|05|

45 5 0
                                    

Camino moviendo mis caderas más de lo normal cuando Minato repara en mi presencia. Me acerco a él y sonrío con inocencia, haciendo que él entrecierre sus ojos y me mire con sospecha. No puede ser que se haya dado cuenta de mis intenciones, ¿O si?.

--¿Qué planeas hacer pequeña?-- pregunta susurrando y sonriendo a una mujer que lo saluda desde lo lejos.

--¿Sabes quien es la mujer que acabas de saludar?-- pregunto.

--Familiar de Hiruzen.

--Si, y es mi tía, deberías tener cuidado con ella, es una pirata.

--¿Pirata?-

--¿Muy bonita no? Pues que no se te acerque tanto ya que tus cosas corren peligro, es experta en robar billeteras y relojes caros, créeme que no te darás cuenta cuando lo haga.

--¿Cómo lo sabes?-- pregunta ladeando suavemente su cabeza.

Me acerco a él hasta tal punto en que nuestros labios se rosan y nuestras respiraciones se mezclan. Él hace el amague de querer besarme, pero con un sonrisa zorruna me separo.

--Por ésto-- digo levantando mi mano con su billetera.

--¿Cómo?-- dice buscando en sus bolsillos.

--Ella me lo enseñó, ¿Genial no? Ahora veamos que tiene que guapo de mi vecino-- digo abriendo la billetera, contrando a primera vista su documentos. -- Tranquilo, solo miraré tus datos, no quiero robar dinero, nunca me gustó eso-- digo cuando se acerca para querer arrebatarme sus cosas. --Tu carné de conducir está vencido hace dos meces, que descuidado señor vecino.

--Dame, no tengo ganas de ir a renovarlo-- dice logrando recuperar sus cosas y cerrando los ojos.

Me encojo de hombros y salgo, ignorando el llamado del rubio, al patio trasero junto con Óbito. Éste se encuentra tecleando furiosamente en su celular mientras sus mejillas se tiñen de un suave rojo.

--¿Con quién hablas Uchiha?.

--___, no te vi llegar-- dice dando un pequeño salto en su lugar y guardando su celular para que no logre ver su conversación.

--Me di cuenta, vamos cuéntame con quien hablas-- insisto nuevamente.

--Uhm, no, no puedo.

--¿No puedes contarle algo a tu amiga de pañales?-- pregunto con un fingido tono dolido.

--Agg está bien, promete no hacer algo tonto.

--Prometo intentar no hacer algo tonto.

--Que más da, con eso creo que sirve, hablo con Tontokashi, el muy idiota dijo algo extraño y yo, creo que lo malentendí.

--¿Mmm? Puedo ver.

--No, por favor no.

--Bien, al menos dime que dijo-- digo con un bufido.

Él abre la boca para contarme, pero es interrumpido por una voz detrás de nosotros. Maldito rubio, porque no se mete en sus asuntos. Me levanto y camino hasta él con grandes zancadas para terminar de tirar de un mechó de su pelo.

--Por tu culpa Óbito ya no hablará.

--Auch, ¿Hablar de qué?-- pregunta entre quejas ya que aún no suelto su cabello.

--Nada.

--La comida ya está-- escucho que dice alguien desde adentro.

Olvidando mi enojo y frustración entro corriendo y soy la primera en sentarse en la larga mesa a la espera de la comida. Cuando ya todos están en sus lugares observo como Minato es acosado por mi prima tres años mayor que yo. El rubio sonríe nervioso y veo como suelta un suspiro de alivio cuando mi tío Azuma llama la atención de la chica para hablar del trabajo.

La niña de los clavos. |Minato y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora