Drugs

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Ésta era la quinta vez que se encontraba en el piso de la lujosa cocina de su amante con una ligadura en su brazo y la jeringa en su vena, se sentía en las nubes, era una sensación grata, le hacía sentir paz. Pero ese efecto perfecto acabó después de que los guardaespaldas de su amante entraran con una niña de aproximadamente seis años tomada de ambos brazos.

-Señor, ésta niña estaba en la puerta diciendo que quiere ver al señor Son.- se aclaró la garganta y no dijo nada más, pues había notado el estado perdido del chico. solo se retiró, esperaría a su jefe.

Ya habían pasado tres horas desde que la niña había estado en la casa y ambos estómagos rugían.

-Señor, tengo hambre- la niña dejó su asiento para acercarse hacia Hyungwon.

-¿Señor?, ¿de verdad él es tu padre?- se levantó tambaleándose y apoyándose en la barra de cocina señalando la gran foto que se encontraba en la pared de la sala haciendo que la niña volteara al compás del dedo.

-¿Señor?, ¿de verdad él es tu padre?- se levantó tambaleándose y apoyándose en la barra de cocina señalando la gran foto que se encontraba en la pared de la sala haciendo que la niña volteara al compás del dedo

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-Si señor, mi madre me lo dijo- decía moviendo de arriba abajo la cabeza.

-¿Tu madre?- estaba seguro de que seguía bajo el efecto de la droga.- ¿Quién es tu madre?

-Im Yoon Ah, señor. ¿Usted va a ser mi nueva mamá?

-¿Ma-mamá?- miró su celular y faltaba exactamente una hora para que su esposo llegara- ¡La comida!- revisaba la nevera mientras la niña lo seguía de aquí para allá, como si empezara a jugar con ella- Quieres.. quieres sentarte. Me estás mareando. ¿Por qué estoy hablando contigo? no eres nada de mi- susurraba.- Creo que haré Jajangmyeon.

Al parecer a Hyunwoo se le había hecho tarde, pero Chae no había tomado el tiempo ya que cocinar era algo que en verdad disfrutaba más allá de sus problemas. Comenzó a llevar los alimentos y demás a la mesa para que cuando su esposo llegara solo se sentaran a comer. Pasando por ahí observó a la niña profundamente dormida en uno de los sillones.

-Creo que debería de darle de comer- habló para si mismo- Niña...- la movió suavemente.- Debes de tener tanta hambre como yo.

Al poco rato ambos estaban en el comedor, la niña disfrutaba del delicioso platillo delante de ella, como si no hubiera un mañana.

-¿Cómo te llamas?-

-No lo sé señor.- dijo tragando lo que tenía en su boca.

-¿No lo sabes?, ¿Cómo es que no sabes tu nombre?- Hyungwon servía otra porción para él y la niña solo se encogió de hombros.

-Mi madre nunca me lo dijo- limpiaba su boca con el pedazo de papel junto a ella.

¿Por qué el nombre de la madre de la niña le sonaba tan familiar? Habían lagunas mentales increíbles en su cabeza, tenía que dejar de meter sustancias extrañas a su cuerpo.
De alguna manera le gustaba la compañía de esa niña, algún tiempo más conviviendo con ella y muy pronto formarían una familia feliz. El problema sería Hyunwoo, qué le diría para convencerlo. Después de que lo rescató de la cárcel no lo dejaba salir de la casa (en buena manera, pues claro estaba que no siempre se encontraba en sus cinco sentidos), tampoco hablaba con nadie, pues aparte de sus padres no tenía muchos conocidos y su único "amigo" lo había entregado a la policía.

Recordaba como lloraba todas las noches para que lo sacaran de ahí, solo quería correr a los brazos de su madre y rogar que lo perdonara, hasta que una noche Hyunwoo fue a su celda y le dijo que lo llevaría con él, porque no dejaba descansar a las demás personas que se encontraban en las celdas continuas.

Mientras seguía divagando, Hyunwoo por fin llegó a su casa. Retiró su estorbosa corbata de su cuello y se sentó en la mesa.

-Ensefuida te sirvo.- Hyungwon tomó un plato más con comida caliente, dejándolo en el lugar que había tomado su esposo.

-¿Quién es ella? - tomó alimento con sus palillos y lo llevó a su boca. - Está delicioso.

- Gracias.- sirvió agua en tres vasos.- Los guardias la encontraron en la entrada preguntando por ti.

- Si, algo me dijeron.- se levantó con dirección a la cocina- ¿Te estás llevando bien con ella?

-¿Yo?, Creo q-que si. Si- ¿Por qué estaba nervioso?

-Mecesito un vino.

Ya recordaba porque estaba nervioso. Gracias a su estupidez, había dejado la agua en el suelo de la cocina.

-Ya veo.- Hyunwoo se acercó a la mesa con su copa de vino.- ¡Guardias!- gritó tan fuerte que hizo saltar a las dos personas que lo acompañaban en la mesa.

-Si, señor Son.

-Levense a la niña.

-¿Qué? No Hyunwoo, por favor.- se había puesto de rodillas frente a él.

-Me prometiste que ya no lo harías. ¿Quién diablos te está dando más?

-Lo dejaré, lo prometo.- Ya habían sacado a la niña de la enorme casa como si de un costal de papas se tratase.- Hablo enserio.

-Dime quién es y dejaré que la niña se quede contigo.- Él no negociaba, ¿Por qué está vez era distinto? Tal vez porque lo amaba demasiado.

-Alguien... Alguien lo deja en la puerta, no miento.- estaba llorando.- Por favor, no tiene adónde ir.

-Lo hubieras pensado antes.

-Es la verdad, no te mentiría.- no paraba de hipear.

-Bien, que se la última vez.

-Si, si, lo juro.

-Para la próxima la niña no tendrá mucha suerte.



Hyungwon llevaba tres meses sin tocar algún tipo de sustancia. Claro que tuvo sus consecuencias, parecía esqueleto, pero estaba en rehabilitación. La compañía de la niña lo había ayudado bastante y al parecer Hyunwoo se había acostumbrado a su presencia. Ahora tenía a otra persona a la que cuidar.

ShowHyung (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora