Capitulo II

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Tercera CartaLa Propuesta de un Desconocido

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Tercera Carta
La Propuesta de un Desconocido

Querida Margaret

Lamento no haberte escrito ninguna carta en estas últimas dos semanas. Déjeme continuar contándote sobre el mágico encuentro entre Even Loren y Albert Ghost.

No había duda en que Albert llevaba cierto tiempo observando a Loren a la distancia. Pero ¿por qué?

Había algo que había llamado la atención de este joven hacia Loren; su  magnética presencia que irradiaba distinguida procedencia, y también, que nunca estaba solo. Ahí estaban sus gorilones, como sombras a sus espaldas, siguiéndolo como si su señorito no estuviera al tanto de su persecución. ¡Pero que idiotas! Con pasos tan fuertes ¿Quién no los notaria?
Sin embargo, lo que realmente conquistó por completo el corazón lleno de curiosidad de Albert, fueron sus misterios anteojos negros que impedían a cualquier persona llegar a penetrar dentro de las profundidades de su alma. Entonces, Albert le dijo:

__ Tengo una propuesta para ti. — exclamó mientras cruzaba la pierna.

__ ¿Una propuesta?— le respondió Even luego de una breve pausa.

__ Si, yo te propongo ayudarte a deshacerte de esos tipos que te siguen y... acompañarte en una aventura en este día.

__ ¿Aventura? No gracias, ni siquiera lo conozco— le dijo preparando su bastón para levantarse e irse.

__ ¡Espera!... — le gritó Albert sujetando el borde de su chaqueta.

__ ¿Qué hace señor? ¡Que insolente! ¿Cómo se atreve a tocarme? Ni siquiera sabe quien soy...

__ Mi nombre es Albert Ghost, soy hijo de una familia noble de la cuidad de Pisón. Soy doctor y viajo aquí cada semana en busca de abasto medicinal. Escuche que es un lugar muy conocido por sus hierbas medicinales.

__ ¿Por qué me dice todo eso?

__ Porque antes no me conocía, y ahora si. Al menos ya conoces mi nombre.

__ Aún así no entiendo porque me dijo todo eso. Yo no le pregunté.

__ Ah, Ja, ja, ja, ...— Albert empezó a reír sin cesar mientras que Even fruncía el ceño y le preguntó:

__ ¿De que se ríe? ¿Le parezco gracioso?

__ Si me permite ser honesto, si. — Even se apresuró a ponerse de pie para irse algo ofendido tras su insolente respuesta, pero entonces Albert agregó:

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