Cap. 3

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Había pasado casi una semana y aquel joven no desaparecía incluso Hyunwoo había llamado a la policía un par de veces. Al tercer intento fue amenazado con que si volvia a llamar lo meterían a él a la cárcel por jugár bromas, el no estaba jugando obviamente.
Días atrás había visitado al psicólogo quien le dijo que no había nada malo con el, después de realizarle infinidad de pruebas. Resultó que hyunwoo poseía una estabilidad mental muy buena. Busco alguna explicación científica pero no encontró nada, el joven le perseguía a todos lados menos a su trabajo. Las personas notaban al chico pero no notaban sus cuernos, cola y garras.

Sus vecinos preguntaban quién era el chico con el que de pronto vivía. El no decía nada que se supone que diría si ni el mismo sabía quién era realmente. Todos rumoreaban que eran amantes lo cual le causaba mucha risa.

En su trabajo se sentía a salvo, ahí no le molestaba no sabía porque el muchacho desaparecía en cuanto entraba a ese edifico pero no quería preguntar esta vez se quedaría con la duda, si con esto podía pasar aunque sea unas horas en paz.

Estaba cansando, la presencia de aquel chico le agotaba, sin duda el no le creía al psicólogo de que no estaba loco además el extraño hombresito seguía repitiendo una y otra vez aquellas palabras "el contrato, su deseo y su alma".

Cuando podía investigaba un poco en Internet pero encontró miles de leyendas, mitos y cuentos.

Le tomó días investigar un poco.
Pero todo daba a lo mismo, "el secuaz de satanás no se irá hasta que le pidas tu deseo. Con esto tu alma le pertenece a su jefe y el podrá irse de tu vida."

Entre sus búsquedas encontró una curiosa página sobre ayudantes de lucifer, seres oscuros que para nada tenían que ver con la descripción de aquel joven que aparecio en su casa, decía que estos seres te engañaban con juegos sucios incluso amenzaban para llevarse tu alma pero había diablillos más inocentes normalmente jóvenes a los cuales podías manipular para irse sin pedir tu deseo, lo cual era la salvación de tu alma.

Busco en antiguos libros de ocultismo.

Solo encontró que debías enamorar a base de engaños al abogado y así se iría sin tu alma.

Pero claro hyunwoo no creía en todo eso, había duda, un poco quizás por todo lo que hacía además de sus sospechosos cuernos y cola, el aparecer de pronto pero ahora que había encontrado un psicoanálisis de un importante psicólogo de renombre donde se leía que hay personas que pretenden ser algo que no existe metiéndose tan bien en su papel, que incluso podrían engañar a cualquiera, lo sabía haría que aquel joven le dijera la verdad.

Ese noche cuando salió de trabajar se le hizo extraño no ver al chico a su alrededor llegó a su casa y tampoco lo encontró quizas se fue eso pensó.

Un rato después le vio aparecer de pronto a su lado, bien hyunwoo estaba decidido a enfrentarlo y que dejara de pretender ser un ente maligno.

- De acuerdo te diré lo que deseo.

Un brillo extraño surco las pupilas del joven y en seguida se acercó a él, con el contrato en las manos y una pluma roja que apareció.

Al ver cómo se aproximaba se preparo para su jugada, al tenerlo tan cerca intentó tomarlo del brazo, estaba a punto de tocarlo pero lo vio desaparecer.

- Señor Son dije claro que no puede tocarme al menos que ese sea su deseo.

Le escucho hablar al otro lado de la habitación. Estuvo a un cm de tocar a aquel joven aún no encontraba explicación lógica a eso que el hacía de desaparecer y aparecer en diferentes sitios.

- Bien dejémonos de juegos abogado del diablo. Dime quien eres realmente y que quieres lograr con todo este cuento.

El pelinegro suspiro y guardo aquellas hojas en su maletín haciendolo desaparecer al instante, observó al más alto, esté le veía enojado.

El abogado del diablo/ Showki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora