Capítulo 08

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Llego mi bus, así que había llegado el momento de despedirme de las chicas y pasar a irme.

Subí y mientras buscaba el habitual sitio recóndito, a mi mente venían  bonitos recuerdos de mi ex, los cuales se mezclaban con el interés  que tenia  hacia Samanta.

Todo esto me tenía confundido  y cansado así que decidí dormirme un rato en el bus.

Mientras dormía, sentía como la tranquilidad llegaba a mí, abrí los ojos en el momento correcto pues estaba a un paradero, baje del bus más contento que nunca, nada podría malograr este día.

Llegue a mi casa y toque la puerta como de costumbre, espere unos segundos.

Nadie salía ya me parecía raro, así que me acerque a la ventana  y definitivamente no había nadie, todo estaba cerrado.

Al parecer me había olvidado de que hoy mi abuela  tenía clases de yoga y mi madre había ido a recoger a mis hermanos, y ni que hablar de mi padre pues aún no llega de su trabajo.

Al parecer tenía que esperar, abrí mi mochila y saque una hoja para colocarla en el suelo pues era donde me iba a esperar.

Era un día  con un Sol radiante, cielo despejado y con un hermoso silencio de fondo, solo se escuchaba cantar a las aves.

Ya habían pasado uno 20 minutos y nadie venía, estaba comenzando a transpirar por el calor, hasta que llegó mi papá como si de la nada hubiera salido.

En ese momento  recordé como mi papá con el poco tiempo que tenía ,  siempre estaba en los momentos cruciales de mi vida, mientras que mi madre con un poco más de tiempo, casi nunca me entendía y eso me molestaba mucho.

Abracé a mi papá y le dije gracias ; abrió la puerta y pasamos, mi tranquila   parecía perpetua pues ya estaba en casa.

Y como ya era habitual, almorcé para luego irme a mi cuarto a estudiar y para al final terminar rendido entre unos libros por todo el cansancio del día.

Al día siguiente, como cualquier otro día tome mi desayuno y me fui rumbo al paradero del bus.

Mientras esperaba al bus, comence a sentirme raro, mi cuerpo se sentía muy cansado, creo que la vida sedentaria que estoy llevando me dará haciendo mal, me dije.

Y mientras hablaba conmigo mismo, el bus ya habia llegado , fui rumbo a mi sitio y sin pensarlo me quede dormido.....

Pasaron los minutos y alguien me despertó por suerte, porque ya me había a pasar el paradero, era Pamela.

Gracias por despertarme, seguramente si no lo hacías me pasaba muchos paraderos más, le dije.

Jajajaj no te preocupes, para algo estamos los compañeros, respondio con una sonrisa.

Por cierto acompáñame voy a esperar a Samanta, ya está por llegar, me dijo.

Claro porque no, le respondí con una sonrisa tan natural que ni yo pude controlar.

A los pocos segundos pude ver que se aproximaba Samanta, tan sencilla como siempre, eso la hacia tan atractiva ante mis ojos.

Hola chicos, buenos días espero no haberlos hecho esperar tanto, dijo Samanta , lo había dicho con una voz tan dulce , que incluso mi alma había caído inconsciente  ante la suya.

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