Proyecto Marahuder (IV)

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La señora que le vendió la capa el día anterior atiende a Nico, sorprendida.

-Buenos días, ¿está abierto?

-Sí, si. Pasa, pasa. Es usted el primer cliente del día, mozo. ¿Qué buscas?

- Una camisa blanca de tela, una talla más pequeña que la mía

- Uy -comenta con una sonrisa picarona- ¿Para quién es?

- E-Es un encargo para una amiga

La mujer sonríe divertida- Pues pásalo bien con tu "amiga" -dice guiñándole el ojo

Nico se sonroja muy levemente y agarra la camisa- ¿Cuánto es?

- Parece que tienes prisa y la caja no está abierta todavía, te la regalo.

-Gracias -agradece mientras sale

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Nico llama a la puerta, Kendra abre mientras Phineas sigue escondido.

- Aquí tienes

- ¿Cuánto es? Que te lo pague luego -dice agarrando la camisa

- Gratis, me lo ha regalado

- Genial -dice cerrando la puerta

Nico se queda con la palabra en la boca. Kendra vuelve a abrir la puerta.

-Gracias -dice antes de volverla a cerrar

Phineas se pone de pie, su mancha es perfectamente visible.

-Toma, anda -dice Kendra lanzándole la camisa.

- Eres un seg de luz -asegura el chico atrapando la camisa el suelo. Lo dice medio bromeando y bajito, pero se nota que está agradecido.

- Gracias supongo - responde Kendra sonriendo antes de mirar a otro lado para cambiarse.

Los dos tienen la cabeza en lo que pasó la noche anterior, cada uno en sueños y pensamientos diferentes, pero ambos mucho menos nerviosos que antes.

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-Arturo, ya es de día -dice Ryû, ya vestida

Arturo suelta un ronquido.

-Arriba, holgazán -dice más alto, sacudiéndole un poco

- Cinco minutos más... -responde adormilado

-Arturo, arriba.

-No -dice echándose la sábana por la cabeza

Ryû frunce el ceño y le quita la sábana, Arturo siente el filo de la tanto cerca de su cuello, su compañera le mira enfadada.

-Vale, vale. Ya me levanto -asegura con las manos en alto

Al salir, Nico y Tristana les cuentan lo de la sangre y se preparan para salir. Arturo se extraña de que Phineas y Kendra no se hayan levantado ya, así que decide abrir la puerta... de una patada.

Los cuatro miran a Phineas, que se está abrochando la (nueva) camisa de espaldas a ellos al lado de la cama mientras Kendra se está poniendo su armadura en la otra parte de la habitación.

- No me digáis que...

- ¿Qué hacéis? -les grita Kendra acercándose- Se llama a la puerta antes de entrar -dice mientras empuja a un sorprendido Arturo fuera de la habitación- Ahora bajamos

Cierra la puerta.

- Bien por ellos -afirma Tristana bajando las escaleras

Kendra termina de vestirse y mira a su compañero, todavía pálido. Entretanto que Máximo se pone en su hombro

Anima beyond TraumitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora