí para el otro, sin importar la circunstancia, reconstruyéndonos y pegando los pedazos del otro.

-Todo estará bien-dice en susurro aunque sé que es más para convencerse a sí mismo que a mí.

-Todo estará bien-le confirmo antes de quedarme dormida en sus brazos.

Me remuevo y al hacerlo noto que estoy en mi cama, abro lentamente los ojos y efectivamente me encuentro en mi habitación.

Salgo de ella y en el camino voy recordando todo lo ocurrido en el aparcamiento.

-¿Cuánto tiempo lleva así?-escucho preguntar a mi hermano desde la cocina.

-No lo se, ella me dijo que estaba mejor, es cierto que no había vuelto a pintar pero me aseguro que los ataques habían mejorado-le responde mi madre.

-Nunca la había visto así mamá, Val nunca había pedido ayuda, nunca-señala Adam con la desesperación adornando su voz.

-Ella es fuerte hijo, tanto como tú, nuestra pequeña es una guerrera-dice mi madre en modo tranquilizador.

Es entonces cuando decido que he escuchado lo suficiente, por lo que entro en la cocina.

-Hola-los saludo y ellos miran en mi dirección.

Adam se levanta rápidamente de la silla y camina hacia mi.

-¿Cómo estas?-pregunta con preocupación.

-Estoy bien-le respondo y le muestro una pequeña sonrisa.

Mi madre camina hacia mi y me rodea en un abrazo.

-Te queremos mucho-dice y yo asiento.

-Lo sé, por eso sois mi punto de control-le digo y ella y Adam me miran confundidos.

Suelto un suspiro y comienzo a contarles de mi conversación con mi profesora arte.

-Tengo que encontrarme a mi misma y para ello antes debo controlar mis ataques-miro a Adam-cuando te llame fue porque empecé a sentirme mal, sabía que iba a darme un ataque y no podría frenarlo, por eso te llame, porque sabía que me ayudarías.

-Nosotros somos tu control-dice mamá y asiento.

-Todos aquellos que quiero y me quieren lo son, el arte hace que me olvide de todo por eso nunca sufrí ataques cuando pintaba, pero cuando mis obras dejaron de expresar me asuste y pensé que no era lo mío y de ahí que me den ataques cada vez que quiero pintar, porque tengo miedo de que nunca vuelva a sentir lo mismo que antes-les explico-tengo que volver a encontrarme y encontrar mi camino y para eso necesitare de toda la ayuda que pueda.

-La tendrás, estamos contigo-asegura mamá.

-Y no iremos a ningún sitio-añade Adam y ambos me rodean en sus brazos.

Esos brazos me mantenían de pie y entonces comprendí a lo que se refería mi profesora.

La ayuda no me hace débil, ellos me hacen más fuerte y eso es justo lo que necesito, fortaleza.

Porque como cualquier cuadro solo necesito de pinceles y colores para tener vida, ellos son mis pinceles y colores y  con su ayuda sé que haré el mayor cuadro que haya hecho nunca.

Porque yo no me rendiré tan fácilmente, aún me quedan muchos cuadros por pintar y este solo será uno más de ellos, eso lo prometo.

-----------------------------------------------------------
Holaaa!!

¿Que os ha parecido el capítulo?

Espero que os haya gustado❤️.

Nos leemos muuchos besooos 😘.

Instagram 💙 palabrassinfin1

El arte en sus colores (MEYAB#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora