Mine

TÚ SI SABES QUERERME

Me despierto y comienzo a estirar mis brazos con los ojos aún cerrados.

Te siento moverte a mi lado y te abrazas a mi espalda pegando tus labios a mi oído. "Buenos días, amor de mi vida."

Sonrió y suspiro. Te amo demasiado.

Te dejo abrazarme desde atrás por unos segundos, sintiendo tu piel desnuda contra la mía y disfrutando tus labios sobre mi cuello y mis hombros.

Me doy la vuelta para quedar frente a ti y te beso los labios. "Felices diez años juntas, amor de la mía."

"Felices diez años, Val." Escondes tu cara en mi cuello y acaricias mi piel con tu nariz. Me abrazas más fuerte.

A veces tanta felicidad y amor parecen un sueño. Yo ni siquiera creía en el amor antes de ti.

Nunca creí que tendría esto. Creía que este tipo de amor no existía más que en libros y películas. Me enfrascaba en relaciones tóxicas porque no conocía nada más. Estaba acostumbrada a estar sola y creía firmemente que sería así siempre.

Ha pasado tanto tiempo de eso.

"¿Alguna vez creíste llegar hasta aquí conmigo, morrita?" Me preguntas con una sonrisa y me pierdo en el chocolate de tus ojos.

Amo mucho nuestras mañanas así. Abrazadas sin pensar en nada más que en la otra, saciadas por la noche anterior, disfrutando del suave contacto de nuestros cuerpos y el delicado roce de nuestros labios al besarnos.

Normalmente nuestras mañanas comienzan con los llamados de nuestros hijos o el terrible sonido de nuestra alarma anunciando que es hora de empezar el día. A veces también amanecemos con alguno (o ambos) niños en medio de nosotras. Pero hay días como hoy en los que tenemos un poquito más de suerte y podemos disfrutarnos solitas.

Son mis mañanas favoritas.

"No lo creí posible pero mira que lo deseaba muchísimo. Te deseaba muchísimo." Te respondo coqueta.

Sueltas una risa y te sonrojas. Es difícil lograr eso así que considero que mi línea ha sido un éxito y también me río.

Acaricias mi mejilla y me jalas hacia ti para besarnos de nuevo.

Toda una década desde nuestro primer beso y aún logras hipnotizarme como con el primero.

Nos separamos y quedamos mirándonos a los ojos. Desde esta distancia puedo admirar cada detalle de tu rostro. La suavidad de tu piel, lo largas y rizadas que son tus pestañas, los destellos de luz que se reflejan en tus ojos, esas diminutas líneas de expresión alrededor de ellos que tanto te quitan el sueño pero que para mí son la muestra de lo mucho que sonríes. Esas ojeras naturales que antes parecías odiar y ahora has aprendido a amar. Tus labios rosados e hinchados por nuestros besos. Tu mentón que tanto me gusta.

Tú, toda tú eres perfecta.

No he conocido a una mujer más hermosa en todo este tiempo y seguramente jamás habrá alguien más hermoso que tú para mis ojos.

"You're gorgeous." Te digo después de varios segundos en silencio.

Sonríes. "Te amo Val." Me respondes. "Gracias por todo este tiempo, tampoco imaginé nunca tener todo esto. Quererte ha sido la aventura más bonita de mi vida."

Querernos ha sido una aventura, indeed.

Todo fue paulatino. Te fui queriendo poco a poco, sin buscarlo, sin pensarlo. Cuando finalmente descubrí tus besos y me perdí en tu mirada, fue inevitable aceptar que estaba completamente enamorada de ti.