El asesinato de la familia Martínez.

SOSPECHAS EQUIVOCADAS

Llegaba tarde a clase, porque por la noche escucho a sus padres discutir sobre sus hermanos y su padre le decía a su madre que se tenía que ir a un viaje de negocio a Miami. Su madre no entendía porque se tenía que ir ahora mismo de viaje cuando aún no estaba resuelto el caso.

Sofía llegó, se sentó, saco su material y atendió a clase como un alumno más. Ella sabía que algo ocurría en ese centro, no era normal el comportamiento que tenía los alumnos y los profesores de cara a ella y a policía.

Sofía caminaba por los pasillos y solo era silencio, en clase hacían como si no hubiera ocurrido nada. Excepto una persona en todo el centro que si hacía todo lo imposible porque este caso retumbará en las grandes ciudades del país, era el profesor Adán.

Sofía no entendía porque el profesor se involucraba tanto en el caso si ni le había dado clases a sus hermanos, su curiosidad la llevo a trazar un plan para descubrir lo que se escondía detrás de esa persona tan misteriosa.

Ella veía algo diferente en él, que en el resto de los profesores. Mientras que el resto del claustro permanecía en silencio ante esta situación, él se anteponía a todos los demás profesores para evitar que volviera a ocurrir de nuevo algo así en el instituto.

Sospechaba de él, se preguntaba así misma porque una persona que ni conocía a sus hermanos iba a tener tanto interés en descubrir que había detrás de la muerte de Daniel y el coma de Lucas. Empezó atar cabos, vino justo después del día que ocurrió el asesinato, estuvo en el funeral y luego él estaba pendiente de ella y la controlaba a cada pasó que daba por el instituto. Y ella pensaba que "el Quebrantahuesos" lo había mandando para controlar todo lo que ella descubría.

Sus compañeros, policía y profesores pensaban que ella no tenía ni idea de lo que ocurría en este instituto, pero a ella no se le escapaba nada. Su cara de inocencia, le daba un punto a favor delante de todos.

Ella empezó a seguir al profesor, lo seguía después de clase, lo espiaba en su casa, incluso lo seguía los findes de semana y nada descubrió.

Adán estaba caminando, cuando percibió que lo estaban siguiendo. Seguidamente se metió en un callejón, se colocó detrás de un contenedor de basura y se escondió. Se esperaba cualquier otra persona que la que estaba viendo ante sus ojos.

Salió de detrás del contenedor y le dijo a Sofía:

-¿Qué  haces siguiéndome? ¡Estás loca!

-¡Yo a ti no te seguía!

-Sí, me estabas siguiendo. ¿Crees que no te había visto?

Sofía no supo que responde, se dio la vuelta para irse y él la cogió del brazo. Ella sintió un escalofrió recorrer su cuerpo.

-No, no te vas. Ahora me vas a explicar porque me espiabas y me seguías.

Sofía empezó a contarle todo lo que había pasado hasta ese día y Adán se quedo perplejo en como ella había atado cabos sin ser un profesional.

-Si tu prometes contarme todo lo que vayas descubriendo, yo te ayudaré a descubrir quién mató a tu hermano- dijo con mucha convicción.

-Con una condición que tú me cuentes todo lo que ocurre en el instituto. ¿Prometido?

-Te lo prometo, Sofía Martínez.