Émergence (En Desarrollo)

La primera adicción

Con el sonido del viento y las violentas olas chocando con las rocas, se sentía la incomodidad y la tensión creciendo de migaja en migaja entre el par. Dean comenzó a levantarse algo deprisa, viéndose seguro pero aún así sintiendo cierta preocupación, los dos sabían que no era necesario decirse que había provocado el ruido.

«No tendría sentido que alguien ebrio esté aquí, está muy alejado de algún bar» pensó la mujer mientras veía a Dean alejándose cada vez más a la húmeda oscuridad, al mismo tiempo empezó a quitarse las botas por instinto.

Desde una roca un poco alta el hombre observó en dirección a la arena, no podía ver con claridad por la falta de luz, sólo logró descubrir algunas columnas de piedra clavadas muy firmemente pero nada más.

Mientras tanto, Aline comenzó a pensar en que alguien los estaba observando desde que llegaron, no era una mujer miedosa ni cobarde, pero no le gustaba ser ingenua con las posibilidades peligrosas.

—¡Hey! ¡Tranquila, no hubo nada! —gritó Dean llegando poco a poco con ella entre las grandes rocas.

—De acuerdo —Aline respondió con alivio y firmeza—, es mejor irnos ya —Terminó de decir e inició a levantarse con sus botas en mano izquierda.

Entre salto de roca en roca, Dean ya estaba a 5m de ella cuando se escuchó un fuerte ruido de impacto, había sido el ruido de una roca golpeando otra superficie rocosa. Volteó rápidamente en dirección al ruido, pensó en las columnas de piedra, pensó en alguien arrojando una roca hacia una de ellas y pensó en alguien diciendo que regresara una vez más. De forma instantánea nació la molestia combinada con preocupación en sus órganos.

Sacó su celular y prendió su linterna, también volteó a ver a Aline con seriedad y alarma.

—Aline, ten tu teléfono en mano, debes adelantarte un poco por favor.

Aline inmediatamente confirmó su sensación de que alguien los estaba observando, aunque para ése momento ya sentía que estaba jugando con ellos.

Sacó su celular, comenzó a caminar entre las rocas de regreso y empezó a teclear el número de la policía sin marcar.

Dean llegó con rapidez de nuevo a donde estaba buscando algo, no sentía miedo pero sentía temor de que algo le pudiera pasar a Aline por su culpa, tenía miedo que pensara que no le importaba su seguridad.

—Oye amigo ya es suficiente deja de estar haciendo estupideces te vas a meter en problemas. —Con fuerza y autoridad exclamó apuntando la luz de su linterna a la arena, junto a las columnas de piedra esperando respuesta.

10 segundos de extraño silencio junto a las violentas olas del mar se consumían. Aún con la brisa y la humedad cálida, el ambiente dejó de ser agradable para sentirse como estar encerrado en una lata caliente oxidada, pesado e incómodo.

Después de los 10 segundos, sobre su hombro cayó una gota fría de agua, estaba comenzando a llover de manera lenta. Para ése momento Aline había parado de moverse, se había puesto el gorro de su sudadera, aún sin poder ver, veía en dirección a donde estaba Dean con su celular lista para llamar a la policía.

Dean se hacía notar enojado y tenso cuando la lluvia caía más aceleradamente sobre él y toda la playa.

—Gracias por arruinar nuestra cita bufón imbécil. —Al terminar se propuso a bajar de la roca, cuando sus pies tocaron la arena instantáneamente dejó de sentir alguna emoción de enojo u tensión, se había despejado totalmente su cabeza como un piquete.