El asesinato de la familia Martínez.

UN DÍA CORRIENTE

Era una mañana de invierno, donde parecía que todo era perfecto, una chica se acababa de levanta de su cama para empezar un nuevo día. Esta chica vivía en una casa normal, una familia corriente, un padre trabajador, una mama dedicada a sus hijos y unos hermanos que revolucionaban por donde pasaban. Esta chica se llama Sofía, ella no tenía ni idea de que a partir de ese día nada iba ser igual.

Como todas las mañanas ella se vestía, limpiaba su habitación y cogía la mochila para bajar a desayunar para no perder ni un segundo para llegar a clase la primera. Llegaba a clase, preparaba su material y seguidamente se sentaba esperando la entrada de sus compañeros y su profesora.

Esa mañana entraron todos sus compañeros. Ella estaba ansiosa por dar su clase favorita, matemáticas. Pero resulta que nunca llego la profesora. Apareció la jefa de estudio, que por causas familiares, la profesora iba a estar un tiempo sin asistir a clase, pero que no se preocuparan que dentro de una semana iban a tener al sustituto.

Después de clase, ella llegó a casa, su madre estaba llorando y su padre apoyado en la encimera de la cocina. Con lágrimas en los ojos su madre levanto la cabeza y la miro con unos ojos penetrantes, ella no entendía nada de lo que ocurría.

-Cariño, siéntate...-dijo su madre.

- ¿Qué pasa, mama...?- dijo ella.

Su padre levanto la cabeza, y tenía la mirada perdida. Entonces en ese instante supo que algo le había ocurrido a sus hermanos, al no verlos en la casa. Cuando le estaban dando la noticia que había perdido a un hermano y que el otro estaba en cuidados intensivos; ella miraba a su padre y su madre pero todo parecía una película mal contada y a cámara lenta.

Sofía sin decir nada, se levanto, miro a su madre y a su padre y subió a la habitación. Se sentó en la cama y entonces, cayó en la realidad que nunca más iba a ver a su hermano Daniel y que posiblemente sino mejoraba podría perder a su hermano Lucas. Empezó a viajar a lo largo de su vida y se dio cuenta que tenía más anécdotas de lo que ella imaginaba.

De pequeña, cuando tenía tres años, le dieron la noticia que su mama iba tener un bebe, ella empezó a divagar por su mente que sería una niña con la cual compartiría muchas aventuras. Al cabo de los meses, le dijeron que iba a tener un hermanito, todo lo que ella había planeado se le vino abajo, así que no tuvo más remedio que aceptar que ella iba a tener un hermano. El 7 de julio de 1999 ella se hizo hermana mayor, y a los tres días, su mama apareció con un bebe entre los brazos.

-Sofía, cariño, ven aquí.

- ¿Qué quieres papa?

- Ven a conocer a Daniel- dijo su madre.

Desde ese momento, Daniel empezó a significar todo lo que ella había soñado durante esos 9 meses.

Sofía, aun seguía en su habitación, intentando aceptar todo lo que había ocurrido en ese día tan frío. De un minuto a otro, le empezaron a caer las lágrimas como nunca antes se le habían caído, porque con su hermano se había ido una parte de su corazón.