Se encontraban en la azotea. Habían decidido colarse a mitad de la noche con el fin de obtener un momento de paz entre tanto caos.
Algunos se susurraban al oído las formas que veían en las estrellas y otros solo cerraban sus ojos, disfrutando de la brisa de primavera que corría a momentos.
-Yukimura-chan-Tsuyu se sentó a su lado, observándolo de manera atenta.
-Dime-Contestó en un suspiro el nombrado.
-Acercate al grupo, la luz es cálida-Lo invitó la ranita con voz precavida, a sabiendas de la situación casi precaria en la que se encontraban las relaciones del pelinegro.
-... supongo que una despedida de este estilo es mejor que nada-El chico se puso de pie y dió media vuelta, acercándose silencioso a sus compañeros.
Todos lo observaron, también silenciosos, atentos a cualquier movimiento y tentados a largarse a llorar.
-¿Por qué?-Bakugou rompió el silencio en voz baja pero furibunda-. Juramos mantenernos juntos, Katashi. Prometimos estar ahí para el otro hasta el último segundo.
Todos intercambiaron miradas nerviosas para seguido intercalar su atención entre el rubio cenizo y el pelinegro. Se removieron incómodos al notar que el silencio por parte de Katashi se prolongaba cada vez más.
-Yo tampoco quiero esto, Katsuki-Susurró tembloroso-. No puedo pensar en dejar esto, pero es inevitable.
-¡¿Por qué?! ¡Tu madre nunca estuvo ahí para tí!, ¡nunca te visitó, te abrazó o siquiera te observó!-Gritó Bakugou mientras Kirishima intentaba hacer que guardara silencio-. ¡¿Por qué, después de todo ese rechazo, te irás con ella y me dejarás solo?!
Iida se puso de pie e intentó controlar a Katsuki, que había comenzado a soltar explosiones debido al coraje.
-No tengo opción...
-¡Si la tienes!-Sollozó el ojicarmín, intentando aguantar las lágrimas-. ¡Quedate aquí, con nosotros! ¡conmigo!
Se abalanzó contra Katashi, botándolo al suelo y apoyando su rostro humedecido por las lágrimas en el abdomen contrario.
-... Creo que deberíamos marcharnos-Comentó Izuku temblando de los nervios. Observaba a todos lados mientras mordia sus labios, consciente del ruido que habían causado en una silenciosa noche.
Todos comenzaron a marcharse lentamente, dando miradas furtivas a los chicos recostados en el cemento. Yaoyorozu cerró la puerta con lentitud hasta dejarla al borde de cerrarse, bloqueando el seguro con un puñado de tela que habia creado.
-Katsuki-Llamó Yukimura.
-No...-El rubio sollozó más fuerte.
Con un suspiro comenzó a dar lentas caricias al erizado cabello contrario. Susurró vagos consuelos que acabaron siendo inútiles para ambos, puesto que rompieron a llorar tan pronto se observaron a los ojos.
-No te vayas... por favor, no lo hagas-Lo susurró Bakugou al oído, rodeando su cintura con su brazos en un afectuoso abrazo.
-¿Cómo evitarlo?-Le preguntó con voz temblorosa Katashi-. Mi padre perdió el juicio.
-Escapemos-Sugirió-... vámonos juntos a... a Grecia, o a Alemania. Siempre has dicho que te encantaría conocer alguno, ¿por qué negarte?
-Katsuki-El mencionado se aferró con desespero al cuerpo contrario, volviendo a esconder su rostro en el abdomen de Yukimura-, ¿qué sucedería con tu sueño?... si lo hiciésemos, ¿cómo le demostrarías al mundo que eres el mejor?
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Male! Reader OS | Pedidos
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