Capítulo tres*

709 49 18
                                    

La vista desde la ventana en el tren me mostraba mi distrito, que seguramente sería la última a vez que lo vería.
Al llegar al prado, mi estómago se revolvió al pensar en que ya no volvería a entrar allí para cazar o simplemente para pasar el rato.

Conex estaba sentado al lado mio, viendo una foto de su hermana y él abrazados.

-La quieres mucho-digo casi sin pensarlo.

-No, más que eso, la amo, ella es la niña de mis ojos, y ya no la vere más, le dije que todo estaría bien y me hizo prometerle que volvería, pero esa promesa no se la podre cumplir, sé que no.

Nos quedamos callados unos minutos, yo no sabía que decirle, hasta que entran Haymich y Effie.
Effie nos saludas abrazandonos.

-______, Conex, él es uno de sus 3 mentores, Haymich.

-Tio Haymich-lo abrazo.

-Pequeña, todo estará bien, ya lo veras, no dejaremos que nada malo te pase, ni a ti ni a Conex-lo abrace más fuerte, cuando recuerdo que mis padres tambien serían mis mentores.

-Gracias por todo, te quiero-hago una pausa-¿Y mis padres?-él se sienta en el sillón y suspira.

-Cuando salió de despedirse de ti, explotó peor que antes, tuvimos que cedarla, ahora esta dormida. Tu papá esta con ella, en un momento vendra-y como si lo hubiera llamado, mi padre entra al lugar, corro hasta él y lo abrazo, unas lagrimas se le escapan, doy unos pasos atras.

-No, no papá, no llores-le pido con lágrimas en los ojos.

-Amor, perdón, es que esto es duro para mi, no sé si más que para tu madre, siento como si volviera a la arena-lo abrazo mucho mas fuerte por unos minutos, luego nos sentamos en los sillones, mi padre conmigo agarrandome de la mano y Conex con mi tio Haymich, me seco las lagrimas y le pregunto.

-Oye Conex, ¿Cuáles son tus habilidades?

-Se escalar, tengo buena puntería, y corro rapido, ¿y las tuyas?

-Bueno, se cazar y pezcar, manejar el arco, que es la mejor de mis virtudes, tengo excelente puntería, esquivo cuchillos con mucha facilidad, escalar árboles, distingir si un fruto es venenoso o no, también manejo el hacha, cuchillos, el tridente y las armas que te imagines, hago algunas trampas sencillas, se hacer nudos imposibles de desatar facilmente, se algo de primeros auxilos y de plantas curativas o comestibles, hacer una fogata, soy muy sigilosa, sé como buscar un refugió, y se hacer pan-digo lo último sonriendo como una niña pequeña.

-Oh genial, osea que podremos comer pan calentito todas las mañanas en la arena-todos nos reimos-Pero ya en serio, tienes habilidades increibles.

-Y estoy orgulloso de todas ellas-habló mi papá, que en nuestra conversación se quedo callado al igual que el tio Haymich, solo escuchando.

-Gracias, papi-sonrió, mientras me recuesto en su pecho.

Entonces Effie entró de nuevo a la habitación donde estábamos, haciendo resonar sus tacones en el suelo, diciendo.

-Bien, vamos a ver la cosecha de este año-y empieza a leer mientras en la pantalla nos muestra a los elegidos.

*Distrito 1, Calep y Santa

Distrito 2, Jack y Calíope

Distrito 3, Gabriel y Ana

Distrito 4, Finnick Jr y Aurora

Distrito 5, Trébol y Ashila

Distrito 6, Cano y Cristal

Distrito 7, Tristan y Melisa

Distrito 8, Raid y Madeline

Distrito 9, Taison y Sclavel

Distrito 10, Max y Mia

Distrito 11, Hanton y Dandelaion

Distrito 12... bueno... ustedes.

No podía ser, mis primos Finnick y Tristan habían sido escogidos, esto no podía ser peor, entierro mi cara en el pecho de mi papá mientras lágrimas escapaban de mis ojos, mi papá me daba palmaditas en la espalda y me decía que todo estaría bien, pero yo sabía que no lo estaría, nada puede estar bien si lucharas con tus primos en los Juegos.
Finnick Jr es hijo de la tia Anni y el tio Finnick (imaginen que no esta muerto, ya que la historia cambio y no hubo revolución) todos le decimos Finn, y mi primo Tristan, es hijo de la tia Johanna.

En ese momento, mi mamá entra en la sala.

-¿Qué pasa?-pregunta.

-Estabamos viendo los tributos de este año-le dice Effie y, triste, le da la lista, mi mamá todavia no me vio, ella lee la lista y se le caen unas lagrimas, al levantes la vista y verme, estalla en llanto.

Mi papá me deja en brazos de mi tio Haymich y corre a abrazarla para reconfortarla, diciendole que todo estaría bien.

Pasamos el día hablando de estrategias y trampas, y algunas bromas fallidas del tio Haymich para leventar el animo, llego la noche, luego de cenar, nos fuimos a dormir cada uno en sus respectivas habitaciones.

A la mañana siguiente desperté de mal humor, hay días en que me levanto de mal humor sin ningún motivo aparente, siempre me desquito sola en el bosque, gritando, llorando, golpeando todo lo que se encuentre a mi paso, pero hoy no podré.
Anoche tube pesadillas, tal vez sea por eso mi mal humor de ahora, ya que nadie vino a abrazarme, nadie sabe cuando tengo pesadillas porque me quedo inmóvil, sin gritar, ni nada, eso lo heredé de papá.

Luego de cambiarme, con unos pantalones negros, una camisa roja salgo, descalza y con el pelo suelto.

-Hola, princesa, buenos días-me saluda mi tio Haymich.

-¿Qué tienes de buenos? -respondo de mala gana.

No dice nada, solo me mira, sabe que estoy de mal humor, y con razón.

Poco después, entra mi padre y saluda.

-Buenos dias, Haymich, buenos dias, amor.

Yo no le contesto.

-Buenos días, Peeta, hoy el clima amenecio mal-contesta mi tío señalandome, mi papá entendió y me abrazó.

-¿Pesadillas?-pregunta.

-Muchas-me abraza mas fuerte.

-Todo estara bien, cariño-en ese momento enfuresco mas, me levanto de la silla, apartandome de él y le grito.

-DEJA DE DECIR QUE TODO ESTARA BIEN, NADA ESTA BIEN, NADA ESTARA BIEN ¿NO ENTIENDES? NADA DE ESTO ESTARA BIEN, MORIRE, ENTIENDELO, DEJA DE DECIR ESA MALDITA FRASE QUE NO ES CIERTO- le grito, veo unas lágrimas en sus ojos y salgo corriendo a encerrarme en mi habitación.
Mi mente me ataca.

Eres una estupida, ¿Cómo puedes hablarle así? ¿No te sientes mal por eso? eres una idiota por hablarle asi a tu padre, que sólo intenta hacerte sentir mejor. Estupida. ¿Cómo puedes hablarle asi al hombre que daría su vida por ti sin pensarlo? esto es mas dificil para él que para ti.

Y mas cosas, me sentía muy mal, pero decidí quedarme ahi, miré el techo llorando durante horas, cuando me di cuenta, ya era de noche, era la hora de cenar, decidí salir, me vi al espejo y tenía los ojos rojos eh inchados de tanto llorar.
Salí de mi habitación y fui hasta el salón comedor, llege y todos estaban sentados, se dieron vuelta para verme, mi papá se paro y yo corrí hacia él y lo abracé muy fuerte que casi caemos.

-Papá-digo llorando y entierro mi cara en su estomago-papá, lo siento, no debí hablarte asi, perdón, no sé que me pasó-mi papá tambien se largo a llorar.

-Amor, tranquila, no pasa nada, yo entiendo-me da un beso en la frente.

-No, papá, no vuelvas a llorar-le pido.

Nos sentamos en la mesa ya que estaban sirviendo la cena y empezamos a comer junto con todos, escuchando bromas del tio Haymich.
Al terminar de cenar, cada uno se va a su habitación, yo me quedo dormida en unos segundos.

A la mañana siguiente llegamos al hotel.

*Belu

Los juegos del hambre... SiguenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora