Capítulo 6

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— Es raro que llegues tarde. -Me dijo Sana extrañada una vez llegué a la biblioteca.-

Sí, para mí también lo era.

Hoy mi día no era el mejor en su totalidad. Todo empezó en la mañana, cuando creí haber conectado el teléfono para que cargara pero no fue así. Debido a eso mi teléfono se descargó, mi alarma no sonó y llegué tarde a mi clase.

Después noté que al salir apurada por haberme dormido había olvidado un informe y tuve que devolverme a casa para buscarlo y entregarlo. Razón por la cual llegué tarde a mi turno en la biblioteca.

Si un camión me pasara por encima sería un regalo del cielo.

— Bueno, hoy no fue mi día. -Suspiré sentándome de forma pesada en la silla frente a la computadora.-

— Está tu amiga sentada por ahí. -Me dijo Sana levantando sus cejas de forma coqueta.-

— ¿Quién?

— La mapache sensual.

— Se llama Momo. -La regañé.- ¿Le hablaste?

Asintió con fuerza.

— Tu amiga es bastante sexy y eso, pero muy tímida. La imagen que tenía de ella siendo la top se me cayó totalmente. -Dramatizó.- Pero es adorable, eso hace que me guste más. -Dijo con simpleza.-

— Oh, ¿No es solo un ligue?

Usualmente Sana coqueteaba por diversión. No malinterpreten, no es que coquetee con cada chica en la tierra, solo que entre amistades es bastante juguetona y eso es confundible con mujeriega.

— Nope. Cuando hablamos fue agradable y sus temas de conversación son agradables. Es totalmente mi tipo.

Debo admitir que pensar en Sana y Momo siendo novias era lindo. Ambas tenían personalidades algo distintas pero que congeniaban bastante.

Con ese pensamiento caminé hacia donde Sana me dijo que se encontraba Momo. Me asomé por detrás de un librero y la vi durmiendo sobre sus libros con un lápiz en su mano.

No pude evitar sonreír, si no fuera porque la conozco de toda mi vida sería mi crush. Pero nunca aceptaré en mi vida a alguien que hace globos de saliva cuando está aburrida.

Es asqueroso.

Me acerqué a ella y moví su cuerpo levemente para que despertara, no podía gritarle porque estábamos en una biblioteca y si lo hiciera sería antinatural de mi parte porque podría decirse que trabajo aquí.

— Momoring, despierta. -Murmuré. Sin resultados.- Momo estás babeando tus apuntes.

Escuché un quejido y sus ojos se abrieron lentamente. Muy lindo todo pero yo bromeé con que estaba babeando sus apuntes, no pensé que habría una gran mancha de baba sobre la hoja donde estaba durmiendo.

— Ah, Minari. -Murmuró rascandose los ojos.- Woah, de verdad me dormí.

— No es usual que te duermas en la biblioteca, ¿Ocurrió algo?

Cuando hice mi pregunta noté su sonrojo y dirigió su mirada al mostrador, donde Sana estaba mirando para luego guiñarle el ojo, poniendo más nerviosa a mi amiga.

— Solo...estuve hablando con Sana hasta tarde. -Murmuró más nerviosa aún.-

Mi imaginación empezó a funcionar y decidí dejar la conversación hasta ahí netamente por mi sanidad mental.

Me despedí de mi amiga para que continuara con su trabajo, no quería interrumpir más y tampoco quería ver sus intercambios con Sana. Mi vida amorosa mal hecha sufriría más.

Don't be a fool, Mina! •MiChaeng•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora