Trencito- HyunIn

VI

JeongIn estaba en modo planta, sin saber que hacer, que decir, mientras el mayor compraba comida para ambos.

—Vamo allá al pasto a comer.-dijo el mayor. JeongIn solo le siguió. -Oe... Pero no te pongai así, si yo sé que no te gusto, no te sintai mal, chico.- dijo metiendo papas en su boca para ahogar su pena, fingiendo una risa. JeongIn titubeó.

—Es... E-Es qué....- intento no titubear. Decirle claramente que también le gusta, pero no podía. Inhaló, mordiendo su labio. Innevitablemente sus manos se movían de manera nerviosa. Era tan difícil. HyunJin tomó su mano.

—Si no te gusto, ta bien, doun wuori wacho loco.- dijo. JeongIn tomó un gran sorbo de bebida y chilló cómo delfín, dejando al mayor confundido.

—¡S-S-Si mmmE gUstai!- dijo cómo pudo y soltó todo el aire de golpe. -T-Tú tamb-también me gustai, Hyunjin.- murmuró. El flaco abrió la boca con sorpresa.

—¿Me tai weando? - preguntó.- la mea chala hermano.

Se cubrió el rostro con decepción de si mismo.

—Me he aguantao too este tiempo decirte alguna wea y la pulenta, recién estaba empezando mi plan de conquista, ¿y también te gusto? Hace cuanto.

—D-Desde que te conozco.- dijo rojo. HyunJin se pegó en la frente.

—Me cago en mi vida entera hermano, no te estoy weando. Llevaríamos caleta de tiempo juntos. - dijo. JeongIn sonrió y escondió su rostro.

—¿De verdad te gusto?-preguntó. HyunJin le quitó las manos del rostro.

—Más que la conchetumare. -

JeongIn se apoyó en su hombro, con su pecho latiendo fuerte, y la sangre acumulada en sus mejillas. HyunJin suspiró y sonrió.

—Wea loca.- dijo y besó su cabeza. Se recostaron en el pasto, abrazados. JeongIn cerró sus ojos, disfrutando de los brazos del flaco rodeandolo. Hyunjin suspiró besando su frente, acariciando su rostro, mirando cada detalle de su rostro.
JeongIn no quería alzar la mirada, se sentía tan avergonzado, pero tan feliz.-Oe....

—¿S-Sí?- preguntó, alzando levemente la mirada. Hyunjin quería gritar de lo adorable que podía ser aquel cabrochico, por la chucha cosita bonita preciosa.
El mayor sonrió, acariciando su cara, concentrao totalmente en analizar las facciones de Yang, quién era un tomatito muy lindo, de la vergüenza que sentía por tener tal proximidad y atención de su mayor.

—Te quiero.

JeongIn agachó la cabeza y lo abrazó, sonriente. Sentía tanta calma.

Pero no po, la wea no es eterna. Su teléfono vibró, y vió el contacto de su papá.

Contestó con algo de miedo.

—¿Dónde estás?

—En un parque.- dijo, tirando algunos pastitos. Prefería decir toda la verdad.

—¿Y por qué no te fuiste al liceo weon?

—Porque... Mi mamá me dijo que no quería que la llamaran del colegio hoy... Y esos locos siempre me molestan y me pegan, así que siosi la iban a llamar... Y preferí no ir pa que no la llamen. - dijo.

—Agradece que me llamaron a mi porque faltaste y no a ella weon. - dijo con un suspiro.- ¿andai solo?

—Hm hm.- dijo, negando.

—Ya. Vente temprano weon. Y no le digai niuna wea a tu mamá. Ni una sola wea, anda con el cable cruzao. -dijo algo molesto. Yang imaginaba que era por la cachetada recibida en la mañana. -Chao. Anda con cuidao.

—Chao... Ah, papá...- murmuró despacito, con miedo a decir lo siguiente, y algo de vergüenza, un resoplido y una risa desde la línea.

—Yo también te quiero.- dijo el hombre y colgó. JeongIn guardo su celular y Hwang le miraba con preocupación.

—¿Too bien, principe? - preguntó. JeongIn asintió, mientras el mayor le rodeaba con sus brazos.- Oye...

—¿qué pasa?-

—¿Puedo darte un piquito?- preguntó Hwang.

《♡》

Ñiñi