ENEMIGO • KIM NAMJOON

Capítulo 5: Vigilada

|| Lee Mingyeong ||

Llegué al aeropuerto diez minutos antes de lo acordado, ya que me gustaba ser puntual. Como aún no habían llegado los demás decidí sentarme a esperarlos, y me pusé a jugar en mi celular.

Luego de unos minutos comencé a sentirme observada, mire hacia todos lados pero no vi ninguna cara parecida, quizá eran sólo mis nervios, si era eso.

Habían pasado cinco minutos y aún me sentía observada, me levanté incómoda de mi lugar y llamé a Minhee.

—¿Minhee donde estás? —pregunté nerviosa.

—Acabo de llegar al aeropuerto, ¿dónde estás tú?

—Ya estoy acá también —de verdad me sentía nerviosa.

—Te veo en frente de la aerolínea que nos dijo el jefe ¿está bien?

—Bien —asentí y colgué la llamada.

Tomé mi maleta y comencé a caminar hacia la dichosa aerolínea. Pero aún sentía como alguien seguía mis pasos, volteé a ver y me encontré con Eunhye, ambas nos nos asustamos al vernos.

—Diablos Eunhye —hablé mientras ponía una mano en mi pecho—. Pensé que alguien me seguía.

—Vaya yo también pensé lo mismo —sonrío nerviosa—. Mejor vamos juntas hasta la aerolínea.

—Está bien —sonreí.

Ambas comenzamos a caminar hasta la aerolínea, pero no podía evitar el hecho de sentirme observada. Intenté alejar todo pensamiento negativo de mi mente e intenté actuar con normalidad.

Llegamos a la dichosa aerolínea y justamente nos encontramos con Minhee, Eunjoo y Jinsuk. Realizamos todo el proceso de migración y finalmente logramos abordar el avión. Sería un recorrido largo hasta Corea, once horas y media para ser exacta. El regalo del jefe para nosotros era viajar en clase ejecutiva; ya que quería que tuviésemos un tiempo tranquilos antes de entrar de lleno al campo minado.

Minhee sería mi compañero de asiento durante el viajes, a un par de asientos de distancia se encontraba Jinsuk junto a Eunjoo y un poco más lejos de ellos se encontraba Eunhye junto a un joven.

Me acomodé en mi asiento y empecé a observar el cielo a través de la ventana, el sol aún no estaba en su punto máximo así que había una vista muy hermosa. Sonreí ante lo que mis ojos contemplaban, y me volví a acomodar en mi asiento, miré a Minhee y él también me miraba.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Casi no te veo sonreír y me gusta cuando lo haces —sonrió acariciando mi mejilla.

—Ay Minhee —susurré nerviosa para luego apartar su mano—. No empieces.

—Está bien —suspiró y se acomodó en su asiento colocándose un antifaz.

Sentí como ponía su mano en mi pierna y comenzaba a acariciarla levemente, solté una pequeña risita ante su acción y la ignoré. Por mi lado busqué una película y al encontrarla me coloque los audífonos y comencé a verla.

Mi relación con Minhee era algo difícil de explicar, no éramos pareja pero a veces nos tratábamos como una. Habíamos salido un par veces pero nunca llegamos a nada serio, ambos estábamos de acuerdo en que lo más importante eran nuestros trabajos y que enamorarse no era una opción. Así que decidimos ser algo así como "amigos con derechos", habían besos, caricias e incluso sexo, pero sin comprometernos a ser algo más. Quizá en un principio si tenía sentimientos por él, pero con el tiempo estos se fueron borrando.