Toph caminaba sola por el gran palacio del rey Kuei. Le encantaba pasear por construcciones complejas como aquella. Con sus poderes, podía sentirlo todo desde la grandes columnas de mármol hasta los finos detalles de los grabados que había en las paredes. Simplemente le fascinaba la sensación de percibir hasta el más pequeño detalle. Sentía que, mientras más caminaba, más detalles escondidos podía descubrir. Jamás se lo había contado a nadie en parte por la vergüenza e incomodidad que sentía por mostrarse tan emocionada y sentimental. Además, ella creía que no podrían entenderlo por más que lo intentara explicar. Los demás podían ver las cosas directamente; ella no "veía las cosas", sino que las sentía: la suave textura de las alfombrillas que podía sentir en cada una de sus miles hebras, el casi imperceptible sonido del agua circular en el estanque del jardín, las rectas y curvas que conformaban la arquitectura del lugar. Era algo que solo ella podía sentir, era su ritual propio y personal. Por este motivo, había esperado a que todos se fueron a sus cuartos a dormir para empezar su paseo privado. El equipo entero había llegado ese mismo día en la noche. Estaban tan agotados por el viaje que solo comieron un poco y se fueron directamente todos a dormir. Todos excepto la bandida ciega que se negaba a descansar hasta haber tenido su paseo especial. Ni bien todos entraron a sus habitaciones, ella había aprovechado para escabullirse fuera de la suya poniendo mucho cuidado en no hacer el más mínimo ruido.
Será un paseo corto. Después de todo estoy algo cansada.
Y así fue, a pesar de la emoción que sentía por explorar, el sueño junto con el cansancio habían empezado a someterla lenta pero inevitablemente impidiéndole percibir con su agudeza habitual. Se dirigió a su habitación y, cuando estuvo a punto de abrir la puerta, lo escuchó. Era un sonido bajo y agudo. Era como si alguien estuviera maltratando a un cachorro. Escuchaba los jadeos y gemidos que eran interrumpidos ocasionalmente por respiraciones fuertes y bruscas.
Viene del cuarto de Katara. Está llorando.
Por un momento, imaginó que abría lentamente la puerta, y se escabullía silenciosamente a su cálida y suave cama. Solo el pensamiento la había hecho sonreír de una manera boba. Aunque, por más que lo quisiese, no podía ignorar a su amiga. Durante casi toda su vida, había resentido el hecho de que sus padres la aislaran. No solo le molestaba que la trataran como una copa de cristal, sino que nunca, en sus doce años de vida, había tenido un solo amigo. Sus poderes y las luchas clandestinas habían hecho que tomara confianza, pero la cuestión de la amistad no se había solucionado hasta que el equipo avatar llegó. A pesar de que en un primer momento fue difícil y hubo una que otra discusión, había formado un fuerte vínculo con los tres.
Quizás algo más que amistad con uno de ellos.
No le gustaba soltar cursilerías pero admitía que Katara se había vuelto una suerte de hermana mayor para ella. Era molesta y mandona pero también dulce y reconfortante. No podía darle la espalda ahora. Así que, con este pensamiento en mente, se acercó al cuarto de la maestra agua y abrió delicadamente la puerta. Se dio cuenta que había sido avistada cuando el lloriqueo paró de pronto.
¿Toph? ¿Qué sucede?- preguntó Katara con la voz ronca. La morena abrazaba fuertemente sus rodillas ocultando su rostro entre ellas
Justo te iba a preguntar lo mismo.- dijo mientras se acercaba a la cama y se sentaba junto a ella
No es nada.- Katara intentaba ocultar su pesar infructuosamente
No necesito usar mis poderes para saber que estás mintiendo.- la sureña no respondía y solo se limitaba a intentar respirar procurando hacer el menor ruido posible.- Es sobre Aang ¿no?.- dijo Top intentando acabar con esa incómoda situación
Vamos, princesita. Coopera un poco conmigo.
-¿Cómo...- finalmente levantó el rostro y observo a su amiga.- ¿tú lo sabías?
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Avatar: Los ecos del pasado
FanfictionLas oscuras acciones de la nación del fuego durante los últimos 100 años han dejado cicatrices y marcas tan profundas que el dolor que representan amenaza con destruir cualquier esperanza por lograr la paz y armonía entre las naciones.