Un ruido interrumpió su sesión de pasión.
- ¿Qué es esto preciosa?
- No lo sé.
Entró en Nin, con muchas cicatrices por la cara y una pistola en la mano. Me cogió del cuello y me puso la pistola en la cabeza.
- No hagas ningún movimiento extraño o me la cargo.
- Nin ...
- Calla, hostia puta!
Cody levantó las manos.
- Toda tuya, pero te estás poniendo en problemas.
- ¡Cállate! Y tú Amy, vienes conmigo. - Me cogió por la muñeca, pero esta vez ya no me apuntaba a mí, sino a Cody.
- ¿Qué debo hacer? - Dije, muerta de miedo.
- Corre! - Dijo Nin.
Recorrimos todo el pasillo, yo no me atrevía a mirar atrás, ni siquiera a parar. Después de correr un buen rato y salir de aquel molesto edificio, fuimos a escondernos detrás de un container orgánico.
- No me encuentro demasiado bien ... - la vista se me volvía más compilada, y aquel olor me producía náuseas.
- Duerme preciosa, duerme.