⚡¡ SEI ! ⚡

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-Wey está muy grande-si, definitivamente lo estaba. Estábamos frente al crucero más grande que había visto en toda mi vida, y no sólo eso, al más grande de todo Europa...es más, del mundo.

Habíamos tomado el avión desdé mi territorio con rumbo a Madrid, ahí nos esperaba papá junto a Canadá. Nos hospedaron por una noche en casa y a la mañana siguiente nos tuvimos que levantar muy temprano para tomar un bus y nos llevará al puerto más cercano dónde nuestro crucero estaría zaprando a primera hora. Al parecer todo iba bien, a no ser por alguien...

-Sus maletas aquí, por favor-nos pidió amablemente el oficial frente a nosotros. Extendí mi maleta y se la dí, Argentina y Chile no tardaron mucho para imitarme, ya después el oficial se retiro con ellas y comenzaron a formarnos a toda la tripulación para poder abordar, aunque no sin antes encender los motores y comprobar que todo iba bien con las maquinas y los motores.

-¡Por favor, pongan atención!-otra vez el oficial habló con la diferencia que era a toda la tripulación-¡Bienvenidos a su paseo por europa en el crucero royal más grande de todo el mundo, es un placer para mi atenderlos y ser quien cuidará de su estancia en el crucero, así que, disfruten, hagan caso a todas las indicaciones y no hagan cosas que los pueden perjudicar!-todas las personas al rededor comenzaron a hablar entre si mismas y me confundí un poco-Antes de zarpar haremos un pequeño simulacro en caso de cualquier emergencia-y todos callaron finalmente.

La gente comenzó a abordar con paso rápido, cierto era que nunca había viajado en uno de estos y en cierta parte me parecía una idea fabulosa, por otra parte, muy en el fondo me daba miedo de lo que pudiera pasar, ¿y si se hundía el crucero? ¿Y si dejaban de funcionar los motores y nos quedábamos a medio mar? ¿Y si asaltaban el barco y nos mataban? ¿Y si chocabamos contra...

-Eh pibe, subí ya que el pelotudo de Chile ya quiere entrar-Argentina tocó mi espalda y me hizo avanzar hacía el interior del crucero.

-Voy, voy...-Wooooooow.

Y es que a simple vista parecía que estabas en la ciudad real, no parecía un crucero en lo absoluto. Una pequeña plaza con áreas verdes y unos cuantos locales nos rodeaban y nos daban la sensación de aún seguir en tierra firme, pero no. Un total de doce pisos con diferentes tipos de cosas en cada uno; desdé habitaciones, hasta puestos, un casino, una discoteca, áreas para niños, restaurantes, camastros, un golf, jacuzzis, albercas, toboganes...

Todo era perfecto aquí y sí, me animaba un poco al menos.

Gire a ver todo al rededor, vi cuidadosamente cada detalle hasta que mi vista se encontró con la de él; el hombre con el que fantaseaba y me había enamorado estúpidamente de él.

-Rusia...-hablé entre dientes para endurecer un poco mi rostro y darle la espalda. Un pequeño suspiro salió de mi cuerpo y mordí mi labio un poco confuso, ¿cómo sabía que estaría aquí? ¿Casualidad? para nada.

-¿Arge...ya viste quienes están por allá?-el intento de Chile por hablar bajo y hacer que yo no escuchara falló, tan solo basto eso para hacerme rodar los ojos molesto y caminar hacia las habitaciones.

-Si hablarán de ellos entonces iré a mi habitación-me despedí de mala gana y no me detuve ante sus gritos. Quizá y no había sido lo mejor, pero lo que menos quería era verlo.-Aunque...-asome mi cabeza por el pasillo y traté d divisarlos a lo lejos, no me costó trabajo encontrarlos, pues seguían en el mismo lugar hablando trivialmente. Al parecer había venido toda la banda, lo raro era que Finlandia y Estonia no se encontraban por ahí como hace unos momentos.

Los hombres también son Groupies⚡ RusMex #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora