Era una hermosa tarde en la ciudad de Moscú y una pelirroja de mirada verdigris se encontraba regresando a su hogar luego de una larga jornada laboral que a decir verdad fue más estresante que productiva ya que lidiar con su nuevo jefe sí que era todo un desafío, iba tan sumida en sus propios pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de una menuda pelinegra ojiazul sino hasta que sintió su voz tan característica.
¡Eh Lena! - la llamó desde una de las bancas - No pensé encontrarte por aquí sinceramente - comentó ligeramente extrañada a la chica
L: ¡Oh Yulia! - exclamó ligeramente sorprendida - Si bueno vine a trabajar aquí a Moscú - comentó con una cálida sonrisa mientras tomaba suavemente asiento
Y: ¡Oh! y... ¿Sigues con Vlad? dime por favor que terminaste con él - comentó de pronto con visible desagrado sacando un cigarrillo de su chaqueta
L: No de hecho nos vamos a casar y... - cortó su propia conversación al notar como la chica expulsaba suavemente humo por la boca - Veo que no dejas tus viejas costumbres, Yulia - criticó de pronto con visible desaprobación
Y: Sólo es un cigarrillo, Lena - le restó importancia al asunto
L: Si, pero ese no es un cigarrillo común o ¿Sí? - inquirió de pronto con el ceño levantado
Y: Si, lo es - respondió de pronto con visible diversión curvando suavemente sus labios
L: Conozco perfectamente ese olor Yulia y sé que es marihuana - respondió de pronto con visible desaprobación cruzándose suavemente de brazos
Y: Ya no eres mi doctora, Lena - respondió de pronto con visible frialdad volteando a ver hacia la nada
L: Si, sé que no lo soy - respondió de pronto sintiendo un ligero dolor en su pecho - Pero me preocupo por ti ¿Sabes? - inquirió de pronto con visible ahínco en sus palabras viendo fijamente el perfil de la chica
Y: Yo... soy irrecuperable, Lena - comentó de pronto con visible decepción en su tono de voz
L: No digas eso Yulia - respondió de pronto con visible desaprobación negando suavemente con la cabeza - Créeme que jamás he dudado ni de ti ni de tu recuperación de hecho jamás he dudado de ninguno de mis pacientes - resaltó de pronto con positivismo pasando uno de sus brazos por su cuello
La pelinegra ojiazul se dejó abrazar por su ex doctora Elena Katina o como ella misma le pidió una vez que la llamara en consulta "Lena" para luego de intercambiar números telefónicos y quedar de encontrarse nuevamente, despedirse cortésmente de la chica quién luego de dar un último abrazo a la ojiazul, continuó normalmente su camino rumbo a su departamento. Al llegar al lugar, se encontró con un Vladimir viendo cómodamente televisión en el sofá de cuero negro.
V: ¡Oh! llegaste - comentó de pronto al notar la presencia de la chica - Estaba a punto de ir a buscarte al ver que no llegabas - añadió de pronto con visible preocupación
L: Si, lo siento me encontré con una alguien en el camino - se disculpó con el chico dejando su bolso en el sofá
V: ¿Qué es ese olor? - inquirió de pronto con visible extrañeza olfateando en el ambiente
L: Ah sí bueno me encontré con Yulia - respondió de pronto ligeramente nerviosa analizando el rostro del ojiazul
V: ¡¿Qué?! ¿Es en serio Lena? - inquirió de pronto visiblemente alterado - No deberías tener una amistad con esa drogadicta - sentenció de pronto con visible molestia
L: Vladimir por favor no quiero tener una discusión - pidió de pronto con visible malestar tomándose suavemente la cabeza
La pelirroja se dirigió hacia la cocina y se tomó un vaso con agua para despejar su mente, llevaba una relación sólida con Vladimir desde que se conocieron por primera vez en la universidad, él estudiaba medicina y ella psicología y si bien se llevaban cinco años de diferencia eso no impidió el conocerse y enamorarse, su lacio cabello rubio, sus increíbles ojos azules acompañado de una personalidad encantadora habían deslumbrado por completo a la joven pelirroja sin embargo a sus ahora veinticinco años podía decir que la relación se había vuelto monótona carente de interacción debido a sus apretados horarios de trabajo y ni qué decir del excesivo control que ejercía sobre ella definitivamente eso estaba causando mella en la relación.
V: Lena lo siento no debí exaltarme como lo hice - se disculpó visiblemente apenado mientras cortaba un pedazo de carne - Es sólo que no considero que debas relacionarte con ese tipo de gente - opinó con visible seriedad viendo fijamente a la chica
L: Vladimir no me gusta que controles mis amistades - comunicó de pronto con visible incomodidad cortando un pedazo de carne - Ya no es mi paciente, pero... me preocupo por ella - reveló de pronto con visible seriedad llevando un trozo de carne a los labios
V: Y ahora me culparás nuevamente por perder a tu paciente - comentó de pronto con visible gracia cortando suavemente un pedazo de carne
L: Bueno si no le hubieras puesto caras extrañas... - respondió de pronto con soltura alzando ligeramente las cejas
V: Porque mejor no cambiamos de tema - comentó de pronto visiblemente abrumado - Tengo una noticia que te va a encantar - reveló de pronto con visible entusiasmo viendo fijamente a la chica
L: Dime - respondió de pronto con tranquilidad bebiendo suavemente de su vaso
V: Encontré una reservación en la playa que escogiste para nuestra boda - reveló de pronto con visible emoción viendo minuciosamente a la chica
L: ¡Wow! esa es una gran noticia - comentó de pronto con visible emoción levantándose para abrazar al rubio
Ambos empezaron a brindar con dos copas de vino tinto mientras platicaban sobre los mínimos detalles de aquél próximo acontecimiento que tendría lugar en tan sólo un mes cuando de pronto el teléfono del rubio sonó y al atender la llamada tuvo que disculparse y salir rápidamente del departamento pues necesitaban de sus servicios en emergencias. La pelirroja terminó de tomar de su copa y tras limpiar rápidamente los trastes, ingresó suavemente al cuarto de baño para darse un relajante baño de burbujas mientras reflexionaba en lo caótica que se había convertido su vida pues ya ni tiempo tenían para tener una pequeña celebración.
Al salir del cuarto de baño, se colocó la pijama de dormir y se echó del lado izquierdo de la cama como siempre apreciando la luz de la luna a través del vidrio del balcón sin embargo su mente viajó hacia una menuda pelinegra ojiazul que jamás pensó volver a ver y que sin embargo el destino la volvía a poner nuevamente en su vida ¿Qué estaría haciendo la pelinegra en estos momentos? quizás en una fiesta nocturna celebrando con amigos se respondió con gracia al pensar en que eso podría ser realmente cierto, de pronto su semblante cambió al recordar la última conversación telefónica que tuvo con la chica en San Petersburgo.
FLASHBACK
Hace un año
L: Si, Yulia ¿Qué sucede? - respondió de pronto en tono bajo para no despertar al rubio
Y: Hola Lena perdón por llamar tan tarde - se disculpó visiblemente apenada
L: No, está bien ¿Estás bien? ¿Qué sucede? - inquirió de pronto visiblemente preocupada
Y: Si... estoy bien... he estado bien - reafirmó su respuesta - Llamaba porque... creo que estoy causando problemas con tu pareja ¿Verdad? - inquirió de pronto visiblemente preocupada, pero al no tener respuesta del otro lado de la línea continuó - Si... yo... lo siento dejaré de asistir a consulta y... me mudaré a mi ciudad natal - reveló de pronto con visible pesar en su tono de voz
L: Yo... lo siento Yulia no quería que esto pasará - respondió de pronto con visible pesar - Yo... respeto tu decisión lo más importante es que tú estés bien... sea conmigo u otro profesional - comentó de pronto con una triste sonrisa
FIN DEL FLASHBACK
Esa fue la última vez que escuchó la voz de aquella joven de diecinueve años lo próximo que siguió fue una pequeña discusión con su pareja que terminó en reconciliación rápidamente después de todo no podían estar peleados por mucho tiempo sin embargo aún le queda la ligera curiosidad sobre qué hubiera pasado si hubiese seguido siendo su paciente ¿Hubiera logrado la recuperación de aquella chica? o ¿Quizás hubiese fracasado como profesional? se preguntó de pronto con visible incertidumbre y con aquellos inquietantes pensamientos rondando por su mente se quedó profundamente dormida.
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Éxtasis
FanfictionLa brillante psicóloga Elena Katina decide emigrar a la ciudad de Moscú con la finalidad de encontrar mejores oportunidades de trabajo sin embargo sin saber lo pequeño que es el mundo se terminará encontrando con una antigua paciente de consulta que...