El Señor de las Palabras

Capitulo XI

Querida Margaret

Una vez estuve enamorada de un amor efímero. Una mañana me desperté y ya no recordaba su rostro, no, en realidad nunca la conocí en esta vida.
Antes de que supiera sobre ella, solía soñar que alguien venía a salvarme, sin embargo mi madre dijo que era esquizofrénica. Me encerró en un cuarto por mucho tiempo hasta que recobrara la cordura. Entonces fingí que no veía nada en mis sueños, así pude ser alguien "normal" y regresar al mundo como un miembro funcional; pero enfermé gravemente y alguien dijo:

"No sobrevivirás al siguiente invierno"

Han pasado dos inviernos desde entonces y todavía guardo la esperanza de que la persona dentro de mis sueños sea real. Al menos un poco más real que mi enfermedad.

Existen amores efímeros que permanecen eternamente y amores perpetuos que son olvidados. ¿Cual dolerá más, un amor muy corto o uno muy largo?

Margaret, quiero decirte que finalmente puse mis pies sobre la nieve hace una semana. Tenía una apariencia calidad pero el contacto con ella es desagradable. A veces las cosas no son lo que pensaste que serían.

Amo escribir, por eso cada día tomo mi pluma para escribirte. Ni siquiera se quien eres, simplemente escogí un destinatario al azar. Quise contar esta historia y que alguien la recuerde en mi lugar, y que esa persona me haga el favor de continuar contándola. Hasta que se haga perpetua e inolvidable. Alguien tiene que recodar este amor eterno y efímero.

Cuando deje de existir, mi existencia también habrá sido efímera, no por el tiempo transcurrido, sino por las pocas experiencias vividas.

Te pido que me prometas que vas a guardar estas cartas en algún lugar muy seguro hasta el día en que puedas compartir esta historia una vez más.

La historia de un amor efímero pero duradero se dio inicio con un apasionado beso dentro de las aposentos del señorito Even Loren. La única posible culpa que había en ese momento era el hecho de amar a la persona equivocada. Pero ¿Puede el sentimiento de un amor sincero ser un error?

Al día siguiente Even salió de sus aposentos hasta la sala de estar. Su padre tocaba el piano, y su madre se había dispuesto a preparar el almuerzo esa mañana. Even es todo un conversador. Siempre comenta sobre columnas de diarios o pasajes de los libros de su colección. Sin embargo, aquel día estaba muy callado y distraído.
Entonces su madre preguntó:

__ ¿Te sucede algo cariño?

Even exaltado le respondió:

__ ¡No! Estoy bien...

El señor Loren mira a su esposa, mientras su hijo come luciendo algo inquieto. Entonces su madre le vuelve a decir:

__ Even si tienes algo en mente, puedes decirlo. Nosotros te escucharemos... - Carli sonrió mientras veía a su hijo fijamente.

Sin embargo, Even le respondió:

__ No tengo nada que decir.
Even empezó a recoger sus platos y llevarlos cuidadosamente hasta la cocina. Sus padres se quedaron preguntándose que le estaba ocurriendo a su hijo.

Regresando a sus aposentos, Even empezó a recordar el intenso contacto íntimo que hizo con su amigo Albert, quien incluso también era un omega y estaba bajo las influencias del alcohol. Entonces, empezó a sentir culpa por no haberlo prevenido en lugar de dejarse llevar por el momento.

Even comenzó una cadena de conflictos internos y antes de darse cuenta, su cuerpo estaba caliente, como si fuera un cenicero o una chimenea en invierno. Parecía una fuerte fiebre que surgió abruptamente. Se tiro en la cama y empezó a sentir horribles temblores en las piernas. Le dolía el pecho y a veces no podía respirar. Su cabeza lo estaba matando de un dolor intenso y agudo mientras que el aroma que despedía su cuerpo, era tan fuerte que incluso su madre llegó a percatarse.

Carli subió rápidamente a sus aposentos y encontró a Even en plano ciclo de celo. Su madre quedó perpleja dado que su hijo nunca había sufrido un ciclo de celo tan fuerte ni nunca antes había sido irregular.

__ ¡Even! - exclamó su madre.
__ Cariño, ¿Cómo es que....- dijo sorprendida.

Even retorciéndose del dolor le dijo;

__ Madre, mmmm ~~~ no me siento bien, estoy indispuesto.... ¿Qué puedo hacer? Estoy ...

Sus palabras a penas eran comprensibles.
Luego, de un rato su padre, Agustín, entró a la habitación y se sentó junto a su amado hijo, empezó a emitir sus feromonas alrededor de él, haciendo que su hijo se calmara por completo y se aferrara a su costado. Entonces Agustín exclamó:

__ Debemos comprometerlo pronto, Even nunca había sufrido estos ataques, debe significar algo. No siempre estaré ahí para suprimirlo o hacerlo sentir seguro. Necesita a un alfa ...

__ Se lo que dices pero... No quiero que viva sintiéndose atrapado- dijo Carli.

__ Podemos buscar a un buen doctor o alguna alternativa... - agregó su madre.

__ ¿Alternativas? La mejor alternativa es que se case pronto... ¿sentirse atrapado?- dijo Agustín. Luego miró a su esposa y
prosiguió:

__ Quieres decir que no quieres que él se sienta como tú... ¿no? Atrapada...

__ Tuve un esposo; me dejó. Luego un hombre que decía amarme vino a mi puerta... ¿Crees que estoy atrapada aquí? Yo decidí abrirte mi corazón- se dio vuelta y dijo:

__ Únicamente lo decía porque antes de que llegaras tú, estuve atrapada. Tu fuiste la única decisión que tomé por mi misma aunque yo, tal vez no te amaba como tú lo hacías. Quiero que nuestro hijo pueda decidir al menos como equivocarse.

Carli dejó la habitación dejando a su esposo con su hijo en brazos por primera vez en muchos años.

Algo efímero puede llegar a ser eterno. Conocí un amor que fue así. Un lobo se enamoró de un ser perfecto. Adea, la diosa de la vida, había creado a esa criatura como si fuera un hijo. Cuando el lobo llegó al corazón de esta criatura, se juraron amor eterno. Y él lobo amo a esta criatura por quince siglos, pero la criatura asumió forma humana por completo y olvidó a su amado junto a todo su pasado. Nunca pudo recordarlo hasta el final de sus trágicas existencias. Una vez esa criatura fue llamada "Paz" por su pueblo y ese lugar fue destruido por una vieja profecía.

Su amor nunca dejó de existir, pero nunca fue pleno y ahora ya nadie los recuerda.

Si un día te dejo de escribir cartas, por favor, escríbele un final feliz a esta historia. Uno en el que nadie tenga que vivir sin ser amado. Uno mucho mejor que sus otros finales.