Trencito- HyunIn

Final.

Jeongin despertó, con el brazo de Hyunjin rodeando su cintura. Sonrió con felicidad. Se sentía tan pleno y renovado, incluso después de estar tan agotado.

Sus cuerpos desnudos se brindaban calorcito. Se giró, mirando a la cara a su pololo. Este dormía placidamente, viéndose hermoso. El menor se sentó, para colocarse la ropa. Hyunjin lo atrajó hacía su cuerpo nuevamente, abrazandolo.

—¿Pa onde creí que vai vo?- dijo de manera dulce, besando su mejilla. Jeongin rió.

—Tengo que ir a buscar las cosas a mi casa pue, Jinnie.- dijo. El mayor puchereó. - Y después podemos ir a ver las cosas al departamento...- murmuró con una sonrisa.

—¿No te tinca un rapidito?- preguntó. Jeongin rió en voz alta y fingió pensarlo.

—Creo que tengo tiempo.- Hyunjin sonrió dejándolo contra el colchón.

—Te amo tanto.

—Y yo a tí.- dijo el menor. Besando sus labios con todo el amor del mundo.

[...]

La carpeta iba de mano en mano, mientras el menor caminaba hacía el colegio, para postular a las nuevas becas y algún crédito universitario o quizá la gratuidad. La música sonaba en sus oídos, atraves de los audífonos. El trencito rebotaba en su bolsillo, sacándole una sonrisa. Luego de un año y algunos meses de relación, había hecho el amor por primera vez con HyunJin. Y no podía sentirse más feliz. Hyunjin le había propuesto vivir juntos a penas saliesen de 4to medio, lo que sería muy, muy pronto. Silbó, tranqui.

—Mira. Quién decidió aparecerse.- se quitó el audífono, y su mundo se cayó.- ¿cómo andai po, maricon?

Dale Jeongin, eres fuerte. Podi con esto.

Puso el audífono nuevamente en su oído, ignorandolo.

Pero no podía ignorar la manera en la que su hombro chocó contra la pared. Se quejó.

—Déjame. -pidió.

—¿Qué te voy a dejarte weon?no sabi las ganas que tengo acumuladas de sacarte la chucha weon. Meses de querer sacarte la chucha sapo conchetumare. -dijo.

—Javier, córtala. ¿Que te hice weon? Déjame tranquilo. - dijo, apretando tres veces el botón de bloqueo de su celular, enviando imagenes, video, audio y ubicación. -Me quiero ir

—Te quedai acá maricon culiao, te voy a sacar la cresta las veces que quiera.- dijo. Jeongin tragó saliva, recibiendo el primer golpe. Su cuerpo no reaccionaba, más al ver que no tenía mucha salida con los otros dos muchachos tras Javier. Los golpes llegaban y llegaban a su cara y cuerpo.

Hyunjin se levantó y vistió rápido viendo su teléfono.

Tanto tiempo sin ese bastardo en sus vidas.

Corrió fuera de su casa, buscando la ubicación de su pololo, mientras este trataba de defenderse de los golpes de aquellos tres muchachos, que le atacaban sin parar, denigrandolo, insultandolo.

La saliva de Javier llegó a su frente, dándole asco. Su polera estaba hecha mierda, y sentía que su cuerpo no aguantaría más golpes, sus brazos temblaban y no podía sujetarse. Pero su agresor no creía lo mismo. Sujetando su cabello, golpeando su rostro una y otra vez. Escupió sangre, mucha sangre.

—Para. Por favor, para.- pidió cómo pudo.

—Javier...Deberiai cortarla. Míralo. -dijo uno.

—Cállate vo, peron culiao.-dijo.-Se la merece el asqueroso conchetumare.- dijo, azotando la cabeza de Jeongin contra el suelo.

Hyunjin dobló, haciendo sonar sus zapatillas.