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Las cosas entre Minato y yo cambiaron desde el día de mi cumpleaños, hace ya una semana. Él es más suelto, me dice lo que piensa, como se siente e incluso me cuentas los problemas de su empresa, cosa que antes no hacía. Yo por mi parte me siento algo confusa con todo ésto, no me arrepiento, por supuesto que no, pero siento que nos falta algo y no logro recordar que demonios es.

--Maldita sea, tal vez no sea nada-- murmuro en voz alta.

--Señorita Rintoshi, ¿Tiene algo que aportar a la clase?.

--No profesor-- suelto entre dientes.

El viejo sigue dando su clase y Óbito me queda mirando.

--¿Qué sucede ___? Desde esta mañana que te veo gruñir-- murmura para que el profesor no lo escuche.

--No es nada Óbito, como siempre no logro recordar las cosas importantes.

--No es nada nuevo, al final siempre resulta que no es nada importante.

--Cierra la boca cara culo.

--Óbito  recuerda lo de esta tarde-- dice ahora Kakashi dándose la vuelta en su asiento para vernos.

--¿Lo de esta tarde? ¿De qué me estoy perdiendo?.

--De nada ___, no es nada-- dice entre dientes mirando mal a Kakashi.

Suspiro y decido no prestarles atención. Ahora que lo recuerdo, Minato dijo que vendría a recogerme a la salida. Me pregunto porque será.

Ya a la salida busco el llamativo auto deportivo de Minato,  el cual logro divisar no muy lejos de la entrada. Camino con tranquilidad hasta él y me sonríe apenas estamos frente a frente.

--¿Cómo te fue amor?-- pregunta dejando un pequeño beso en mis labios.

--Consigan un Hotel idiotas.

--¿Celosa Rin?-- pregunto con burla en mi voz.

--Más quisieras idiota-- y simplemente se va con enojo.

--¿Nos vamos?.

--Claro-- digo dejando mi bolso en el asiento trasero y luego entrando en el del copiloto.

--Esta noche hay una cena importante ___, conocerás a mis padres allí-- dice con un tono nervioso mientras arranca el auto rumbo a casa.

--¿Tus padres?-- digo con miedo.

Oh por dios, conoceré a los padres de Minato. Me pregunto como serán. 

Ya llegada la noche y ya bañada, busco algo bonito que ponerme para la gran cena de esta noche en la cual conoceré a mis suegros.

--Por cierto,  enviaron un regalo para ti, lo dejé en tu escritorio-- comenta Minato saliendo del baño y acercándose hasta el armario.

Otra de las cosas que cambió es que ahora ambos usamos el mismo cuarto.

Camino hasta el escritorio y una caja blanca que no había visto se encuentra allí. Al abrirla veo un top elegante y una pollera larga igual de elegante, todo color crema.

--¿Quién se supone que me envió ésto?.

--Mi madre.

Es muy lindo,  pero no creo que sea buena idea usarlo. Con esta prenda dejo a ver los piercing en mi ombligo y en mis clavículas.

--Te quedará hermoso, ya deja de pensar en esas cosas-- dice Minato dándome un abrazo por la espalda. --Siempre piensas en lo que dirán los demás sobre tus piercing o tus tatuajes, ¿Qué mas da si les gusta o no?.

La niña de los clavos. |Minato y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora