Bendita mudanza

Capítulo 9

Llegué a casa después de ir al centro comercial con las chicas. Iba muy cargada y lo primero que hice fue ir a mi habitación y dejar las cosas. Aún era temprano, por lo tanto me puse a escuchar música mientras imprimía unas fotos que me había hecho hoy. Miré el móvil y encontre un mensaje de Quinton. Me vendría a buscar a las 7 de la tarde. Eran las 5, me duché y me vestí. No quería ir muy formal, pero tampoco quería ir descuidada. Me puse un vestido rosa de cuadros y debajo una camiseta de manga larga negra. Se hizo la hora de que llegara y bajé al comedor. En mi casa no había nadie, mi madre estaba trabajando. Picaron a la puerta, abrí y allí estaba Quinton. Llevaba unos jeans negros y una sudadera blanca. Iba bastante guapo la verdad. Me saludó y me subí a su coche.
Tú: Tengo que confesarte algo.
Quinton: Dime.
Tú: No me gustan las pelis de miedo.
Quinton: T/N! Habérmelo dicho y compraba entradas para otra película.
Tú: No, no tranquilo. Me parece bien ir a una de miedo.
Quinton: Ah vale, entonces perfecto.

Quinton puso música mientras íbamos para el centro comercial. Durante el trayecto estuvimos hablando sobre nuestros gustos musicales y cinematográficos. Llegamos al parking y aparcamos. Subimos las escaleras del centro comercial y llegamos al cine. Él me invitó a palomitas y yo le invité a gominolas. No me gustaba que pagaran por mí. Entramos a la sala un poco tarde, pero la película no había empezado aún, estaban por los anuncios tan pesados que ponen al comenzar las películas.
Quinton: Estos son nuestros asientos. -dijo susurrando. Su voz susurrando era demasiado sensual. Espera, que hacia yo pensando eso? Era solo un amigo. Muy guapo e increíble, pero solo era mi amigo.
Tú: Vale perfecto.
Empezó la película y había tantos sustos que en uno acabé agarrándome con fuerza a su brazo. El me miró y sonrió. Que guapo era cuando sonreía. La película acabó y pensé en como no dormiría aquella noche.

Al salir del cine fuimos al coche y le dije que esta noche no podría dormir.
Quinton: Siento haberte hecho pasar este miedo.
Tú: No lo sientas, ha estado bien estarte abrazando todo el rato. -me sobresalté al oír lo que yo misma habia dicho. Él sonrió y se sonrojó un poco.
Tú: No lo decía en ese sentido, es que...
No me dejó terminar de hablar y me besó. Me sorprendí porque no me lo esperaba. El beso no fue tan tierno como el otro, fue más bien apasionado, como desesperado. Yo estaba en el asiento de copiloto y era una postura bastante incómoda. Él me subió a su regazo y yo me agarré a su nuca para seguir besándolo. No se cuanto tiempo pasó pero solo sabía que me sentía genial entre sus brazos. Llegó un momento en el que nos separamos para coger aire y me dijo con una sonrisa pegada a mis labios.
Quinton: Me vuelves loco T/N.
Yo no le respondí, en cambio lo volví a besar. Unos minutos más tarde volví a mi asiento y me llevó a mi casa. Me acompañó hasta la puerta y allí le di un beso rápido y le dije:
Tú: Gracias por esta noche, eres genial.
Quinton: Gracias a ti, nos vemos. -se despidió con un pico y volvió a su coche.

Subí a mi cuarto ya que mañana había clase, y me tumbé en la cama. Estaba en las nubes, había sido el mejor día de mi vida.

Nota de la autora:
Gracias por leer esta historia. Espero que os esté gustando.
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