Un Destino Pintado En Sangre

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*Narra Helen*

Fui abriendo los ojos de a poco debido a la incómoda luz que se colaba por las cortinas. Miro hacia abajo, puedo contemplar el cabello castaño de MI Hally. Recordé la noche anterior, por fin sería mía y de nadie más.

Hally se remueve un poco, creo que ya va a despertar, puedo ver como levanta ligeramente el rostro para que mis ojos se encuentren con los de Hally, aquellos ojos verde azulado que tanto adoro.

-Buenos días- Me dice con timidez con sus mejillas sonrojadas.

-Buenos días- Respondo acariciando su cabello con una diminuta sonrisa asomándose por mis labios.

Ella no dice nada más, sólo se pone aún más roja desviando la mirada.

Me acerco a su rostro para besar sus labios, aquellos que me enloquecen aún más y me pertenecían.

-Debo irme ahora. Vendré a verte en la noche- Dije levantándome de la cama mentiras podía apreciar como Hally tapaba sus ojos con vergüenza. Sonreí ante ello y me coloqué mi ropa junto con la máscara antes de salir por la ventana.

*Narra Hally*

Pude ver a Helen salir por la ventana, espero que no lo vean a plena luz del día. Me levanto de la cama, me duelen un poco las caderas. Tomo lo necesario para ir a darme un baño.

Después de una relajante ducha de agua fría bajo a desayunar, mis padres no han llegado ¿Donde podrían estar? Se supone que vendrían en la noche. Hago mis deberes pertenecientes.

Me pongo a ver un rato la televisión. Pasé toda la tarde viendo la televisión. Ya era de noche, paso los canales sin nada interesante que ver, hasta que paro en el canal del noticiero.

-Está tarde fue encontrada una pareja en el parque central de la ciudad. Los cuerpos fueron encontrados bajo un montón de ojos. Los cadáveres fueron identificados como Elina y César Lopez.

Dejo caer el control de la televisión mientras las lágrimas resbalan por mis mejillas. Mamá, papá, mis papás están muertos, no puede ser.

-Mamá, papá- Pronunció sollozando mientras llevo mis manos a mis ojos -¿Qué va a ser de mí ahora?- Murmuro con respiración agitada.

Siento un toque en mi espalda y volteo un poco asustada. Miro la máscara de Helen, lo abrazo mientras sollozo.

-Helen. Mis padres. Asesinaron a mis padres- Digo en sollozo aferrándome a él.

-Así tenía que ser mi amor, se interpondrían entre nosotros Me dijo con voz bastante tétrica, podía sentir como soltaba una leve risilla.

Me alejé de él con rapidez, no puedo creerlo, no puedo creer que haya hecho eso ¿Por qué?

-¿Por qué lo hiciste?- Pregunto retrocediendo asustada con lágrimas en mis ojos.

-Ya te lo dije, se interpondrían entre nosotros- Dijo quitándose la máscara. Su rostro era diferente al que conocía, sus pupilas estaban dilatadas, su iris más pequeño y una sonrisa torcida, parecía un verdadero psicópata. Casi como Jeff.

Iba acercándose a mi por cada paso que yo retrocedía.

-¡Aléjate de mí!¡Te odio!¡Nunca te perdonaré que hayas asesinado a mis padres!¡NUNCA!- Grito con desesperación y enojo.

Sus pasos se detienen, su sonrisa se borra de su rostro y sus ojos han sido tapados por su flequillo. Comienzo a temblar y sigo retrocediendo hasta que choco con la pared, en ese momento Helen alza su rostro, sus ojos sin brillo, vacíos y siniestros.

Se acerca a mí con rapidez y aprieta mi cuello con una de sus manos. Su mirada refleja sadismo y sus labios fruncidos.

-Si no quieres estar conmigo, entonces vas a morir- Dijo casi en susurro mientras veo su vacía mirada.

Mi cuerpo se estremece y mis músculos se tensan. Siento algo afilado atravesar mi abdomen, caigo al suelo por la herida, veo en mis manos sangre. Helen se coloca sobre mi a horcajadas, alza su cuchillo con ambos brazos y comienzo a sentir como lo clava repetidas veces en mi abdomen.

Mi respiración se hace cada vez más lenta, me siento mareada, es mi momento. Doy mi último aliento cerrando mis ojos. Este es mi fin.

*Fin de la Narración*

La castaña había perdido la vida, su cuerpo se tornaba frío y su piel perdía color. Su respiración se detuvo y en ese instante Helen se detuvo reaccionando.

-¿Q.Que hice?- Preguntó el azabache mirando sus guantes empapados en sangre y su cuchillo en mano, bajo él yacía el cuerpo sin vida de la castaña -¿M.Mi amor?- Preguntó tocando su rostro, manchándolo -Perdóname Hally- Dijo abrazando el cuerpo de la muchacha -Nunca debiste llamarme, si no lo hubieras hecho, esto nunca hubiera pasado- Dijo aferrándose con mas fuerza a su cuerpo -Te involucré en un destino pintado en sangre- La cargó al estilo nupcial, desapareciendo en la oscuridad de la noche.

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Hemos llegado al fin de esta historia. Gracias a todas las lectoras de este libro por su apoyo.

Nos leeremos en otra de mis obras

Un Destino Pintado En Sangre ||Bloody Painter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora