Vivir para Soñar | TMNT Au.

Especial.

Antes de que comiences a leer te propongo que escuches la música añadida en multimedia, esto para brindarte una mejor experiencia. Y recuerda también, leer con calma... gracias por tu atención y disfruta el capítulo.

E-Ab27, ese fue su código programado.

El frío entre las paredes metálicas era descomunal, cualquiera que no fuera un robot o máquina seguramente perecería en aquella colonia espacial.

Una pareja de Krangs caminaba sin emitir ningún sonido salvo el de sus pesadas pisadas, cada uno llevaba un arma cargada y lista para disparar a cualquier anomalía que se toparan. Sinceramente nunca creyeron tener que ocupar sus recursos en ese sitio salvo pare defenderse de meteoritos que quisieran chocarlos, inclusive satélites que pudieran detectarlos. La cosa fue que tuvieron que levantar fuego contra algo que jamás hubiesen imaginado ni siquiera en el más grave de sus cálculos.

El chico era singular, no tenía nada de especial salvo haber nacido artificialmente, rodeado de dolor, miedo y soledad. Era imposible que anhelara otra cosa, no conocía nada más que eso después de todo.

Pero algo mientras estaba inconsciente ocurrió dentro de él, en su mente; llevándolo a desarrollar emociones disfrazadas de sensaciones que ni siquiera él sabía que poseía ni que pudieran existir.

El instinto de que algo en su código estaba fallando, que había un error en él.

Pero se hizo saber del valor material que poseía cuando los Krangdroides comenzaron a rodearlo apuntando, queriendo reprimirlo; queriendo lastimarlo, buscando cómo hacerlo caer una y otra vez sin posibilidad a que se levantara de nuevo.

Buscando volver a dominarlo en una cápsula llena de líquido y un respirador para mantenerlo con vida, aunque ya no fuera necesario.

El frío líquido derramándose entre sus desnudos pies comenzaba a evaporarse haciéndolo estremecer. Miraba de un lado a otro, sus sentidos comenzaban apenas a despertarse, lo que empezó siendo un ruido blanco pasaron a ser palabras en un lenguaje que no comprendía y que de cierto modo lo inquietaban. Con cada paso que intentaba retroceder los cristales crujían debajo suyo, pero nada más pasó.

Pronto todo el lugar tembló sintiendo descompensarse, E-Ab27 casi perdía el equilibrio pero lanzando su peso hacia el contrario y con apoyo de una de sus extremidades superiores en el suelo logró mantenerse mientras veía cómo los robots alienígenas se las arreglaban.

El estruendo próximo al impacto no se hizo de esperar activando fuertes alarmas y luces rojas por todo el lugar, E-Ab27 volteó a toda dirección sin comprender exactamente lo que pasaba, pero de algo estaba seguro; y era que su cuerpo se dejaría caer en cualquier momento con ese hormigueo que su pecho provocaba con fuertes golpes por dentro, incluso se miró buscando alguna señal de herida pero no había nada salvo su coraza intacta. Pero se sentía más prominente que los pasados al terminar las actualizaciones.

Sin embargo, su pequeño momento de paz no duraría cuando escuchó golpes menores a gran velocidad y que cada vez se hacían más fuertes, alzó la mirada y cinco, tal vez seis, Krangdroides iban directo a él.

Se levantó apenas manteniendo el equilibrio, un fuerte y palpitante dolor en la parte superior de su cuerpo le hizo llevarse la mano a la frente, pero no sintió nada salvo su frío propio contacto. Tras volver a corroborar que no había ninguna herida superficial volvió a apoyar a su primera premisa.

Sentía un error, una falla en su código.

Con movimientos descoordinados se alejó de sus cazadores... cazadores... ¿era correcto llamarlos de esa manera cuando fueron ellos mismos quienes lo habían creado? ¿a sus propios mentores?