Una agónica nevada (I)

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Phineas agarra una antorcha para iluminar la cavidad, en cuanto se adentra con Kendra, ambos oyen algo crujir bajo sus pies, y al bajar la mirada pueden observar con claridad: monedas. Muchas, muchísimas, montañas de monedas. También hay tres cofres y arma. Ambos deciden hacer una valoración mágica del lugar y, aunque podrían saber que hay, no perciben absolutamente nada mágico. Aunque el cofre pequeño parece interesante.

Es pequeño, con detalles en plata y está cerrado. Phineas intenta abrirlo, y posteriormente Kendra también, al final acaban llamando a Nico, que lo abre a la primera con su ganzúa.
Dentro, hay un anillo de oro y esmeralda, un collar y una daga de mango cobrizo y detalles plateados. La daga es de metal negro, adornada con motivos vegetales en oro y plata, es un arma magnífica y elegante. En el mango pone "Erica".

Phineas la agarra y se la queda, mientras Kendra le juzga con la mirada pero lo acepta. Nico abre el segundo cofre, lleno de joyas, piedras preciosas, collares... cosas guays.

El tercer cofre tiene dentro una maza del tamaño de Kendra, imposible de levantar. Visto todo deciden hacer una cosa:

-¿Robamos algo, no?

-Lo daba pog sentado

Némesis entra- Mi espada -dice agarrando un hermoso florete blanco de la pared. Acto seguido, se va.

Nico opina que no deberían quedarse la daga y coge una sola moneda mientras que Phineas y Kendra cogen bastantes más, Tristana les dice desde el centro de la cueva que no pasa nad por robar y entre que ellos discuten moralidades de la vida, Kendra vé como Máximo le señala la entrada, al acercarse, ve como Erica y Némesis cabalgan hacia el horizonte, lejos de su alcance. Esto solo significa una cosa:

-¡Nos han robado un caballo!

-¿Qué? -grita medio grupo desde la cueva

-¡El de Tristana! Con las provisiones y el dinero.

-Nooooooo -grita Tristana

-Imposible alcanzaglas -afirma mirando al horizonte

Tras este incidente, el equipo cena de la comida de la cueva y Phineas intenta sentarse lo más lejos posible, porque aún sigue infundiendo miedo a Arturo y a Tistana. Kendra se sienta más cerca de él y le dice que esos hechizos hay que avisarlos, a lo que que Phineas le da la razón.

Esta noche, la luna ilumina el camino y todos duermen en paz, camas individuales, nada de pesadillas, nada de inconvenientes.

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A la mañana siguiente, como ya es habitual, Ryû despierta a Arturo (hoy sin espada de por medio). Nico se despierta solo, Tristana a Phineas (con un poquito de tos), Phineas a Kendra y Kendra a Máximo. Todo el mundo despierto.

Phineas se disculpa con Tristana y Arturo y ellos le restan importancia a lo del día anterior. Nico se ofrece a llevarle algunas monedas a Tristana y esta le abraza en agradecimiento. Después del desayuno, continúan su camino hacia Brudge.

Tristana y Phineas compartiendo caballo hacen la marcha imperceptiblemente más lenta, pero a media mañana divisan las murallas de la ciudad marítima.
Excepto Ryû y Phineas, los demás no conocen el mar y no paran de mirarlo mientras avanzan ,sobre todo Kendra, a quien le encantan las cosas nuevas, el gabrielense sonríe ante la situación de asombro de sus compañeros.

-Es precioso -dice la chica mientras entran a la ciudad

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La calle principal les lleva a una plaza hundida en la arquitectura de la urbe, las paredes de las casas se solapan entre sí, haciendo un efecto embudo hacia el centro. Desde la parte de arriba, nuestros héroes ven a tres personas con armadura golpeando la puerta de una casa. Precisamente la casa del hombre al que buscan.

Anima beyond TraumitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora