Querida Margaret
Después de la aventura de Even junto a Albert fuera de su pueblo, ambos regresaron al día siguiente temprano en la mañana.
Su experiencia en el teatro fue inolvidable. Ambos recordarán ese momento por el resto de sus vidas. Había muchas personas en el auditorio y el escenario no era tan fantástico y enorme como parecía ser en los volantes. Aún así, era un lugar hermoso donde se alcanzaban a ver las estrellas. Los asientos estaban muy juntos por eso se podía escuchar a sus vecinos hablar o murmurar. Albert llevó a Even a ver una comedia con un elenco muy reconocido por hacer buenos chistes. Puso su asiento muy cerca del asiento de Even. Se asomaba por su oreja izquierda para ir explicándole las acciones de los actores y así Even fuera capaz de entender los chistes. Even reía como un niño esa noche. Probablemente nunca en la vida había reído tanto, y mucho menos por una obra de teatro. Mientras los vecinos no paraban de decirles:
__ "Shhhh"
Haciéndoles señales con las manos para que dejaran de hablar. Pero Albert y Even solo reían y les decían:
__ "Lo sentimos hablaremos más bajo"Y seguían riendo, como dos adolescentes inmaduros; llenos de vida y esperanza.
Sin embargo, esa mañana en casa de los Loren fue una historia completamente distinta a la que habían estado contando la noche anterior. En la entrada de la casa estaba su madre, Carli, lista para el sermón. Entonces les dijo en cuanto los vio llegar:
__ ¡Estas no son horas para que un señorito llegue a su casa!
Albert intentó excusarse primero, pero Even lo detuvo cruzando su bastón en su camino. Entonces le dijo a su madre:
__ Madre no tengo excusas para esto, pero le pido que tenga más consideración en frente de mi humilde invitado.
Carli estaba tan molesta que haló a Even del brazo y dijo:__ ¡¿Y este quien es?! ¡¿Fue con él que pasaste toda la noche?! ¡Dime!
__ Madre, me estás lastimando— dijo Even tratando de soltar su brazo de entre las manos de su madre.
__ ¿Es que no lo entiendes? Dime, ¿Qué dirán todos los que te vieron llegar aquí así? — dijo su madre con una expresión de angustia.
__ Solo pensarán que soy una puta fácil que no duerme en su casa sin estar comprometido, y a mi no me importará porque se que eso no es cierto— dijo Even con firmeza.
___ ¿No tienes dignidad? ¡Aquí no importa que pienses tu, al final solo importará lo que piensen y digan los demás! — gritó su madre.
Entonces, Even se apartó de su madre bruscamente, y dijo:
___ Pues a mi solo me importa la opinión que tengo sobre mi mismo, madre— dijo con una expresión desafiante y segura.
___ Bien, será como tú quieras. Pero no vengas llorando hasta mi cuando ya no soportes la presión de todos esos parlantes sobre ti. (Parlante es una forma de decir chismoso)
ESTÁS LEYENDO
El Señor de las Palabras
Historical FictionEl Señor de las Palabras; Dos omegas de distintas clases sociales pero con personalidades muy revolucionarias para su epoca, se conocen en medio de la desesperación. Albert Ghost esta casado con una persona que no ama y que es treinta años mayor, p...