Capítulo 4

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Un ruido interrumpió su sesión de pasión.

- ¿Qué es esto preciosa?

- No lo sé.

Entró en Nin, con muchas cicatrices por la cara y una pistola en la mano. Me cogió del cuello y me puso la pistola en la cabeza.

- No hagas ningún movimiento extraño o me la cargo.

- Nin ...

- Calla, hostia puta!

Cody levantó las manos.

- Toda tuya, pero te estás poniendo en problemas.

- ¡Cállate! Y tú Amy, vienes conmigo. - Me cogió por la muñeca, pero esta vez ya no me apuntaba a mí, sino a Cody.

- ¿Qué debo hacer? - Dije, muerta de miedo.

- Corre! - Dijo Nin.

Recorrimos todo el pasillo, yo no me atrevía a mirar atrás, ni siquiera a parar. Después de correr un buen rato y salir de aquel molesto edificio, fuimos a escondernos detrás de un container orgánico.

- No me encuentro demasiado bien ... - la vista se me volvía más compilada, y aquel olor me producía náuseas.

- Duerme preciosa, duerme.

Alas de AlaskaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora