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"Latidos" | Percy Jackson | El Último Héroe del Olimpo

Nota: Cambié el final de la batalla contra Cronos con respecto al escrito original (Ambientado en "El último héroe del Olimpo")
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Su corazón había dejado de latir, o al menos así lo sentía él.

¿Cuándo había cambiado todo?, podía mentir diciendo que había sido en la misión del laberinto, pero sabía que era de incluso antes. Todos lo sabían.

Percy Jackson, hijo de Poseidón.

Aquel nombre provocaba que una pequeña descarga eléctrica recorriese su espalda y que sus latidos se aceleraran. Pero su nombre no provocaba lo mismo en Percy, y probablemente nunca lo haría.

Cuando lo vió de pie frente al Monte Olimpo quiso correr y abrazarlo como solían hacerlo cuando pasaban días sin verse, pero no podía, porque ahora era alguien más que hacía eso, y Percy lo había dejado en claro aquella noche en el bosque del campamento, mientras buscaban a Nico Di Angelo. Se limitó a observarlo desde atrás, junto a Argos, y sonrió para si mismo. Pero él debía estar frente a los campistas, debía comportarse como un líder, porque era eso lo que todos esperaban de él, eso era lo que Takeshi Black, hijo de Zeus, debía hacer.

Pero no pudo hacerlo al ver cómo Percy sujetaba de la mano a Annabeth, buscando en ella el apoyo que antes buscaba en él. Por lo que permaneció distante, permitiendo al hijo de Poseidón tomar el control de la situación.

Percy repartió los puentes a las cabañas, hasta que solo él acabó sin destino. Todos preguntaron sobre ello, sin ser conscientes del lío que comenzaba a haber dentro de ambos líderes, hasta que Thalia llegó con las cazadoras, dando un caluroso abrazo a su hermano pequeño y saludando con cercanía a Annabeth y Percy.

-Tak, irás con la cabaña de Apolo-A pesar del apodo cariñoso, sabía que Percy lo había mencionado por la presencia de Thalía.

-No me llames así, por favor.

Marchó primero, con Michael Yew y sus hermanos a sus espaldas, y con la espada desenvainada sujeta con fuerza en su mano izquierda.

Nunca nadie lo diría, pero Takeshi Black lucía como un verdadero héroe en aquel entonces.

(...)

El Minotauro había sido derrotado por Percy y Takeshi, y Cronos había sido alejado del Empire States. Sin embargo, toda victoria tenía un precio que se debía pagar.

Michael Yew había muerto, y Takeshi estaba mal herido.

Percy se había marchado tan rápido como pudo luego de aceptar que el hijo de Apolo no aparecería, estando desesperado por saber el estado de Annabeth, a quien habían herido en la batalla. Se llevó consigo a Will Solance, un hijo de Apolo que era capaz de curar casi cualquier herida, y ordenó al resto continuar la vana búsqueda del Michael, sin percatarse del par de rubios que atendían como podían al hijo de Zeus.

Pasaron muchos minutos antes de que todos se rindieran, llorando la pérdida de su hermano. Takeshi también lloró; sollozó con dolor y gritó de rabia al pensar en todos los campistas que debían de estar sintiendo lo mismo.

Llegaron al Hotel Plaza con las cabezas bajas, el hijo de Zeus sujetando su costado herido, y cada quien se fue por su lado.

Takeshi necesitaba descansar, pero el dolor de la herida lo mantenía tenso, por lo que acabó subiendo de manera inconsciente hasta el piso en que se encontraba Percy acompañando a Annabeth.

Se detuvo a unos pasos del cuerpo tendido, mordiendo su lengua para soportar el dolor.

-Estabas a su lado-Como pocas veces, la voz de Percy sonaba molesta-. Estabas ahí y no lo evitaste-Takeshi bajó la cabeza, sintiendo cada letra marcarse con fuego en su mente. Sus latidos estaban descontrolados-. Todos halagan tu rapidez, tus reflejos... ¿Dónde quedaron esos reflejos en ese momento?