Capítulo 4

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Nuevo día, nueva clase horrible a las cuatro de la tarde. Tenía una clase de gimnasia por semana debido a que necesitaba mantenerme en forma para mis exámenes de danza. Sería aburrido si no fuera porque Jeongyeon comparte clase conmigo, por lo que puedo hablar con ella cuando hay descansos.

Terminamos de dar las siete vueltas que se nos había pedido y caminé hasta la ansiada agua que mi cuerpo necesitaba. Apenas la destapé la bebí y sentí como mi cuerpo recuperaba energía.

— Un día de estos nos terminarán matando. -Comentó Jeongyeon llegando a mi lado mientras se secaba el sudor con una toalla. Se sentó de forma pesada en las gradas.- ¿Estás bien? Vi que te costaba respirar un poco.

Últimamente estoy tan estresada que hasta respirar bien me cuesta.

— Sí, estoy demasiado cansada por lo que ya en la cuarta vuelta no sentía mis piernas.

— Se ve complicada la vida de bailarina. -Me comentó bebiendo de su agua.-

— La parte difícil son los bailes y el ensayar demasiado tiempo. -Conté, y es que últimamente me he pasado diez horas ensayando para un examen.-

Jeongyeon me miró preocupada y yo tan solo la miré de forma inocente.

— ¿Irás al ensayo de hoy con nosotras? La cachorro dijo que había compuesto algo y nos mostraría.

Aquello llamó mi atención. No sabía que Chaeyoung tenía aquel dote de componer y esas cosas musicales.

— ¿Compone? -Pregunté sorprendida, pero no mucho.-

— La cachorro es una prodigio musical, Mina. Al principio será muy tímida pero apenas dijimos que queríamos algo nuevo hubo un switch en su personalidad y nos trajo una parte. Es realmente asombrosa. -Me explicó.-

— ¿Si es una prodigio por qué no estudia música?

— Ella solo dice que es un hobby. -Respondió levantando sus hombros.- Es bastante agradable estar con ella ahora que entró en confianza.

Asentí. Yo también quería entrar en confianza con Chaeyoung como amigas, quizás, alguna vez.

El profesor nos llamó para que hicieramos estiramientos. Mientras estiraba mis laterales pensaba en que Chaeyoung es un misterio total para mí, nunca ha dirigido más de tres oraciones conmigo. Pero...no sé cómo acercarme a ella, quizás me odia y solo intenta ser amable por cortesía o algo por el estilo.

Me quedé pensando un buen rato hasta que me regañaron por distraerme y ser la única idiota parada en medio del gimnasio sin hacer nada. Totalmente avergonzada me disculpé y copié las acciones de mis compañeros.

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Iba llegando a la casa de Jeong cuando vi el auto de Nayeon estacionado en la vereda de enfrente. Miré hacia ambos lados antes de cruzar y troté hasta llegar a su ventanilla y golpearla levemente. Vi como pegó un salto y se sorprendió cuando me vió.

— ¿Qué haces aquí? -Preguntó una vez bajó la ventanilla.-

— Vengo a tomar algo mientras ensayan. La verdadera pregunta es qué haces tú aquí. -Enfatisé el tú.- ¿Por qué no estás adentro?

Vi como su rostro se volví algo triste. Oh, lo había olvidado...las cosas entre Jeongyeon y ella estaban raras desde el día de la tocata. De vez en cuando intentaba sacarle información a Jeongyeon sobre lo sucedido pero siempre lograba cambiar el tema.

Ellas eran inseparables desde pequeñas por lo que sé, que estén raras es...muy fuera de lo usual.

— ¿No me dirás qué pasó entre ustedes? -Pregunté apoyándome en la puerta mirando comprensivamente a Nayeon para que así entrara en confianza.-

Don't be a fool, Mina! •MiChaeng•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora