Todo cambió de repente en el mundo. Un virus proveniente de China vino a revolucionar el mundo. A ponerlo de cabeza. Un virus que terminaría mostrando de qué está hecho cada uno.
En menos de un mes, todo lo que se consideraba normal, era algo prohibido. O había que manejarse con muchísimo cuidado. El contacto humano, reducido al mínimo. Sólo podés tener contacto con confianza con la gente que estás viviendo. Con el resto, mediante guantes y tapabocas, a metro y medio.
Todo el mundo comenzó a paralizarse. Los gobiernos comenzaron a decretar cuarentena obligatoria. A poner multas a la gente que ande deambulando sin un propósito válido (alimentos, remedios, trabajo). Eso tardó llegar al Reino Unido. No fue hasta la última semana de marzo que el gobierno dictaminó la cuarentena obligatoria. El fin de semana anterior se anunció la medida.
Todos los planes del mundo, cancelados o pospuestos. Y de todos. Por supuesto también los de John. Estaba organizando, mediante el grupo de WhatsApp, una juntada. También tenía pensado viajar a Edimburgo, para pasar tiempo con Robert y su familia. También todas sus citas médicas fueron canceladas hasta nuevo aviso.
El encierro preventivo (y luego el obligatorio) lo forzó a una mayor introspección. Una que quería esquivar. "Keep yourself alive Deaks... Eso me dice la vida. Fue tan hija de puta en ocasiones, pero hoy me está dando una oportunidad de vivir de modo diferente. A que enfrente de verdad mi abstinencia. A que realmente me centre en mí mismo y mi salud."
Estaba en su viejo estudio, sentado en un sillón, completamente sumido en esos pensamientos. Hasta que llega un audio de WhatsApp que lo devuelve a la dolorosa realidad. Es de Brian."Hola Deacy! Me preocupa que, desde la cancelación de nuestros planes, no has aparecido mucho por WhatsApp. Espero estés bien. Ya que vamos a comenzar a estar de cuarentena, te sugiero que retomes a tocar tu bajo... Eso haré yo para mantenerme cuerdo, jeje. Quizá te ayude también como a mí lo hará la guitarra. Ya te lo dijo tu médico y también te lo estoy sugiriendo yo... Es la oportunidad perfecta. Obviamente, no te obligo. Pero te lo digo porque quiero que mi amigo sobreviva entero a esta cuarentena y podamos abrazarnos de vuelta en algún momento. Saludos, Bri".
Luego, le llegó otro audio muy breve: "Ah! ¡Casi me olvido! Acordate que a las 8 hay que salir a aplaudir. Ahora sí, adiós John. Te quiero mucho."
Deaky no puede evitar responder mandando un audio que, pretendía ser breve, pero terminó siendo también un desahogo.
"Hola Brian. Gracias por preocuparte, la verdad es que no ando muy bien de ánimos y estoy podrido de que Vero vea tanto noticiero y diga cosas místicas, del estilo "es una señal del fin del mundo". Suspira. "Me cuesta mucho la abstinencia... más de lo que pienso. Ni en internet me siento a salvo. En todos lados coronavirus esto, coronavirus lo otro... Me la paso leyendo libros viejos, escuchando mis viejos vinilos, armando y desarmando cosas... Gracias por tu sugerencia, la tendré en cuenta. Pero no creo que la tome... no sé si pueda recuperar años de falta de práctica." Otro suspiro. "Gracias también por el recordatorio, igual yo ya lo sé porque Vero se la pasa todo el día viendo tele y eso dicen que hace la gente como agradecimiento a los médicos." Su expresión molesta se suaviza un poco. "Te hablo desde mi viejo estudio porque estoy cansado de todo el ambiente que hay, y estar acá me hace sentir en otro momento de mi vida, como que estoy en otra realidad, no sé... Bueno Bri, no pretendía decir tanto, pero ya te lo dije. Espero vernos en algun futuro cercano, cuidate mucho".
John manda el audio y vuelve a guardar su celular en el bolsillo de su pantalón, no sin antes apagar el sonido. "Ninguna notificación por un rato", piensa, sonriendo. Luego, levanta la vista y ve sus viejos bajos... Se levanta de su sillón. No se sentía seguro. Estaba oxidado. Pero se arriesgó. "No tengo nada que perder... Total, nadie me verá." pensó decidido. Entonces, lo hizo.
Agarró uno de los tantos bajos que descansaban allí, llenos de polvo. Lo limpio un poco, lo afinó. "Ah, no me he olvidado de esto". Lo conecto a un amplificador que estaba allí. Sentado en el sillón, comenzó a calentar sus manos. "Dios, sí que ha pasado tiempo", pensó cuando sus manos no respondían tan rápido como quería su cabeza. Después de un rato, las yemas de sus dedos comenzaron a arder. "Hola, viejos amigos... Parece que volverán por un tiempo", pensando en los callos que se estaban volviendo a formar. Practica dos horas en total. Fuma un cigarrillo para relajarse, a pesar de que el médico le prohibió aún más hacerlo. "Maldita adicción", pensó mientras tanto.
El cansancio pudo más y terminó durmiendo una siesta en el sillón, con su bajo al lado. Un par de horas más tarde, escucha un golpe en la puerta del sótano. Esto lo despierta de repente.-¿John, vas a cenar?- pregunta Verónica a los gritos.
-¡Ahí voy! -responde el hombre, terminando de despertarse.
Mientras se dirige al comedor, le manda un mensaje de WhatsApp a Brian. "Gracias por tu sugerencia. Me animé a practicar. ;-)))"
John ve la tele
Rápidamente, mientras Verónica y él se sientan a la mesa, recibe la respuesta "¡Genial Deacy! Podríamos tocar juntos, ¿qué te parece? Tranquilo, no lo subiré a ninguna parte... Es solo para tener un poco de diversión. Si aceptas, hacemos videollamada en cuanto estés listo." John no pudo evitar sonreír.-¿Qué pasa?- pregunta la mujer.
-Nada, estoy hablando con Brian - responde el anciano, guardando su celular en el bolsillo.
-Estoy tan feliz de que te hayas arreglado con tus compañeros de grupo... Te noto un poco diferente... aunque seguís teniendo olor a cigarrillo -dijo la anciana, comiendo un poco de fideos con salsa filetto.
-Es algo que quizá nunca deje... pero voy a reducirlo lo más posible -dice él, tomando un poco de su vaso de jugo.
La señora se limpia la boca con su servilleta y lo mira.
-Eso es lo que vale -dice ella, tomándole por el brazo izquierdo, tratando de agarrar su mano. A John esto le toma por sorpresa, pero deja que ella agarre su mano y la aprete fuerte, en señal de apoyo. Ambos se miran y sonríen cálidamente. Se quedan así por unos segundos, hasta que Verónica decide volver de su ensoñación. Deja de mirar a su marido y le suelta la mano, volviendo a agarrar con ella su tenedor.
-Bueno, hay que comer los fideos antes que se enfríen más...
-No están fríos... -dice John, llevándose un tenedor lleno de tallarines con salsa. Lo introduce a su boca y comienza a masticar- Comprobado- dice con la boca llena, sonriendo.
La vida está siendo dura. Aprieta pero no ahorca. Quita algunas cosas, pero permite que florezcan otras. Así está siendo la vida con él, más que nunca. Y él decidió disfrutar del viaje.
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Deaky's Diary
FanficNovela dónde se relata la reacción de John ante ciertas cosas que suceden a su alrededor. Iré actualizándola cuando crea necesario hacerlo! ~Obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia~ Portadas de las dos primeras parte...