Un Destino Pintado En Sangre ||Bloody Painter||

Todo Puede Pasar En Una Noche Lluviosa

*Narra Hally*
Era una noche de martes, me encontraba en mi portátil buscando una imagen de Bloody Painter para dibujar. Me encanta dibujarlo, todo mi cuaderno está lleno de dibujo suyos; el es mi ídolo.
Encontré una imagen perfecta para mi dibujo, pero al abrirla entré a una página llamada Wattpad vi que en el título decía "Como Invocar a Bloody Painter". Me pareció muy interesante así que comencé a leer, leía cada pasó detenidamente; al final pensé ¿Y sí lo intento? Me diego a mi misma ¿Por que no?
Sólo tenía curiosidad de saber sí funcionaba o no, cosa que me resultó imposible. Entre mis cosas busqué lo necesario y comencé con el ritual.

-No es tú culpa que Tom muriera, el merecía morir- Dije el último pasó con los ojos cerrados, los abrí. No había nadie. Sabía que no podía ser real así que procedí con mi dibujo.
Unos segundos después de haber empezado mi dibujo sentí algo puntiagudo en mi espalda. Me tensé un momento pero luego me relajé; unas manos se posaron en mis hombros, estaban cubiertas por unos guantes negros.

-No estés emocionada por el mañana... Porque no habrá un mañana- Susurró en mi oído, sentí un escalofrío pasar por mi espalda; reconocía esa frase. Era Bloody Painter.
Lentamente me giré topandome con la máscara blanca con una sonrisa dibujada en sangre.

-No es posible- Dije con un tono bajo, estaba sorprendida.

-¿Que no es posible?- Preguntó el moreno.

-Se supone que no existes- Dije sorprendida.

-Como veras... Sí existo- Dijo, su voz era suave y calmada.
En un momento quise quitarle la máscara pero no lo hice recordando las advertencias del ritual.
Bloody Painter caminó hacia la mesa donde estaba mi preciado cuaderno de dibujos, Helen tomó mi cuaderno entre sus manos y comenzó a ver mis dibujo. Mi cara árida ¡Que vergüenza! Todo mi cuaderno tenía dibujos suyos por todos lados.

-Al parecer me admiras- Dijo, en su voz no había rastro de ironía o de burla, lo decía de una forma monótona y calmada.

-Sí, te admiro mucho- Dije -Emm, quisiera pedirte algo-

-Adelante- Contestó

-¿Crees que puedas hacer un dibujo para mi? En realidad sería un honor para mi tener un dibujo tuyo- Dije apenada, no sabría como reaccionaria.

-Me halagas, con gusto lo haré- Me dijo, volteó las hojas de mi cuaderno hasta llegar a una en blanco. Tardó unos minutos haciendo el dibujo pero después me lo entregó. Era un perfecto dibujo de mi y al lado su firma. Me sonrojé al instante, pero luego sonreír y dije un alegre Gracias.
El se fue después de eso, me sentía muy honrada de tener el privilegio de que hiciera un dibujo para mi.
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Pero lo que ella no sabía era a partir de ese momento su vida cambiaría para siempre.