Al despertar me encontraba en una habitación que parecía estar muy descuidada, la pintura de las paredes estaba medio salida había una sola ventana y un vidrio que abarcaba gran parte de una pared. Cuando mi vista por fin se normaliza consigo ver que William estaba observándome sentado en una silla de madera
- Buenos días dormilona ¿Que tal tu descanso? Soñaste conmigo no es cierto? eso explicaría tus gemidos durante tu descanso- Dijo eso y me guiño un ojo
- William, mi cabeza se siente explotar y eso me pone de malhumor, no te aconsejo que me provoques ahora- Dije cerrando mis ojos y tocando mi cabeza con ambas manos
- Esta bien, señorita. La dejaré descansar, avíseme cuando vuelva a ser usted- Dijo dirijiendose a la puerta
- ¡Espera! No te vallas. Quiero respuestas y lo sabes- Dije incorporándome y tratando de pararme, en lo cual fracase ya me casi me caigo al piso si no fuera por que William me sostuvo antes de tocar el suelo, en ese momento me miro a los ojos y me dijo
- No somos los mejores amigos, ni siquiera se si te caigo bien pero juro que no dejare que algo malo te pase, te pareces demasiado a una bella mujer que conocí hace mucho. Ella era antepasado tuyo, y debo decir que heredaste muchas cosas de ella- Dijo con un tono suave y melancólico
Yo solo me limité a pedirle que me ayudara a sentarme en la silla, la verdad es que no confió en él, no confió en nadie en este desconocido lugar. Entonces recordé que estaba en un lugar desconocido
- ¿Donde estoy?- Dije mirándolo fijamente
- Ven, te daré un recorrido- Dijo extendiendo su mano, la cual rechacé.
Intente levantarme sola y esta vez lo hice con éxito, mi cabeza seguía doliendo por ende apenas podía caminar
- El golpe que te diste fue bastante fuerte por eso es que te duele tanto la cabeza-
Lo mire con una mirada de aprobación ya que si asentía con la cabeza me dolería. Llegamos a una especie de comedor bastante sucio y viejo
- Bienvenida a la fortaleza licántropa - Dijo extendiendo ambos brazos
La verdad me lo esperaba, sabia que él trabajaba con licántropos. Así que solo analicé la situación.
- Estamos bastante lejos de la mansión, además si intestas escapar no tendré como protegerte-
Esas palabras hicieron que me hierva la sangre
- Wow ¡alto! ¿Protegerme? ¿Es enserio? ¿Cuántos años crees que tengo? ¿10? Yo puedo cuidarme sola no soy una damisela en peligro que necesita un vampiro que la salve. ¿Que carajo creiste? ¡¿ Que esto es Crepúsculo?!-
- Cálmate Selene, a mi me gusta esa saga no la menciones de esa manera tan brusca- Dijo riendo - ¿Que te parece si me ves como tu camarada? Seré un apoyo no un héroe vampiro ¿Así te gusta más?-
- No, pero no tengo otra opción- Dije empezando a caminar
Empezamos a caminar y me mostró las habitaciones, el baño y por último mi habitación. No era como la de un hotel cinco estrellas, pero era mejor que nada tenía una cama de madera armada con una sábana blanca y una almohada del mismo color, una mesita de noche, un televisor y un baño privado.
- Será mejor que descanses, mañana Hugo querrá verte- Dijo William y se fue.
"Genial" pensé.
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Memorias de mi Eternidad
VampirosEsta es mi historia, o al menos una parte. Aquí relataré que es lo que me llevo a donde estoy ahora. Las decisiones que tome me hicieron lo que soy y no me arrepiento. Estos son los recuerdos de mis mejores días, las tan maravillosas, pero horribles...