"Solamente La Muerte Acaba Con Una Verdadera Historia De Amor" Parte I

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EPILOGO PARTE I

Mina frotó nerviosa sus manos sudorosas. Aunque el ambiente era fresco por el aire acondicionado, ella podía sentir el calor que emanaba. Se confundía al pensar si venía desde fuera o dentro de ella. Unas manos suaves acariciaron su cabello, acomodando mecha por mecha en su espalda desnuda, sobre el escote de su vestido de verano. Olía a nuevo, tan cómodo como cualquier cosa que ella pudiera usar en esa ocasión.

La chica sintió cuando la caricia se detuvo y luego algo hizo un leve peso sobre su cabeza. Ella sintió el olor de las flores rodearla. Sabía que su corona de flores era hermosa, aunque no pudiera verla.

-Te ves hermosa, cariño.

La voz de Sunmi acarició sus oídos.

Mina sonrió nerviosa.

Una mano se posó sobre su hombro, ella se volvió hacia la caricia.

-No puedo creer que hayas capturado a una mujer antes que yo. Me siento menos varonil - Reclamó Bambam en un tono de broma, llevándose un poco del nerviosismo de Mina con su humor.

-¿Mi mamá vino? - Preguntó Mina.

El nerviosismo dándole paso a la preocupación.

Sunmi acarició su rostro y llevó una mecha del cabello perfectamente acomodado detrás de su oreja.

-Lo siento mucho, Mina - Se lamentó la anciana como si eso respondiera a su pregunta.

Mina asintió triste.

Seis años. Seis largos años de reproches y dudas. Su familia estaba tan distante aun compartiendo la misma casa. Seis años de grandes sonrisas y alegrías. Habían pasado seis años y Mina no podía entender cómo su mamá creía fríamente que su amor por Chaeyoung era una fase pasajera. Pero hoy Mina firmaría eso y caminaría junto a Chaeyoung hacia algo que construirían solas.

-No debes entristecerte con eso. Hoy es tu día, no permitas que nada lo arruine - Dijo Sunmi acariciando su hombro.

Mina sintió una leve brisa acariciar su rostro, trayendo consigo el olor del mar. Entonces ella supo que Bambam estaba espiando.

El hombre miró hacia el espacio amplio, hasta el sol parecía haber dado tregua para que la ceremonia fuera perfecta. Chaeyoung estaba en el altar conversando con su papá, una gran sonrisa en su rostro, su cabello negro volaba con el viento. Parecía deslumbrante, aun vistiendo algo tan simple. Una enagua larga, pies descalzos, la mitad de su abdomen descubierto. Los años le habían hecho muy bien. Algunos niños, a los que Mina les daba clases, jugaban, corriendo entre las sillas. Otros acariciaban las flores que rodeaban el altar.

- ¿Cómo está ella? - Preguntó Mina curiosa. El momento trajo de regreso a Bambam la primera vez que él le describió a Chaeyoung.

-También está toda de blanco - Dijo el chico sonriendo - Y también lleva una corona de flores, lleva una blusa corta y una enagua que va hasta sus tobillos.

-Háblame de sus ojos - Pidió Mina.

-Nunca los vi brillar tanto - Le dijo el joven antes de cerrar la puerta- Si yo fuera tú me preocuparía por la noche de bodas, pues la mujer que está allá afuera parece demasiada arena para cualquier camino que conozca - Dijo él de chiste.

Mina tembló con el comentario.

-Gracias, me siento menos nerviosa ahora - Dijo ella sarcásticamente.

Sunmi rió al ver la desesperación de Mina.

La chica hizo una careta sin entender la gracia.

- ¿Y si ella se da cuenta que es demasiado hermosa para mí? ¿Y si ella solamente me ve como una carga? No sé si voy a sobrevivir si ella dice 'no' - Mina soltó el aire que ni ella sabía que estaba sosteniendo - ¿Y si me equivoco de camino al altar? Entonces ella se va a dar cuenta que soy una ciega idiota y va a dejarme - Se lamentó Mina.

Su lamento muriendo en cuanto las risas de Bambam y Sunmi comenzaron.

Mina bufó por la falta de apoyo que recibía.

