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ʜʏᴜɴᴊɪɴ ᴘᴏᴠ

A estas alturas de mi vida, creo que la mala suerte es algo que se nació en mi y siempre permanecerá aquí.
O simplemente mi mejor amiga es bruja en secreto y me tiró un hechizo para amanecer totalmente recompuesta luego de mi resfrío de fin de semana.
Mi madre ni se esforzó en creerme que tuve fiebre y casi muero alucinando, así que terminé camino a mi primer día —oficial— como estudiante de la universidad en la carrera de veterinaria...

Suena muy simple para lo complicado que es.

Dentro de todo el martirio que he estado viviendo, me regalaron una motocicleta para ser más independiente. Claro no era gratis, de hecho, el trato fue que debía pagarla en cuotas a penas me graduara y entrara a trabajar porque en la vida nada es gratis.

Espero que lo olviden.

Hoy mis ganas de ver a Heejin eran superiores a todo y a penas me podía controlar. Por suerte apareció una chica —muy linda por cierto— de cabello negro para devolverme a mis pensamientos.

YM: H-hola, ¿puedo sentarme allí?

Demonios olvidé poner mi mochila sobre el banco vacío. Ay no.

HY: Sí, sí claro. Soy Kim Hyunjin por cierto.
YM: Heo Yoorim un gusto.

Ella estrechó su mano, y yo le correspondí.

¿Qué más podía hacer?

HY: ¿Eres nueva?
YM: Algo así, solamente me salté la semana de oyente...
HY: Fuiste muy inteligente (reí)
YM: Un segund-

La pelinegra me mira fijamente como si estuviese buscando algo en mi, ayuda.

YM: Creo que estudiamos en pararelos en secundaria.
HY: ¿Segura? La verdad nadie me nota así que, tal vez me estás confundiendo con alguien...
YM: De hecho, todo el mundo te conoce por tu actuación en las actividades del aniversario.
HY: Ay no!

¿Cómo es que ella recordaba eso? Que humillación.

Tapé mi cara en un segundo pero Yoorim no desistía de seguir hablando.

YM: Francamente creo que tú y Tzuyu fueron verdaderos clones en otra vida.
HY: Ojalá pudiera ser tan linda como ella...
YM: Lo eres (guiña)

¿Acaso me estaba coqueteando? No señorita, yo estoy comprometida.

Ojalá lo estuviera.

El profesor interrumpe nuestra extraña conversación con un poco de gritos e insultos, al parecer el hombre venía de mal humor porque toda la clase hablaba y sólo nos retó a nosottas.

Pero de todas formas mi corazón le pertenece a esos hermosos ojos.

Gracias profesor por salvarme de esta. Aunque mirándolo por el lado bueno, ahora tenía una acompañante.

(...)

Pase toda la maldita mañana y post-almuerzo junto a esa bella chica, ahora —tal vez— me agradaba un poco más.
Me ofreció llevarme hasta mi casa en su convertible pero yo ahora tengo mi moto no necesito nada más.

Colors - 2jinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora