Lauren ayudó a salir del auto a su mejor amigo, que aunque tenía estabilidad para caminar, aún requería de ayuda para ciertos movimientos debido a ese trauma craneoencefálico. A paso lento y en total silencio se dirigieron al ascensor del edificio y de ahí al departamento que ambos compartían, por fin le habían dado de alta. Había pasado una semana exactamente, semana en la que los chicos visitaron cada día al moreno, a excepción de Justin, quien había perdido total contacto con todos, nadie sabía nada acerca de él. Abel aún no había comentado ni una sola palabra de lo que había sucedido, primero quería estar en casa y sentirse cómodo y seguro.
El canadiense se liberó de su saco por la fuerte lluvia que azotaba esa tarde a la pequeña zona de Malibú, lo colgó en el perchero de la entrada y se sentó en el sofá. Lauren repitió la acción, lo miró de perfil, observando lo concentrado que estaba en su teléfono. Carraspeó un poco su garganta para llamar la atención del chico de pelo alborotado.
—Estamos solos tú y yo. Dime qué mierda fue lo sucedió—la beisbolista le habló con autoridad, pero su tono de voz era suave
Abel suspiró pesadamente, dejó su teléfono a un lado y giró a ver a su mejor amiga, con su cabeza recostada en la cabecera del sofá. Ambos estaban del peor humor, no tenían ánimos para hablar, pero ese tema ya debía ser sacado de una buena vez por todas.
—Selena le contó todo sobre nosotros a Justin, se encabronó y mandó a los del equipo a golpearme con bates—soltó con alivio—Hija de perra—murmuró con odio—Sólo me utilizó. Con haberme dejado bastaba, pero se le ocurrió esa grandiosa idea de contarle a su perfecto novio
—No inventes, ahora todo tiene sentido—la chica de tatuajes pensó un momento en silencio—Con razón Justin no se ha aparecido por Seakz en todo este tiempo, ¿puedes decirme quiénes fueron esos chicos?
Abel los mencionó a los cinco, hubo un tiempo breve en el que ninguno dijo nada más, Lauren ya estaba maquinando algo. Esto no pasaría por alto, se metieron con su mejor amigo. Por ahora no podría hacer nada con el rubio, había desaparecido por completo, pero sus secuaces no estarían a salvo.
—Bella vendrá en un rato—avisó Abel
—De acuerdo—Lauren cruzó la sala y llegó a la cocina para sacar un six pack de cervezas del refrigerador—Estaré en mi cuarto emborrachándome y drogándome, no me molesten
El moreno iba decir algo más pero el sonido de la puerta de la habitación de la ojiverde siendo azotada lo detuvo, luego hablaría con ella esa misma noche. Ella no está bien, pensó.
...
El timbre de la puerta hizo al moreno pausar su videojuego e ir a atender a quién estaba esperando.
—¿Te viniste en burro o qué? dije a las dos y son las cuatro—Abel estaba algo irritado, odiaba a la gente impuntual, pero esa chica era su única opción en este momento. Debía ser cortés
—Relájate, no te sulfures tanto. Supe de tu incidente, ¿cómo te encuentras?—Madison entró al departamento y continuó a la sala para sentarse en el sofá de cuero
—Bien, aún tengo secuelas pero nada del otro mundo—cerró la puerta principal—No te he visto hace tiempo
—Bueno, mi carrera de medicina no se terminará sola. También he estado ocupada con las SK, ya sabes, la temporada ya inició. Me preocupé por no haber visto a Lauren en el último partido de béisbol ni a Justin, pero decidí no involucrarme—la animadora esperó a que Abel dijese algo pero no sucedió—¿Y bien? ¿para qué me llamaste con tanta urgencia?
—Cierto—rió bajó por ser tan despistado—Lauren ha estado mal estos últimos días. No sale de su habitación, sólo a por comida y alcohol, falta a clases, a los partidos y entrenamientos. No quiere hablar conmigo, ya no sé qué hacer
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Remind Me |CAMREN|
FanficFaltan pocos días para que las vacaciones de verano se den por finalizadas, lo que significa el regreso a clases para un nuevo semestre en la universidad. Seakz University, la más prestigiosa universidad de toda California, recibe con sus puertas ab...