XIII

4.9K 478 418
                                    

Jeongin se sentía alegre. Volaba entre las nubes de la dicha que le producía estar con Hyunjin. Cómo todos los días, este le dejo en la esquina del pasaje, besandole la cara una y otra vez, besuqueando sus labios y mejillas, haciéndole reír.

—Ya, Jinnie. Me tengo que entrar...-dijo.

—Te quiero. - dijo el mayor, tomando su mentón. Jeongin sonrió y besó sus labios suavemente.

—Yo también. - dijo. Hyunjin sonrió y lo dejó irse de a poquito, sin querer soltar sus manos.

—Nos vemos mañana. -dijo el mayor.-Pero uste sae mi rei, cualqer wea yo vengo altiro paca.- dijo. El menor asintió y se encamino a su casa, con una ligera molestia en su pecho.

Ya flaco, dont worry k too esta bn.

Su mamá estaba sentada, con el teléfono en la mano, y la televisión prendida, irradiaba un aura tenebrosa y negativa. Jeongin sintió que ese día ya no dormiría en paz.

—Oye pa la otra llega más tempranito.- dijo con el ceño fruncido. Jeongin inhaló hondo.

—Ya.- dijo.

—¿Tu papá te dijo a que hora volvía?- preguntó brusca.

—No, mamá. - dijo. Esta le miró feo y JeongIn suspiró.-¿Ya lo llamó?

—Si, y no me contestó po, ¿por qué creí que te pregunto? Ya, anda a hacer tu pieza porque es bastante el chiquero que teni, andai weon con ese otro cabro culiao, puro que sali con este pendejito y no haci na en esta casa ahora. - dijo molesta. Jeongin mordió su labio.- Y no me pongai esas caras de victima Jeongin, porque me enferma. Uno no te hace na pa que esti con esa cara culia de mosquita muerta. No quiero que mañana salgai con que vai a irte pa otro lao, te veni derechito pa la casa. Y que si ese flaite culiao va a andarte besuqueando, por ultimo que tenga la decencia de hacerla ma piola porque ya me han dicho toas estas viejas culias que te comi con ese weon en la esquina.- dijo y se sentó, cruzándose de brazos. -No se cuál de los dos me tiene más chata. Ahora soy adivina, que al más grande algo le molesta y nunca me dice, y ahora el más chico nunca me cuenta na, me tengo que enterar por la viejas culias sapas..- Jeongin jugó con sus mangas mirando el suelo.

En parte, a pesar de la fea actitud que su mamá estaba tomando, se sentía algo culpable.

—Ya, ahora déjame acá tranquila, porque sino...- dijo enojada tomando el teléfono, mordiéndose el labio.

—¿Quiere que vaya a comprar el pan?- preguntó con cuidado.

—Si.- dijo intentando sonar dura, con un nudo en la garganta. Pero jeongin sabía que tenía que dejarla llorando sola, porque si no se enojaba.

Rió en cuanto estuvo afuera.

Su mamá estaba picada, porque no le contó que está con hyunjin. Le marcó a su papá, esperando que contestará.

—Oye... La mamá ta enoja contigo por tonto.- dijo, yendo hacía el negocio.-¿Dónde estai?

—Ando en el sushi...-dijo su papá. - ¿Es porque no le conteste?-preguntó.

—Sip, y porque dice que andas raro.-

—¿Sabi que fecha se viene verdad?- el menor verificó, y abrió sus ojos con sorpresa.-Ahí la kero verla despue. -dijo. -Igual, tu cachai como es... Va a andar demasiao chuki hoy día. No te tomi a pecho lo que te diga. - le dijo a su hijo. Jeongin asintió.

—Voy a tratar... Pero a veces se va al chancho. -dijo con un suspiro, tomando los panes. -Ya, vuelve luego y por último mándale un mensaje.

[...]

Definitivamente, los papás son weones.

¿Por qué nunca medirán lo que dicen?

Cosas así se cuestionaba JeongIn, apretando la mano en un puño para evitar los temblores, no podía pararse de la mesa, o si no, lo iban a retar.

— De verdad me gustaría entenderte JeongIn. - dijo y puso las manos en su cabeza.-Pero ya no se que wea contigo. Me saliste tan fallao, que no se que otra wea hacer. Siempre te han webeao, siempre te pasa algo. De verda que suerte por vo que ese cabrito aguanta estar contigo, ojala no se aburra luego. -

Jeongin tragó el nudo en su garganta con dificultad y tomó té, tratando de hacer oídos sordos.

—Ya, pero.. No le digai weas así.-dijo su papá, frunciendo el ceño.

—¿Qué? Si es la verda po. Que le dan esas cagas de ataques a cada rato, que de un momento a otro se pone weon, y llora por todo, no quiero que deji más las weas pa afeitarse en el baño, no vaya a ser que le de la locura y se mate.-

No aguantó más y se puso de pie, derramando un poco de té.

—Oye, ¿pa onde te vai?- preguntó enojada.

Cerró la puerta con fuerza, apoyándose en esta después de cerrar con llave. Se sujetó el pecho, inhalando y exhalando con fuerza, el aire que entraba a sus pulmones era mínimo, o él lo sentía así, sus dedos temblaron, mensajeando a su pololo, con lágrimas corriendo sin parar. Apenas y pudo escribir el mensaje, gracias a los hormigueos.

Hyunjin se levantó del sillón como una bala al leer el mensaje de su pololo, se calzó las jordan y busco su poleron por el living, bajo la mirada de ceja alzada de su progenitora.

—¿A onde vai?- preguntó su mamá.

—El innie me hablo urgente. Tengo que ir onde mi principe. Te traigo una salchipapa si vuelvo.

—¿como que si vuelvo balsuo culiao?- preguntó con gracia. -Ya, anda, pero me hablai cualquier wea. - el mayor beso su mejilla estruendosamente, haciéndola reír, antes de correr fuera de su casa, trotando las cuadras para llegar a la casa de su pololo, o bueno a la parte trasera de su casa. Cubriéndose la cara se paso por los fierritos de la reja, montandose entre las piedras para dar al balcón de su niño. Un master en meterse a la casa del xiki.

Tocó el vidrio suavemente. Jeongin se paró, cómo pudo, tiritando entero y le abrió. Aferrándose a él, temblando, llorando sin parar.

Hyunjin no sabía que chucha hacer.

《♡》

Ola potos kmo tan yo bien garsia

Trencito- HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora