Six: Talking is hard

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No habían cerrado las cortinas del balcón, así que el sol se metió fácilmente, hasta chocar con el rostro de Murdoc. Como si fuera una picadura, abrió los ojos con dificultad y empezó a rascarse la cara. Estaba acostado al borde de la cama, boca arriba, y sin almohada bajo su cabeza. Recordó que se había puesto a jugar con 2D, y que accidentalmente dejaron caer una por el balcón. Huyeron de la escena de puntillas. Se quedaron en la habitación hasta quedarse dormidos. Corrección; hasta caer dormidos.

Recordar eso le provocó un dolor de cabeza; la famosa resaca, damas y caballeros.

Dejó de mirar el techo, y con intenciones de levantarse e ir al baño, para echarse agua fría, bostezó. Fue ahí cuando sintió que había algún tipo de peso por sobre su estómago que no lo dejó moverse.

Estaba tan desvariado que no identificó antes que algo se apoyaba sobre él. Con la mandíbula pegada al pecho, vio que 2D reposaba toda su cabeza y cuello sobre su estómago. Tenía sus dos manos pegadas a su oreja izquierda. Estaba de costado, su cuerpo ocupaba el resto de la cama y sus piernas llegaban a sobresalirse del colchón. Roncaba ligeramente, podía escucharse. Seguía dormido y quizás con la boca abierta. Tal vez encontraría su camiseta con su baba encima... No le daba la cara, sólo tenía un vistazo de su cabello azul y su nuca. No podía mentir, se lo veía muy cómodo ahí.

Se quedó en silencio por unos segundos, pensando qué hacer. Sentía ganas de orinar, aunque tampoco quería disturbar a su compañero...
Pero se percató de inmediato que el rostro de Stuart se encontraba a pocos centímetros de su entrepierna. Rozaba descaradamente la zona.
Carcajeó ligeramente, cubriendo su boca con su mano. Su ronca risa retumbó en la habitacion. No sintió una pizca de culpa al burlarse.
Pot se removió un poco en su sitio, para luego seguir roncando.
A Murdoc no lo incomodaba el peso de la cabeza de 2D en su vientre, ¡en absuluto! Pero a su lado soberbio sí. Y bastante: ¿Qué cree este idota, que eres su maldita almohada? Pensó, apretando los dientes.

Gruñó un poco, mientras mantenía un debate mental. A duras penas, tragando su orgullo y un poco de saliva, optó por dejarlo descansar un rato más. Miró por la ventana, aburrido. Había empezado a pasear su vista por la habitación, ya que eligió no quitar a 2D de encima de un empujón. Afuera se podía contemplar un hermoso cielo despejado; pensó en que deberían aprovecharlo apenas Stuart despertase. Cada día de sol debe ser bien recibido, al menos si estás de vacaciones.

Distraído, y aburrido, llevó su mano al cabello del chico: Sonrió.
Empezó a enrollar los cabellos en su dedo, jugando con éste, cuidando de no jalar demasiado. Acarició los azulados mechones, asombrado con la suavidad de éstos. Se preguntó la clase de cuidados que le daría a su cabello.

Pero algo provocó que Murdoc casi saltara hasta el techo, como gato asustado. Pot se dio vuelta, giró su cabeza y la mitad de su cuerpo, como si hubiera planeado esa manera de espantarlo antes de quedarse dormido ahí.
Conectó esas oscuras orbes con sus ojos bicolores. Lo saludó con la mirada algo perezosa. El rostro de Murdoc se tornó rojo de repente.
Pot le ofreció una ladina sonrisa.

—¡Buenos dias, Mudz! —habló, aún acostado. Regalaba la puta impresión de no tener restos que aquella desvelada.

Niccals frunció el ceño, sintiendo cómo la humillación se apoderaba de sus sentidos y provocaba una alerta interna.

—Levántate...

—¿Huh? ¿Por qu...?

—¡Quítate de arriba mío, Face-ache!

Pot se sentó en la cama de un solo movimiento. Quedó aturdido.
Murdoc se puso de pie de inmediato. Se tambaleó un poco y apoyó su mano sobre la pared. Estaba acostumbrado a todo tipo de resacas, pero ésta era diferente... Comenzó a dirigirse al baño, pero se detuvo en mitad de camino. Soltó un gruñido mientras daba media vuelta.

❝Jamaica❞ 2doc/StudocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora