Vivir para Soñar | TMNT Au.

IV

- seguro que debes estar delirando, eso no es posible.

- ¡les digo que sí! ¿por qué les cuesta tanto creerlo? - contestó con persistencia Donnie.

Raphael, quien se mantenía de brazos cruzados bufo bajando a la vez su mirada.

- es que simplemente no lo es, para hacerlo tuvo que pasar mucho tiempo, no por ser una bola de alienígenas que desarrollan tecnología para aniquilar el planeta quiere decir que sabrán hacer de todo, ¡nos hubiéramos percatado cuando entrábamos a destruir sus bases!

- pero dónde lo encontramos ni siquiera era una base oculta - se defendió el de ojos marrón. - era una bodega abandonada, a simple vista. - remarcó lo último siendo esto lo más evidente para él.

- chicos, chicos - ahora quién intervino fue Leonardo, habiendo separado un poco a los dos prosiguió hablando. - no importa si era posible o no, ni siquiera si no nos dimos cuenta antes de pasara, el punto ahora es que ya está aquí y con nosotros. - por unos momentos miró hacia la nada, expectativo de su propia mente para que le indicara qué más decir.

- ¿y qué vamos a hacer entonces? ¿regresarlo? - habló Rapha con notoria indiferencia.

- ¡por supuesto que no haremos eso! ¿tienes idea de lo que siquiera estás diciendo? - la actitud del menor de mayor estatura desconcertó a su hermano, a los dos más bien. ¿para qué quisieran que un mutante -que ni siquiera sabían si lo era- se quedara con ellos? Era simplemente absurdo y peligroso, sin mencionar que aún eran adolescentes y ninguno quería cargar con la responsabilidad de cuidarlo. O al menos eso se pensaría.

- no estoy seguro, - Donnie retomó intentando sonar ahora relajado con sus palabras. - pero es muy probable que el Krang ya esté buscándolo, no podemos dejarlo sólo a su suerte ¿si quiera imaginan lo que le harán?

La tortuga alfa y la que le seguía se quedaron en silencio mirando la preocupada mirada tras en antifaz morado.

- él ahora es un ser vivo, sin importar de dónde o cómo haya sido traído, él sentirá y tendrá uso de la razón propia, ¿no creen que abandonarlo sería como entregar a cualquiera de nosotros?

- ¿y porqué tan repentina preocupación y apego hacia él? - inquirió el de ojos verdes.

- porque nosotros rescatamos vidas, sin importar luz o género, dejarlo con el enemigo iría en contra de todo lo que nosotros seguimos.

- los Krangs también son seres vivientes y no por eso los estamos salvando cuando nos atacan. - Raphael seguía sin ceder, manteniendo firme su pensar.

- esto es diferente. - Donnie comenzaba a perder la paciencia y por un momento la idea de dejar a su hermano solo con sus locas ideas pasó por su mente, pero no era tan inmaduro y grosero como para hacerlo.

Leonardo no hallaba lugar en la discusión, tenía puntos a favor de ambos pero poco ayudarían. Por una parte Donnie era persistente, de igual manera que lo es Raph, pero eso sí, ambos testarudos. Sus voces comenzaban a subir de tono, ahora esperaba que su sensei no saliera de... ¿dónde siquiera estaba?

Los comentarios a la defensiva siguieron, Leonardo por lo tanto decidió ir al laboratorio a dar un vistazo al mutante- experimento-- lo que fuera. Cuando entró esperaba ver el sitio iluminado por varios focos y las máquinas de su hermano, vaya fue su sorpresa al notar todo apagado. Las alcantarillas eran poco iluminadas, oscuras, pero ésta se llevaba el primer lugar. Con su mano intentó encender el apagador pero nada resultó, entre cerró los ojos intentando distinguir las cosas y avanzó.

Se escuchaba de fondo el agua pasar por las viejas tuberías, una gota que caía sin cesar y sus pensamientos.

Tenía ahora un no muy buen presentimiento, parecía la escena de una de esas películas de terror que Raphael disfrutaba de ver, y si el resultaba ser uno de los personajes principales de la historia entonces estaría bien, pensó. A los principales no les pasa nada después de todo ¿verdad?