En el cerebro de Harry una cantidad de hormonas de estrógeno recorre todo su torrente sanguíneo, está teniendo un sueño húmedo y excitante. Y lo está disfrutando.Sueña con una mujer bellísima, cuyas cualidades sólo se las muestra a él en aquel sueño. Su cuarto sueño de la noche; el único que se repetirá y que podrá recordar por lo que queda del mes.
—¡Papá!—. El grito de sus pequeños hijos despertandolo, lo asustan y se frota los ojos parpadeando un par de veces.
Mira desconcertado a sus hijos, ya que llevan el uniforme escolar y sus mochilas. ¿Qué hora es?, se pregunta.
Se apresura a levantarse y tomar su reloj para cerciorarse—Mierda...
—Oh, oh, mamá se enojará—. El mayor de sus hijos se ríe y bajan corriendo las escaleras mientras pelean infantilmente.
Harry suspira derrotado, son las casi las 9 de la mañana y sus hijos debían estar en clase hace media hora, si no hubiese sido por aquel sueño hubiera escuchado a su esposa despedirse mientras encendía el auto y a su alarma.
Se ducha rápidamente, vistiéndose con el mismo atuendo que ayer y aplicándose desodorante. Coje su maletín, porque debe trabajar ya que no nació en cuna de oro, frota su rostro y se da unas palmdas en la mejilla para estar completamente despierto.
—¡Niños, al auto!—. Gritó mientras abría la puerta de su casa y desbloqueaba el seguro de su camioneta.
Con sus hijos ya sentados y bien asegurados, miró por el espejo retrovisor y pegó un salto, golpeando su cabeza.
Miró hacia el asiento trasero y ella ya no se encontraba, negó pensando que solo estaba muy estresado y acumulado de cosas que fue solo su imaginación.
Avanzó y sin importarle el griterio de sus hijos, encendió la radio, justamente en ese momento una canción de Pink Floyd comenzaba y el veía su reloj para darse cuenta que solo faltan unos minutos para las 9.
Dos cuadras más allá y se estaciona, bajándose, para quitarle el seguro a sus pequeños y despedirse de ellos, pidiendo que se porten bien. Sube al auto y arranca a su oficina en el centro de la ciudad.
—¿Dónde la he visto?—. Se pregunta por aquella mujer que apareció en sus sueños y juro verla sentada junto a sus hijos.
Intenta recordar, enserio que lo hace, pero no encuentra nada, en el último año no ha tenido cabeza más que para trabajar y disfrutar de su familia, está demás decir que Harry nunca ha sido infiel a su esposa, pero, ¿quién es aquella mujer?.
Vira y desciende al subterráneo de la empresa para estacionarse y bloquea su camioneta, con prisa sacude su cabello recién cortado y corre hacia el ascensor que está a punto de cerrar.
—¿De nuevo Harry?—. Michael, su compañero saluda mientras implícitamente pregunta por su atraso.
Harry se encoje de hombros y le explica que se quedó dormido, nuevamente, y tiene dudas, quizás Mike sabe de está mujer. Quizás la conoce.
—Hey Mike, ¿sabes algo de una mujer?—. Harry pregunta nervioso.
Michael carcajea, mirándolo como si Harry hubiera hecho algo malo.
—Te recuerdo que el mujeriego soy yo Harry, ¿te interesa alguien más?—. Lo codea y Harry niega, no sabe cómo explicarse ya que ni él lo entiende.
Las puertas se abren, y él decide que es mejor no contarlo porque se puede malinterpretar o quizás lo tratarían de loco.
Saluda a su asistente y deja su maletín sobre su escritorio, enciende su laptop y como si su silla fuera la cosa más cómoda del mundo, se lanza soltando un suspiro.
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Fine Line |hs|
RandomCada canción, tiene una historia detrás. ó Donde yo interpreto las canciones de este maravilloso álbum.