-Creo que ella ya se dio cuenta que eres ciega. No eres muy buena escondiendo eso - Comentó Bambam. El tono de burla sin abandonar su voz.

Mina acarició su sien demasiado nerviosa como para reírse de cualquier cosa que saliera de los labios de Bambam. Ella escuchó al chico bufar y caminar hasta ella. Tal vez así como ella, él también estaría harto de su inseguridad repentina.

Ella sintió su presencia a su alrededor cuando él se alojó frente a ella y acarició su cabello.

-Eres hermosa, Mina - Dijo Bambam posando un beso en la mejilla de la chica - Chaeyoung ya rompió su cuota de suerte tan solo con tenerte.

Mina se ruborizó ante el elogio. Bambam y Sunmi rieron nuevamente. Siempre encontraron chistoso que una mujer a sus 24 años todavía se ruborizara como una niña.

-Vamos, cariño. Es hora - Anunció Sunmi suavemente.

Mina tomó un gran suspiro antes de levantarse. Bambam la guio hacia la puerta, soltándola cuando el brazo de Hitomi, que esperaba afuera, entrelazó el suyo.

-Nunca vi a una mujer tan radiante como tú, Mina - Elogió su papá - Siento mucho que tu felicidad no sea el motivo suficiente para que tu mamá esté aquí - La última parte salió con pesar.

Mina asintió. Oía el orgullo en la voz de su papá. Las conversaciones divertidas entre él y Heungmin en cenas a lo largo de los años resonaron en su cabeza. La forma como ella sintió tener dos padres a partir del momento en el que los dos se conocieron. Sus hijas irradiaban tanto amor y felicidad que parecía contagiarlos. Su mamá era tan solo un bote de tristeza en medio del mar de felicidad que Chaeyoung le proporcionaba.

-Sólo cosas buenas hoy - Susurró más para sí misma que para su papá.

Chaeyoung vio a Mina posicionarse para entrar a su encuentro.

El aire de sus pulmones huyó con la imagen.

Ella parecía tan pura y linda. Tan joven y perfecta.

Su cabello rubio bailaba con la brisa fuerte de la playa, su sonrisa era tan radiante como el sol. Ella miró hacia arriba. El cielo azul límpido era cubierto por nubes blancas castas. Aun cuando corría un viento cortante, en medio de la leve brisa, las nubes permanecían inmóviles.

Ella suspiró deseando que el aire la intoxicara de la belleza de Mina.

Mina caminó hacia ella, los pies descalzos moviendo la arena debajo de ellos, sus pasos tan suaves como el sonido del piano al fondo.

Casarse en la playa parecía un cliché apropiado cuando Mina amaba ese lugar.

-Escucha.

Ella recordaba oír a Mina decirle. Entonces Chaeyoung cerró los ojos y escuchó. Mina suspiró.

-Ahora escucha y siente.

Y Chaeyoung sintió.

La leve brisa golpeando contra su rostro, tan densa que ella podía sentir el sabor del mar. La arena debajo de ella, fina y suave bajo su toque. El ruido de las olas rompiéndose. El sonido de los pájaros le daba tranquilidad. Mina parecía haber esperado el tiempo suficiente para dejarla apreciar todo a su alrededor.

-Mis sentidos se llenan aquí - Explicó ella - Así como mí corazón se llena cuando estoy contigo.

Entonces Chaeyoung supo que era el lugar perfecto para hacer a Mina suya para siempre. Aunque Chaeyoung creía que ya estaban destinadas a eso, el papel sería una formalidad y los encantamientos alrededor serían tan solo una tradición.

Hitomi le entregó a Mina con una sonrisa orgullosa. Chaeyoung entrelazó sus manos y la llevó a su lado.

La ceremonia fue rápida y suave. Chaeyoung optó por un juez de paz que hizo todo formal, evidenciando la importancia del casamiento para la sociedad, de la familia, sus deberes y compromisos, sin quitar la riqueza del momento. La aprobación era Tzuyu en el rostro de Mina, y sus ojos solamente reflejaban los sentimientos que había dentro de ella. La reciprocidad era palpable y admirable para los pocos que estaban presentes.

-Pueden intercambiar sus votos - Dijo la mujer con el ceño fruncido frente a ellas, aunque su apariencia era rústica, sus ojos eran suaves y una pequeña sonrisa resaltaba en sus labios.

Chaeyoung sonrió de regreso y tomó las manos de Mina.

-Yo no hice mis votos - Murmuró ella, sorprendiéndose al escuchar la risa de Mina en medio de la de los demás, no sabía que había hablado lo bastante fuerte como para que todos la escucharan.

Chaeyoung podía ver a la vieja Sunmi presionando la mano de Bambam mientras se deshacía en lágrimas. El chico tenía un gesto que la hacía reír. Su papá y Hitomi estaban uno a cada lado de ellas en el improvisado altar. Su papá llevaba pantalones de vestir blancos y una camisa informal del mismo color. Los pies descalzos como los de ella y los de Mina, mientras Hitomi llevaba un lazo negro. La ropa que él había dicho que hace mucho tiempo había comprado para llevar a su hija al altar.

-Si hubiera sabido que Mina se casaría en una playa hubiera ahorrado y me hubiera comprado unos calzoncillos y una corbata - Dijo él cuando Chaeyoung se burló de la ropa que usaría.

-Bueno... - Comenzó ella en medio de un suspiro, sus ojos pasando por el rostro de Mina - Dios, eres tan hermosa que las nubes se detuvieron para admirarte - Confesó.

Un coro de "Ooh" pudo ser escuchado en la pequeña platea. Mina sonrió ampliamente.

-Sabes que cuando me faltan palabras tan solo demuestro lo que siento. Ahora quiero abrazarte y besarte, decirte que eres la cosa más hermosa que ya vi en la vida. Tocarte es como tener el privilegio de tocar una estrella. Tan radiante, brillante y suave que me hechizas, me encanta con claridad y confusión al mismo tiempo - Dijo ella acariciando las manos de Mina - Hay una euforia enorme dentro de mí, como cuando descubrí que te amaba. Pero, en vez de llorar, tengo ganas de gritarle al mundo que eres mía. Nuestro mundo gira entorno de las personas que están aquí, así que... - Chaeyoung se volvió hacia la pequeña platea compuesta por Bambam, Sunmi, Chan, su novia, y algunos de los alumnos de la clase de piano de Mina. El corazón de Chaeyoung se hundió al ver un rostro que ella no imaginaría que vería en esa ocasión. Hayami estaba sentada en una silla distante. Las manos en su regazo, su rostro impasible. Nada pasaba allá. No había aprobación ni reprobación, parecía tan solo una espectadora sin opinión. Tan solo asistiendo el espectáculo. Chaeyoung la miró con ojos suplicantes.

-Yo a ella la amo - Dijo a las personas a su alrededor, pero su mirada continuaba en Hayami - Eso que llamamos vida es muy difícil como para pasarla solos. Quiero pasar todos mis días con ella.

El sollozo estalló de los labios de Sunmi, llamando la atención de Chaeyoung. Luego volvió a ver a la mujer al fondo.

-Ella ha llevado mi alma y mi corazón por tanto tiempo, hoy ella va a salir de aquí llevando mi nombre - Terminó ella.

Su mirada fue hacia Mina.

Lágrimas sinceras de alegría invadían su rostro. Chaeyoung lo acarició y la tomó besando una lágrima y luego la limpió.

-Tus votos, Mina - Pidió la juez.

Mina asintió.

-Hice mis votos la noche en la que me pediste que me casara contigo - Dijo ella sonriendo - Siento que no serán tan lindos y puros como los tuyos, pero tengo que decirlos.

Chaeyoung sonrió.

-Yo me creía vacía antes de encontrarte - Comenzó Mina acariciando los nudillos de los dedos de Chaeyoung - Vivir en medio de la oscuridad no es tan cómodo cuando te sientes solo. Aún recuerdo aquella mañana. Recuerdo tu olor a fresas y la primera vez que el timbre de tu voz acarició mis oídos. Aunque todavía tengas el mismo dulce olor y la misma voz ronca y suave, nunca será la misma flagrancia que sentí aquella mañana, nunca será el tono que buscaba mi cabeza por semanas. Eso no quiere decir que te ame menos, pues las primeras veces que tuvimos juntas siempre tienen un sabor diferente. El primer baile, la primera fuga, el primer beso... Y en ese rastro de primeras veces, deseo encontrar el amor, por última primera vez... Contigo - Mina suspiró - Dije que te amaría por toda mi vida, pero si hay algo después de eso, te amaré allá también.

