No sentía completamente nada, pero veía una luz, rara, estaba ahí.
Fui caminando hasta llegar a ella, donde me llevó al mismo lugar que el sueño que tuve ...
¿Qué hacía allí? ¿Un cielo?
"Siempre había pensado que iría al infierno ...."
- Amy! - La voz cálida y reconfortante, me envolvía.
- Nin! - Corrí a abrazarle.
- No me dejes nunca, preciosa. Vamos a crear un nuevo mundo aquí. ¿Te quieres casar conmigo?
¿Otro sueño?
Pues sí.
Me desperté sobresaltada.
La verdad es que no sabía que decir, ¿cuando soñaba y cuando no?
Sonó el despertador.
Las 7:45.
Me di prisa en vestirme.
- Amy, ¿ya estás preparada para ir al instituto? Date prisa, es tu primer día! - Dijo la voz femenina.
Corrí hacia abajo.
Mi madre estaba haciendo el desayuno y, mi padre leyendo el periódico.
Los abracé a los dos bien fuerte y los llené de besos.
Me dí prisa para coger la mochila.
- Mamá, ¿me has puesto tú las cosas?
- No.
Estaba todo dentro de la mochila.
Sabía que no había sido un sueño, porque él existía y, era mi ángel, sólo quería lo mejor para mí.
Teniendo esta idea sonreí y tomé una manzana, le hice un mordisco y salí por la puerta.
Al cabo de dos pasos lo vi a él.
- ¿Porque lo has hecho esto?
- Si vuelves a empezar desde un principio, podremos estar juntos sin necesidad de ser perseguidos.
- Todos los sueños, ¿han sido verdad?
- La gran mayoría, sí, preciosa, pero antes de nada -se puso delante de mío y se arrodilló. - Te quieres casar ... Es broma, quieres ser mi novia, Amanda Steven?
- Me encantaría.
Me hizo un largo beso con lengua y, allí se quedó la bolsa, en el suelo.
Bien, esta es la historia de un sueño, que se hizo real.
Pero ahora mismo estoy con él, alimentando a mis hijos Mike y Lucas.
Me abraza de la cintura ...
Me encantas Nin.
Y si, finalmente nos casamos.
De la secta no supimos nada, pero la Alaska fundó una tienda que se llama .. Alas de Alaska, que es donde siempre vamos a comprar la papilla favorita de Mike.
Y Cody fue arrestado, junto con los demás miembros y condenado a pena de muerte.
Bueno, os dejo que mi amado se me pone demasiado cariñoso, hasta otro queridos lectores, y no olvideís que no hay que ser racistas, porque a veces hay historias detrás.
(FIN)