Chaeyoung sonrió. Sus ojos lagrimeaban, aun enfocados en la mujer frente a ella, miraban tiempos atrás, viniendo en dirección al ahora.

-Usted, Son Katarina Chaeyoung, ¿acepta a Myoui Sharon Mina como su legítima esposa?

-Acepto - Respondió Chaeyoung presionando la mano de Mina. Sonrió al ver un soplo de aire que soltó la mujer, parecía tener dudas antes de la respuesta de Chaeyoung sonar con firmeza.

-Y usted, Myoui Sharon Mina, ¿acepta a Son Katarina Chaeyoung como su legítima esposa?

-Es todo lo que más quiero - Susurró Mina.

-Pueden intercambiar los anillos - Indicó la juez suavemente.

Heungmin extendió la mano hacia Chaeyoung entregándole el anillo que era para Mina, y Hitomi colocó en la mano de Mina la alianza que era para Chaeyoung.

Chaeyoung puso el anillo en el anular de Mina y luego lo besó. Mina hizo lo mismo.

-Por el poder que me confiere la Ley, las declaro casadas - Dijo la juez con una sonrisa genuina - Pueden besarse.

Mina le sonrió a Chaeyoung. La felicidad fue malgastada en palmas cuando ellas se besaron sellando el compromiso por toda la vida.

Las palmas cesaron lentamente. Luego todos se acercaron a darles sus buenos deseos con grandes sonrisas en el rostro y fuertes abrazos.

La ronda de felicitaciones se detuvo cuando Hayami caminó por entre las personas en dirección a la pareja. La sonrisa de Chaeyoung se deshizo mientras Mina aún mantenía la suya sin tener una idea de lo que se aproximaba.

-Felicitaciones - La voz de Hayami era baja, casi un lamento, pero nadie podría decir por qué se lamentaba. La sonrisa de Mina se deshizo. Ella dirigió una mirada lastimada hacia donde vino la voz de su madre - Estás hermosa - Continuó, su tono parecía sincero y sin burla como acostumbraba.

Ellas se quedaron así. De pie, el mar y el viento eran los únicos que no hacían silencio pues eran muy majestuosos como rendirse ante la tensión que el encuentro emanaba.

La quietud fue interrumpida cuando un sollozo de dolor se escapó de Hayami. Su llanto repentino parecía contener tantas cosas. El rostro de Mina fue tomado por la tristeza como si ella comprendiera todo el dolor de su madre. Ella abrió los brazos esperando que su mamá aceptara su pequeño pedazo de misericordia.

-Te perdono - Susurró Mina antes de que Hayami se acogiera en sus brazos.

Hitomi, emocionado al lado de la escena, se unió al acogedor abrazo entre la esposa y la hija. Mina se unió más a ellos.

-Y aunque hoy los esté dejando, es bueno sentirme en casa - Dijo Mina besando rápidamente el rostro de ambos.

[...]

Chaeyoung abrió los ojos lentamente. Su respiración era lenta y suave, venía fácilmente con la ayuda de la cánula que le mandaba oxígeno constantemente. Lo primero que enfocó fue el perfil de Mina a su lado. Después se concentró en la caricia suave de su mano en la suya. Los años pesaban sobre su espalda, pero ella aún se parecía a un hermoso ángel de ojos castaños. Ella la vio con la mirada perdida, observando la nada frente a ella. Sus ojos eran tristes y cansados, y esa tensión que Mina cargaba pasó hacia ella. Chaeyoung acarició la mano arrugada de Mina y ella volvió la mirada rápidamente hacia Chaeyoung.

-Hola - Dijo Mina suavemente con una mirada aún triste.

-Hola - Respondió Chaeyoung en un hilo de voz.

Mina se curvó sobre Chaeyoung y acarició su rostro lentamente, teniendo cuidado para no retirar la cánula accidentalmente. Ella pasó la mano por la piel cansada y desgastada por la edad, cada pequeña y gran arruga trazada y fijada en su cabeza.

- ¿Por cuánto tiempo dormí? - Preguntó Chaeyoung. Su voz cansada y con dificultad para salir.

-Dos días - Respondió Mina. Chaeyoung vio una lágrima deslizar de su rostro y reposar a un lado suyo en la cama.

- ¿Y cómo estoy? - Preguntó Chaeyoung levantando su mano izquierda para llevarla sobre la de Mina que estaba en su rostro.

Más lágrimas huyeron de los ojos de Mina. Chaeyoung odiaba verla sufrir, pero ahora era solo una anciana cansada y no podía hacer nada cuando Mina lloraba por su débil salud.

-Nada bien - Respondió Mina quitando la mano del rostro de Chaeyoung y limpiando el de ella - Tu pulmón está más débil, y...oh, Chaeyoung - Lamentó la anciana ciega.

-Mina. Por favor, deja de llorar - Imploró Chaeyoung intentando sentarse en la cama.

Mina limpió el rostro cansado con las dos manos. Y soltó y gran suspiro, intentando tragar la tristeza que la consumía.

-El viernes habrá un eclipse - Dijo ella después de tranquilizarse, intentando cambiar de asunto.

Chaeyoung sonrió triste.

-Creo que no podré verlo - Comentó.

Mina sujetó su mano nuevamente y asintió. Sabía que Chaeyoung no podía salir del hospital. Su mala salud, el pulmón débil que ya no trabajaba solo.

-No. Le pregunté a Tzuyu si podíamos llevarte a la antigua plaza para que lo vieras conmigo - Dijo con Mina con esperanza.

Chaeyoung sujetó las lágrimas que amenazaban en salir. Quería que Mina fuera fuerte, así que ella tenía que serlo también.

- ¿Puedo levantarme? - Preguntó Chaeyoung apoyándose más en la cama.

Mina apalpó a un lado de la cama en busca del botón para llamar la enfermera.

Chaeyoung fue más rápida, lo encontró y presionó.

-Ya lo tomé, amor - Avisó.

Luego una mujer alta de largo cabello castaño entró a la habitación. Estaba entre los cuarenta, cincuenta años, pero su belleza la hacía parecer más joven. Ella miró hacia Chaeyoung con una facción seria, su ceño fruncido, pero Chaeyoung le regresó una sonrisa.

- ¿Está todo bien, mamá? - Le preguntó Tzuyu a Chaeyoung. Después se fue al lado de Mina y la abrazó por los hombros.

-Sí, cariño - Respondió Mina.

-Esta anciana cansada solamente quiere saber si puede levantarse un poco - Comentó Chaeyoung con melancolía exagerada.

Tzuyu le sonrió triste.

-Creo que mejor no, mamá. No puedes darte el lujo de cansarte - Dijo Tzuyu.

-Para con esas tonterías y ayúdame a levantarme - Se quejó Chaeyoung - No me obligues a hacerlo sola y darte una nalgada.

Tzuyu y Mina rieron. La risa más sincera que habían dado en días.

-Escucha a nuestra hija, amor. No creo que sea una buena idea que te canses - Argumentó Mina.

Chaeyoung bufaría si sus pulmones se lo permitieran

-Necesito levantarme - Dijo Chaeyoung simplemente, en una súplica.

Tzuyu bajó la mirada hacia Mina, luego miró a Chaeyoung. No había en el mundo dos mujeres a quienes ella amara más que a esas dos. Y sabía que Chaeyoung solamente usaba su tono serio en los últimos tiempos cuando en realidad necesitaba de algo.

Tzuyu asintió y tomó a Mina para alejarla de la cama. La mujer fue hasta la anciana en la cama y la ayudó a llevar las piernas a un lado, la ayudó a apoyarse en su columna, probando si su tiempo acostada no la había debilitado más. En segundos ella estaba de pie con Tzuyu apoyándola por el codo.

-Mina - Llamó Chaeyoung.

Mina dirigió la mirada hacia ella.

-Déjame con ella - Le pidió Chaeyoung a Tzuyu.

La mujer asintió mientras veía a su mamá Mina caminar lentamente hacia ellas. Ella la tomó del brazo y colocó la mano de la anciana en el brazo de Chaeyoung para sujetarla. Después dejó un beso en la frente de cada una y se retiró de la habitación.

-Listo, estás de pie - Dijo Mina.

Chaeyoung hizo un gesto cuando su pulmón le dio una puntada por el esfuerzo.

-No puedo ir a ver el eclipse contigo, pero aún me sostengo en mis piernas. Puedo ofrecerte un baile - Dijo Chaeyoung tranquilamente.

Los ojos de Mina lagrimaron.

- ¿Recuerdas cuando te llevé a la plaza conmigo y bailamos? - Preguntó Chaeyoung.

-Nunca me olvidaré de ese día - Respondió Mina suspirando, intentando sujetar el río de lágrimas que amenazaba en salir.

-No creo poder recordar toda la letra de la canción - Comentó Chaeyoung pensativa.

-No puedes esforzarte, amor. Deja y yo canto - Se ofreció Mina tomando el cuerpo cansado de Chaeyoung hacia ella.

-Amor, espera. No puedo alejarme mucho de la cama por la cánula.

Mina asintió y acercó un poco más a Chaeyoung a la cama. Un brazo extendido para evitar chocar con algo.

Chaeyoung soltó una pequeña risa baja.

- ¿Qué pasó? - Preguntó Mina dirigiéndole la mirada.

-Al final quien me guía eres tú.

Mina sonrió triste y unió su cuerpo al de Chaeyoung. Dejó sus manos para que Chaeyoung las posicionara en donde no le dolía o en donde no la incomodaría, y la vieja lo hizo. Cuando estaban acomodadas una en los brazos de la otra, Mina le dio un rápido beso, tan solo un rozar de labios para no robar la concentración que Chaeyoung hacía para mantenerse respirando.

- ¿Lista? - Preguntó Mina escondiendo su cabeza en el cuello de Chaeyoung, igual como lo hizo tantos años atrás.

Chaeyoung asintió. Entonces Mina comenzó a murmurar en voz baja la letra de la canción mientras ellas se balanceaban suavemente de un lado a otro.

Settle down with me

Cover me up


Cuddle me in


___________________


Tzuyu estaba de pie en la puerta de la habitación de su mamá en el hospital. Veía dos señoras abrazadas y balanceándose lentamente por la pequeña ventana de vidrio que había en la puerta. No podía contener las lágrimas silenciosas que recorrían su rostro. Generalmente era una mujer tan fuerte y concisa. Pero había sido así los últimos meses. Con su mamá Chaeyoung enferma, ella había abandonado todo en la otra ciudad para poder venir solamente a cuidar a su mamá.

- ¿Mamá? - Escuchó una suave voz llamarla y se volvió para ver a su hija que la miraba frunciendo el ceño - ¿Está todo bien? ¿La abuela está bien? - Preguntó la chica preocupada.

Tzuyu asintió con una sonrisa triste y apuntó hacia la pequeña ventana.

La chica caminó hacia el frente de la puerta y sonrió con la imagen.

- ¿Ellas están bailando? - Preguntó la menor viendo a su mamá con una sonrisa.

Tzuyu sonrió y limpió los ojos llorosos.

-Tal parece que sí.

La chica fue hasta la mamá y la abrazó ofreciéndole fuerza.

- ¿Ella va estar bien, mami? - Preguntó la joven con el rostro hundido en el pecho de la mujer mayor.

-No lo sé, hija - Comenzó Tzuyu melancólica - Todos nosotros formamos parte de un ciclo, Minju. Ese ciclo llega a un final en algún momento.

Minju se sujetó más a su madre y sollozó bajo.

- ¿Y la abuela Mina?

-Mamá está llorando desde que llegó al hospital - Respondió Tzuyu acariciando el cabello de la hija.

-Vine a verlas. ¿Puedo entrar? - Preguntó soltándose de su madre.

Tzuyu miró hacia la habitación en donde Mina y Chaeyoung aún estaban unidas en un abrazo y balanceándose lentamente de un lado a otro. Minju vio en la misma dirección.

-Creo que es mejor darles un poco de privacidad - Dijo Tzuyu grabando la imagen de sus madres en su cabeza.

In Your Eyes (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora